Intercambio académico a golpe de clic

Aulas cerradas, programas de movilidad interrumpidos y clases en línea. La covid-19 daba un vuelco a la formación en España y en los países de nuestro entorno en marzo de 2020, y hoy, año y medio después del estallido de la pandemia, la experiencia ha arrojado algunas lecciones útiles para transitar desde el sistema educativo hacia el nuevo contexto social y económico.

“La digitalización y el desarrollo de soluciones de aprendizaje híbridas ya existían, pero la crisis nos obligó a adaptarnos y reinventarnos para ofrecer la mejor experiencia educativa posible”, relata Josep Franch, decano de Esade Business School. Algunos de esos cambios llegaron para quedarse y ahora “el reto es ofrecer una excelente experiencia en remoto que se pueda comparar con las experiencias internacionales en el campus”, explica.

Con nuevos cursos que den la oportunidad de internacionalizar los estudios sin tener que viajar a otras universidades, señala la rectora de la Universidad de Viena de Economía y Negocios (WU Vienna), Edeltraud Hanappi-Egger. Unos cursos que permitirán a más estudiantes trabajar en equipo con alumnos de diferentes escuelas reduciendo las barreras financieras y los desplazamientos entre países, añade Adri Meijdam, director ejecutivo de programas de licenciatura en Rotterdam School of Management de la Universidad Erasmus.

El impacto de la covid en la educación superior está en el origen de la red European Common Online Learning (Ecol), de la que también forman parte Aalto University School of Business (Finlandia), Università Bocconi (Italia), Copenhagen Business School (Dinamarca), HEC Paris (Francia) y University of St. Gallen (Suiza).

Estas ocho universidades y escuelas, todas ellas especializadas en economía y negocios, se han unido con la aspiración de crear un currículo online común europeo. “En la nueva normalidad que nos dejó la pandemia no solo esperamos un papel más relevante de la tecnología en la enseñanza, sino también la eclosión de nuevos actores y modalidades de aprendizaje”, sostiene Franch.

“Nunca llegaremos a estar completamente en línea. Valoramos mucho la importancia de los contactos presenciales en la educación, pero el valor añadido y la relevancia de los cursos ofrecidos en el marco de la Ecol son claros”, asegura Meijdam desde los Países Bajos. Promueven el trabajo de proyectos y la interacción entre estudiantes garantizando un alto nivel de aprendizaje internacional e intercultural y, por tanto, cumplen los objetivos de la iniciativa, coincide su colega Hanappi-Egger, de la Universidad de Economía de Viena.

En el primer semestre del año académico 2021-2022, cada institución miembro de la red ofrecerá entre dos y seis cursos a sus estudiantes de grado universitario. Abarcando una amplia variedad de temas, pretenden ser innovadores en su contenido y en su enfoque pedagógico, y están diseñados para desarrollar las habilidades y competencias de los estudiantes.

Las asignaturas, todas en inglés, han de cumplir una serie de criterios, como ser optativas, online y con créditos; poner el foco en temas relacionados con la economía y los negocios internacionales, o estar vincu­ladas al contexto cultural y empresarial del país donde radica el centro asociado a la red.

Por otra parte, y aunque el formato de enseñanza está sujeto a la decisión de cada institución y su profesorado, los miembros de la red Ecol coinciden en que los cursos han de tener un elevado grado de interacción entre estudiantes a través de proyectos de la vida real —resolviendo, por ejemplo, un desafío empresarial presentado por una multinacional—, clases magistrales combinadas con el estudio de casos de negocios y una suma de sesiones teóricas impartidas por docentes y dinámicas de aprendizaje colaborativo en equipos. Igualmente, se pretende la enseñanza virtual cuando sea posible, reduciendo los desplazamientos e influyendo en el comportamiento de estudiantes y docentes. “Los programas de movilidad internacional en el campus siempre han enriquecido la experiencia educativa, facilitando el contacto intercultural entre estudiantes como parte del currículo académico, pero las herramientas digitales vienen a ampliar y enriquecer la oferta formativa”, apunta Franch.

¿El reto a medio plazo? Sin ser un objetivo específico, “la Ecol está lista para dar la bienvenida a otras universidades con ideas afines y los mismos estándares de calidad”, avanza Hanappi-Egger. Universidades y escuelas de negocios que, según su colega Meijdam de Róterdam, pertenecen a la alianza CEMS [ver despiece]. “Nuestra ambición como red”, concluye el representante español de la Ecol, “es convertirnos en un jugador europeo más fuerte para competir mejor en el escenario global”.