Un fascinante viaje al mundo del queso… sin salir de España
En Asturias, la palabra ‘paraíso’ tiene muchas acepciones: montaña, litoral, costumbres… y gastronomía. En la mesa, más allá de las icónicas fabes y el jugoso cachopo, hay un baluarte con muchas facetas: el queso, fragante y sabrosa tentación todo el año

Los gastrónomos no logran ponerse de acuerdo. O, más bien, prefieren no llegar a consenso sobre los factores que determinan la excelencia del queso asturiano. ¿Será por la orografía y el clima? ¿Serán los pastos excepcionales que nutren al ganado y tiñen de verde envidiable cualquier paraje? Todo influye, porque incluso las cuevas en las que maduran algunos tipos también tienen mucho que decir. En total, el Principado de Asturias atesora 329 variedades de queso en 97 queserías. Cuenta con cuatro DOP (Cabrales, Gamonéu, Afuega’l Pitu y Casín) y una IGP (Los Beyos). El queso está presente en toda la gastronomía, en comidas familiares, en ocasiones especiales y en fiestas. Y, por supuesto, constituye el regalo ideal.
Queserías, otra experiencia
Una de las opciones más saludables y tentadoras (y fuera de circuito viajero tradicional) es la visita a cualquier quesería. Constituye una experiencia única: conocer el proceso de elaboración, además de hacer una inmersión en el entorno paisajístico, humano y de tradiciones que comporta desde antaño el universo de los quesos.

En pleno auge del mundo rural (si es que alguna vez no estuvo de moda conocer un Paraíso Natural como Asturias), los alimentos naturales y ecológicos (el llamado kilómetro cero), y el regreso a las costumbres ancestrales, cada vez son más las queserías que organizan visitas turísticas. Casas legendarias como Maín, Vega de Tordín o El Cabriteru, en Cabrales, muestran al viajero las sutilezas de uno de los más afamados quesos azules del mundo: el Cabrales, que cuenta con su DOP.
Planes festivos y rutas con sabor
El queso impregna la vida asturiana todo el año. En enero, sin ir más lejos, se celebra el Certamen Afuega’l Pitu, en La Foz de Morcín, y el Festival Nabos y Queso, en Proaza. En Semana Santa, la Feria del Queso de Taramundi. En mayo, la Feria del Queso y el Vino, en Avilés.
Más complicado resulta decidir dónde dirigirse en verano. En agosto, mes de las vacaciones por excelencia, se celebra en Llanes la muestra Quesos Oriente; en Ribadesella, la Feria Cuerres: en Campo de Caso, el Certamen Casín, Fiesta de Interés Turístico, y en Arenas de Cabrales, el Certamen Cabrales, que también es Fiesta Interés Turístico.
En otoño, hay que subrayar el Concurso Quesos Picos de Europa de Cangas de Onís, y el Certamen Gamonéu (en Benia de Onís, Fiesta de Interés Turístico), el último domingo de octubre.

Proliferan las catas, los menús con el queso como protagonista, las visitas a museos (la Cueva-Exposición Queso Cabrales en Arenas, por ejemplo), y rutas turísticas al olor de este manjar, como la del Quesu y la Sidra en Asiegu (Cabrales, Pueblo Ejemplar 2019). O la del Gamonéu (DOP), un queso histórico ligado a los Picos de Europa (macizo Occidental/Cornión).
El queso impregna la vida asturiana todo el año. En enero, sin ir más lejos, se celebra el Certamen Afuega’l Pitu, en La Foz de Morcín, y el Festival Nabos y Queso, en Proaza. En Semana Santa, la Feria del Queso de Taramundi. Y en mayo, la Feria del Queso y el Vino, en Avilés
El Gamonéu se elabora con mezcla de leches de vaca, oveja y cabra. Tiene dos variantes: el del Valle, que se madura en cuevas naturales, según una tradición que se transmite de generación en generación. El del Puertu se produce solo entre junio y septiembre, en majadas de alta montaña de Onís y Cangas de Onís.

La ruta del Gamonéu comienza en Benia, considerada la capital de esta variedad (junto con Cangas) y con buenos bares y restaurantes de cocina tradicional, plazas tranquilas, gente hospitalaria, queserías, tiendas y hoteles con encanto. En el centro destaca una escultura de un pastor con su perro, símbolo de la tradición quesera de la zona. La ruta asciende hacia aldeas como Boviabaxu y Boviarriba, hasta llegar a Demués, que aparece colgado de la ladera, como punto de partida ideal para seguir explorando majadas y paisajes del Gamonéu del Puertu.
Llagares, qué lugares tan gratos para disfrutar
Qué sería de esta tierra sin la sidra, con la que se armonizan todos los productos autóctonos. Los llagares (lugares de elaboración de esta bebida, cuya cultura asociada está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco desde 2024) son espacios clave de la tradición secular asturiana.

Cada vez más locales ofrecen visitas guiadas, catas y espichas durante todo el año, y es de septiembre a diciembre cuando se ve la elaboración en vivo. Son muchos los llagares visitables, pero pueden señalarse como ineludibles El Gaitero, Castañón y Cortina, en Villaviciosa; Trabanco, Bernueces y Menéndez, en Gijón/Xixón; Viuda de Angelón, en Nava; Crespo, en Colunga, y Pamirandi (con llagar excavado en roca) en Asiegu, Cabrales. El club Sidraturismo Asturias ayuda a completar la experiencia.
Hay que cerrar fecha para este planazo gastronómico. Ni Francia ni Italia ni Suiza. El queso, Asturias.
Dónde encontrar el mejor ‘souvenir’

Los mercados tradicionales son ideales para comprar quesos artesanos y conocer la cultura local. Hay mercado casi todos los días de la semana. Destacan los dominicales: Fontán (Ovied/Uviéu), Mieres, Cangas de Onís (quesos Picos de Europa), Gijón/Xixón (que también celebra un mercado ecológico mensual) y Grado (Afuega’l Pitu). Hay también sábados muy activos en Oviedo/Uviéu, Candás, Carreña de Cabrales, Nueva de Llanes... Y los lunes mucha gente se resreva para el de Avilés.
Pero Asturias posee también una notable oferta de tiendas gourmet, donde es posible hacerse con los mejores productos gastronómicos de la tierra. Hay incluso bares-tienda con mucho sabor en los que es posible descubrir ese queso artesano que no el viajero (y el paisano) no conocía. Aunque es complicado enumerar todos los locales que merecen la pena, ahí van algunos.
En Oviedo/Uviéu, y también en Gijón/Xixón, Coalla Gourmet ofrece una amplia selección de productos, entre ellos quesos. Por su parte, Crivencar vende productos gastronómicos autóctonos en las tres ciudades de Asturias.
Asimismo, en Oviedo/Uviéu son una referencia a tener en cuenta Casa Veneranda, Camponorte, Mantequerías Loli Arrieta, Aramburu o don Foodie Gourmet.
En Gijón/Xixón, La Alacena, el Saroma Salas & Gayol, el Gallego Vintage, el Mitequiero Gourmet, o La Esquina son sitios para anotar en el cuaderno gastronómico, entre otros.
Además, en La Felguera (Langreo) está la tienda de quesos de Aitor Vega, todo un clásico.
Y en Avilés, Delicatessen Antonio y Gorfolí.
