Vehículos con pilas a media marcha
El precio, la autonomía y la falta de puntos de recarga son los tres principales frenos para el aumento de la electromovilidad
Pasa el tiempo y el calendario para cumplir los Objetivos de Sostenibilidad (ODS) de Naciones Unidas se va acortando, y, en concreto, en el ámbito de la movilidad sostenible. La forma que tenemos de movernos por la ciudad o entre ellas está cambiando radicalmente, tanto por la tecnología y la hiperconectividad, la irrupción de nuevos vehículos como el patinete o el mayor uso de las bicicletas y el transporte público, como por los cambios que afectan al rey de la carretera: el coche. El auto eléctrico no acaba de despegar en España, pese al aumento de las ventas.
El precio inicial de un coche eléctrico —hay modelos desde 8.500 euros—, la autonomía —300 km de media— y una baja infraestructura de puntos de recarga de batería son algunas de las razones que en España disuaden de la compra de este tipo de vehículos, aunque “a largo plazo un auto de combustión tradicional sale un 37% más caro, sobre todo por el coste de carburantes. Solo en 2021 los combustibles aumentaron un 20%”, según datos de Arval.
La industria del automóvil ha sido una de las más castigadas por la pandemia y ahora es golpeada por la subida del precio de los carburantes y de la energía por la crisis de Ucrania; el sector de la movilidad vive una etapa de transición en la que para afrontar los retos “será imprescindible la colaboración público-privada y, por ende, la creación de un entorno favorable de inversión pública y regulación que dé como resultado una movilidad urbana sostenible más segura, más limpia, más eficiente y mejor conectada”, indica una de las conclusiones del Observatorio de la Movilidad Sostenible en España, realizado por la consultora Grant Thornton.
Eje fundamental
En opinión de Mar García Ramos, socia de automoción y movilidad de Grant Thornton, “el coche eléctrico y conectado representará uno de los ejes fundamentales para la aceleración de la descarbonización y alcanzar los objetivos climáticos, tanto en el ámbito privado como en el público, donde también hay ciudades con una clara iniciativa de cambio”.
Las emisiones totales de CO2 han descendido en España por primera vez un 6,4% desde 1990 y un 38,6% respecto a 2005, según otra de las conclusiones del estudio. La Agenda 2030 fija el objetivo de reducción de las emisiones de CO2 en un 23% respecto a 1990, establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
El transporte en general representa alrededor del 40% del consumo de energía y supone en torno al 27,7% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
España cuenta con uno de los parques automovilísticos más envejecidos de Europa, con una medida de 13,5 años de antigüedad, lo que aumenta el nivel de emisiones, por lo que el desarrollo del vehículo eléctrico constituye una de las principales soluciones y esperanzas para alcanzar la movilidad sostenible, coinciden fuentes del sector.
Para José López-Taffal Bascuñana, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), “la automoción se enfrenta al doble reto de la descarbonización y la digitalización. Tenemos mucho que conquistar en la industria, pero a través de un proceso transitorio que mantenga la producción y el empleo”.
Ritmo muy lento
En España circulan 180.000 vehículos eléctricos, el objetivo marcado por el PNIEC es que en 2030 lo hagan cinco millones, el 16% del parque automovilístico previsto para ese año. “El mercado electrificado crece, lo que es una buena señal, pero todavía a un ritmo muy lento. La cuota de mercado se sitúa por debajo del 10% actualmente”, añade López-Taffal.
En efecto, las ventas de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables, comprendiendo turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses) alcanzaron un total de 7.849 unidades en junio, un 5,5% más que en el mismo mes de 2021. Lo que supone una cuota del 7,7% del mercado total. En el primer semestre de 2022 suman 40.827 nuevas unidades, según datos de Anfac. A pesar del crecimiento continuado, desde la asociación advierten de que el ritmo de entrada “es una buena señal, pero sigue siendo lento para alcanzar los objetivos planteados en el PNIEC para este año.
“A este ritmo, nos vamos a situar muy lejos del objetivo de 120.000 unidades de turismos electrificados este año, que supone el primer hito para el cumplimento en 2030 de los objetivos europeos de reducción de emisiones”, advierte López-Taffal.
En el sector se repite una queja por la falta de una autonomía de puntos de recarga en lugares donde el cliente lo requiere. “Hay poca dinamización”, señala David Barrientos, intelligent mobility communication manager de Nissan, que reclama, además, “la ayuda de la Administración, también en materia de fiscalidad”, y destaca que “el 99% de los usuarios del vehículo eléctrico se muestran muy satisfechos. El objetivo es que los no usuarios den el paso”.
Datos clave
Tendencias. El 36% de los españoles afirma que tiene pensado comprar un coche eléctrico, mientras que otro tercio (32%) asegura que le gustaría, pero cree que aún no funcionan bien o que no hay suficientes facilidades, según datos de la emergente SotySolar. La encuesta revela que la mayor preocupación es “la implantación de sistemas de carga”.
Renting flexible. Esta modalidad en vehículos eléctricos creció un 60% entre las pymes en el último año, por encima de automóviles diésel o gasolina, según Northgate. Una de las razones de que esté creciendo la opción del renting flexible es “la despreocupación por todo lo relacionado con los gastos de mantenimiento o el seguro”, asegura la compañía.
A la cola. Quince países europeos acapararán el mayor porcentaje de coches eléctricos en 2035, y España se queda fuera de la lista, según un estudio realizado por la web Confused.com.
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