Infografía de una paella
La receta culinaria es un formato más viejo que la tos. Más allá de mejorar en términos de exactitud o de claridad, no ha evolucionado en exceso desde tiempo inmemorial. Sin embargo, en los últimos tiempos algunos ilustradores o diseñadores cocinillas tratan de encontrar nuevas formas de contar un plato en papel, que nos saquen de la rutina de la foto, los ingredientes y la preparación.
Una de las propuestas que más me ha gustado últimamente dentro de esta tendencia son los carteles de la diseñadora Laura Valero. En su serie Recetas por Colores, la diseñadora retrata ocho clásicos de la cocina española con técnicas propias de la infografía. Las cantidades aproximadas de tomate, caldo o leche del gazpacho, la paella o las croquetas se plasman en discos multicolores, gráficos y pirámides invertidas con las formas de los propios platos.
Los carteles me recuerdan a las telas o trapos de cocina viejunos con recetas castizas españolas que todavía se ven en algunas tiendas de recuerdos para turistas. Pero en versión moderna y estilizada, claro. "No me he inspirado en ellos de forma consciente", asegura Valero. "Pero es más que probable que estos elementos viejunos estén en la base de las ilustraciones, ya que estoy totalmente a favor de los souvenirs kitsch y hace años que los colecciono".
Valero es aficionada a la cocina por parte de padre. "Es un gran cocinero. Le miro hacer, y luego lo copio para invitar a mis amigos y quedar como una reina. O eso creo yo, y ellos no se quejan". Se autodefine como "tragona con mucha curiosidad", y afirma que los fogones son su "plan B" para cuando deje su actual profesión. Sus carteles son una muestra más del juego que puede dar la comida en el campo de la ilustración y el diseño. "Y en el arte en general", añade. "A mí siempre me han encantado los bodegones, y ver la comida en los cómics, como esos pollos de Carpanta, los festines de jabalí de Obélix… bueno, paro, que me entra hambre".
La diseñadora, que vende los carteles de Recetas por Colores por 30 euros en su web, ha trabajado para marcas de alimentación como San Miguel o Danone. Pero lo que le gustaría de verdad es hacer un envase o una publicidad de algún producto en decadencia. "Algo que sea poco conocido o se considere de viejos. Por ejemplo el Ricard, las banderillas o la mortadela de aceitunas. ¡Para darles el esplendor que se merecen!".
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