Viajes de negocio pospandemia
El sector se acerca al volumen de actividad previo a la covid en España bajo premisas como la esencialidad y la sostenibilidad
La consigna para 2022 en el sector empresarial español respecto a los viajes corporativos parece clara. “Después de casi dos años de pandemia, las empresas son conscientes de que las reuniones virtuales están muy bien, que contribuyen a la generación de negocio, pero para recuperar los niveles de actividad empresarial hay que volver a viajar”, dice Marcel Forns, director general de GEBTA, asociación española de agencias de viajes cuyos afiliados representan el 82% del sector. A finales de 2021, con la ola de ómicron en pleno apogeo, “lo establecieron como primera prioridad, por delante de aspectos relacionados con la seguridad, el precio o la sostenibilidad”, añade Forns, citando un estudio del Institute of Travel Management.
La principal razón remite al componente social del ser humano. Aunque las reuniones online tienen ventajas, los expertos coinciden en que un encuentro en persona, cara a cara, sigue siendo más eficiente en tiempos del 5G. “Las personas que se dedican a viajar en las empresas creen que se alcanza entre un 25% y 30% más de cierre de negocios de forma presencial”, afirma Oriol Ribas, director de comunicación de la Asociación Ibérica de Gestores Viajes de Negocio (IBTA).
En la comunicación oral, explica Forns, la parte verbal solo tiene un peso de entre el 20%-25%, mientras que la paraverbal —movimientos corporales, silencios, el tono— “incorpora elementos básicos en la generación de negocio, como es la confianza”. La reunión virtual ahorra tiempo y dinero, “pero, si tienes que transmitir atributos vinculados al liderazgo, la persuasión, la capacidad de generar relaciones personales, que son muy importantes en el ámbito de los negocios, no se puede sustituir la presencialidad”, explica Forns.
“Es más difícil mantener la atención de la gente, establecer conexiones significativas y hacer que la gente se sienta valorada y motivada en un entorno virtual”, abunda Nick Vournakis, vicepresidente ejecutivo y chief customer officer de Carlson Wagonlit Travel (CWT). Esta corporación de gestión de viajes de negocios ha experimentado un repunte de la demanda en 2022 hasta de un 65% en su división de reuniones y eventos (segmento MICE), mientras ha visto decaer el volumen de eventos virtuales en un 70% respecto a 2021.
El business travel en España también crece una vez superada la pandemia, que dejó un desplome de la actividad del 50% en 2020 a pesar de las exenciones gubernamentales a la movilidad corporativa, explica Ángel García Butragueño, director de turismo en BrainTrust. Pero si en 2021 solo se recuperó el 44% del total de viajes realizados en 2019 (año con un gasto total de casi 13.000 millones de euros por las empresas españolas), “ya en marzo de 2022 ha habido una recuperación a todos los niveles, pues la gran empresa empieza a incorporarse también al viaje”, revela Forns, “y en los meses de mayo y junio la recuperación fue prácticamente del 80% en cuanto a número de viajes”. Las previsiones para 2023 auguran un 90% de recuperación del volumen prepandemia y que esta culmine entre 2024 y 2025, siempre que la coyuntura internacional (guerra en Ucrania, crisis energética, inflación) lo permita.
“Hasta ahora no hemos visto que las empresas empiecen a reducir sus viajes a pesar del aumento de los precios y la incertidumbre económica”, explica Vournakis, de CWT. Pero, si atendemos al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad —especialmente para las grandes corporaciones— y que la aviación cero emisiones tardará mucho en llegar, ¿cómo serán los viajes corporativos en el futuro? ¿Habrá más o menos?
Desplazamientos rentables
“Hemos podido observar que alrededor de un 20% de los viajes de negocios no van a volver”, afirma Oriol Ribas, quien plantea para el futuro un modelo híbrido, presencial y virtual, en el que, corrobora García Butragueño, “la digitalización [de las reuniones] se llevará por delante entre un 20% y 30% de viajes de corto radio”. La esencialidad del desplazamiento, es decir, que tenga un retorno económico tangible para la empresa, será uno de los factores determinantes para decidir si se realiza o no. “Se va a viajar de una forma más consciente”, concluye el experto de BrainTrust, atendiendo además a garantizar la seguridad y el confort de los viajeros corporativos, así como el compromiso de sostenibilidad de las compañías.
Dos de cada tres clientes de CWT consideran los objetivos de sostenibilidad más importantes desde la pandemia, asegura Nick Vournakis, especialmente “disponer de datos sobre las emisiones de carbono en el momento de la reserva”, destaca. Por ello, esta agencia global dispone de indicadores sobre emisiones para sus clientes en los canales de reserva a través del móvil y la web.
También Iberia cuenta con un Programa de Compensación que, además de calcular la huella de carbono, va un paso más allá, “para que los clientes corporativos puedan compensar la generación de CO2 a través de dos programas de desarrollo sostenible en Guatemala y Perú”, explica Antonio Linares, director de ventas de la aerolínea para España, Portugal y norte de Marruecos.
La importancia del ‘travel manager’
Las empresas se están tomando la movilidad corporativa muy en serio, especialmente después de la pandemia”, explica Ángel García Butragueño desde la consultora BrainTrust, ya que las complicaciones e incertidumbre que desató la crisis sanitaria a la hora de moverse por el mundo pusieron la seguridad de los empleados como primera prioridad dentro del sector empresarial. “Han visto que requiere de un asesoramiento para tener al viajero localizado, en condiciones óptimas para trabajar, que puede necesitar ser repatriado en un momento dado…”, añade García Butragueño. Por eso, la figura del travel manager, “la persona dentro de la empresa que gestiona los viajes de trabajo”, aclara Oriol Ribas, de IBTA, va a desempeñar un papel estratégico dentro de las compañías como responsable de “lo que se llama duty of care, el deber de cuidar de los empleados y que estén confortables en sus viajes”, añade Ribas. Superadas la mayoría de las restricciones de movilidad y trabas burocráticas que impuso la covid-19, estos responsables de los viajes corporativos focalizan su labor en tres conceptos principales, enumera García Butragueño: garantizar la seguridad y productividad de los viajeros; la rentabilidad de los viajes de negocios y eventos para sus compañías, y, por último, la protección del medio ambiente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.