Mentes sanas en edificios sanos
España destina casi 7.000 millones de euros para la modernización de edificios con el fin de hacerlos más habitables y eficientes
A mediados de octubre de 2020 se presentó en Bruselas la estrategia denominada Oleada de Renovación, que, dentro de las propuestas del Objetivo 55, busca doblar las tasas de mejora en la eficiencia energética de los edificios. Su revisión, para traducirla en medidas legislativas concretas, se dio a conocer hace un par de meses. “Es un objetivo claro y sencillo, pero de camino complicado. En la UE no se rehabilita más de un 10% del parque edificado y solo el 1% se renueva atendiendo a criterios energéticos. El panorama es dramático”, sentenció un experto de la Unidad de Edificios y Productos (Dirección de Energía) durante la presentación en la Comisión Europea el pasado diciembre.
Una foto a menudo relacionada con la pobreza energética. De ahí que todos los inmuebles calificados como G, clase más baja, tengan prioridad antes de 2030. Para tal fecha, reducir las emisiones en el mínimo fijado del 55% pasa porque los edificios (que suponen el 40% de la energía consumida en Europa y el 36% de las emisiones contaminantes) rebajen un 60% sus gases de efecto invernadero, su consumo energético un 14% y el de calefacción y refrigeración el 18%.
Del presupuesto europeo hay unos 150.000 millones disponibles para ello. De aquí a dicho horizonte se calcula la intervención en 35 millones de edificios y podrían crearse hasta 160.000 empleos, pues el 85% de lo edificado en la UE rebasa los 20 años, estiman las mismas fuentes, e insisten en la necesidad de la financiación privada complementaria y en la armonización de los planes de acción nacionales.
El parque inmobiliario español tampoco es joven. Más de la mitad es anterior a 1980, y del resto, una parte muy importante ronda los 40 años. “Con el respaldo económico del Plan de Recuperación, estamos ante una oportunidad única para dar un gran impulso a la rehabilitación energética de edificios en España”, explica Pedro Prieto, director de ahorro y eficiencia energética del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
“La propuesta de la UE coincide con la línea de trabajo del IDAE. Exigimos que el edificio mejore su calificación, al menos, en una letra. Y la ayuda es proporcional a la mejora conseguida, pues más del 80% de los edificios existentes cuentan con una E, F o G, las escalas más bajas”, añade. Transición Ecológica y Reto Demográfico tiene asignados los programas PREE y PRE 5.000 para rehabilitar energéticamente lo construido. No obstante, el grueso del presupuesto en la materia —6.820 millones de euros destinados a rehabilitación de vivienda y regeneración urbana— corresponde al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Mitma.
Para Luis Mateo, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes, Andimat, “esta colaboración entre ministerios funciona bien, aunque a veces ralentiza y quizás sería mejor un solo referente”. El experto considera: “El momento que vive nuestro país lo alienta Europa, verdadero motor”, y destaca los dos reales decretos aprobados, con programas de ayudas y medidas concretas para la actuación en bloques de viviendas. Su principal reclamación es que haya un control de las obras por parte de terceros, y su mayor preocupación, “la excesiva responsabilidad que recae en las comunidades autónomas y los cuellos de botella que pueden producirse”.
Como posible solución, desde el Consejo General de Arquitectura Técnica de España, CGATE, Alfredo Sanz, su presidente, propone que los colegios profesionales se conviertan en entidades colaboradoras “con los controles pertinentes, para agilizar plazos”. Según Sanz, no nos podemos permitir el colapso ahora que el Gobierno está tan implicado. “Para gastar bien los fondos hay que dar a conocer las ventajas. Que los ciudadanos sepan que el Libro del Edificio, es decir, la foto de diagnóstico del nivel de confort y consumo de la vivienda y, por tanto, de sus posibilidades de mejora en eficiencia energética, ahora puede ser financiado al 100%. Ya no es una cuestión de ahorro económico, también de salud e incluso de responsabilidad colectiva. La pandemia nos hizo encerrarnos en las casas sin conocer la calidad del aire interior”.
Los datos de la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma, ANERR, así lo constatan. Estimaron un crecimiento del 13% para 2021 para ambas actividades, reforma y rehabilitación, aunque finalmente solo la primera superó ese porcentaje, 15%, mientras que la segunda se quedó por debajo. Pedro Parra, su coordinador, confía en que este año se produzca un alza de la rehabilitación, “de un 30% a un 40% a partir de abril, siempre y cuando lleguen ya los fondos de manera efectiva y todas las comunidades autónomas publiquen convocatorias”.
De momento, la primera en poner en marcha las subvenciones recibidas ha sido Extremadura, con cuantías para edificios del 40%, 65% y 80% en función del ahorro energético logrado, siendo de un 30% el exigido en el caso de viviendas. Todo acorde a lo estipulado por Bruselas, que incide que “las ayudas pueden llegar hasta el 100% cuando se da pobreza energética” (más del 10% de la población europea).
Las constructoras se suben al carro
La rehabilitación de edificios se reparte en un gran mercado donde pymes y empresas especialistas compiten con las grandes constructoras. Estas últimas, ante las previsiones optimistas, revisan estrategias y adaptan departamentos para afrontar esta nueva dimensión que cobra el sector con los fondos europeos. “Hacemos lo mismo que antes, pero con otro nombre, aunque sí atentos a las reglas de juego y a cómo se va a estructurar todo. No discriminamos nada de antemano”, comenta Pedro Gómez, director de desarrollo Next Generation en Ferrovial. No obstante, comunidades de propietarios y barrios parecen el objetivo de la gran empresa. En FCC y Sacyr aseguran no haber reorganizado nada y engloban esta actividad en su negocio industrial. Acciona ya movió ficha firmando un acuerdo con BBVA para financiar y asesorar sobre el tema. Y OHL ha venido siendo avanzadilla en varios consorcios europeos de edificación sostenible.
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