Cómo prepararte para la llegada de un perro: juguetes, camas personalizadas y trabajar el vínculo emocional
En 2021 en España ya había más de nueve millones de canes y la tendencia al alza continúa. Varias expertas repasan algunas claves y consejos para que el aterrizaje de una nueva mascota en casa sea todo un éxito
En 2021, en España ya había más de nueve millones de perros, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (Anfaac), lo que suponía 2,6 millones más que en 2019. El número de hogares que ha incorporado un nuevo miembro animal continúa al alza, mientras que también aumenta la percepción de estos de la mascota como una parte fundamental de la familia. Por eso no es de extrañar que, ante la llegada de un nuevo perro, se intente, cada vez más, estar debidamente preparado.
“Creo que la gente está más concienciada y adopta con más cabeza, incluso se implica mucho. Ahora hay muchos que empiezan a contratar adiestradores, etólogos, te preguntan mucho más, se interesan por darles una alimentación más natural. Creo que ha cambiado la visión”, explica Marta Somolinos García, encargada de Petmanía, una tienda de mascotas que lleva abierta más de una década en el madrileño barrio de Pacífico. África Emo, veterinaria etóloga clínica, también nota ese cambio de visión, aunque aún no sea mayoritario. “Yo empiezo a hacer visitas a gente antes de tener un perro que te consulta qué raza, qué tiene que hacer, etcétera. Por suerte, cada vez se hace más, pero evidentemente aún es una minoría”, asegura. Emo, que pertenece a Gemca, un grupo de veterinarios especialistas en medicina del comportamiento animal en España, considera que aún falta que quien se hace cargo de un perro conozca bien la especie y sus comportamientos.
El kit básico para recibir al nuevo miembro familiar
Existen algunas cosas que, a un nivel básico, necesitan todos los perros cuando llegan al que será su nuevo hogar. Son, además, elementos que es recomendable comprar, a ser posible, antes de que el animal llegue a casa. Somolinos recopila lo que vendría a ser el kit básico para recibir al nuevo perro: “Una alimentación adecuada a su edad, peso y características. Una cama, correa o arnés, y juguetes adecuados. Por ejemplo, si es un cachorro, sería ideal coger algún juguete para que pueda morder, ya que los primeros meses les duele la boca y pueden tener algo de ansiedad”, detalla. A esto se le puede añadir un comedero y bebedero, mejor de acero inoxidable, y, en el caso de que sea cachorro, los empapadores, un elemento muy útil hasta que el nuevo miembro de la familia aprenda a hacer sus necesidades fuera de casa.
“El perro es una especie social y lo que va a querer es estar donde tú estés. En realidad, grandes cambios en la casa no tenemos que hacer, lo que se debería pensar es que tienes un miembro más de la familia y el perro quiere estar con su grupo”, asegura Emo. A esto, Somolino añade: “Si hemos decidido que esté es para convivir con él”. Eso supone buscar espacios, tanto físicos como temporales, para la mascota y asumir que se necesitará una fase de adaptación, tanto de nosotros a ella como de ellla a nosotros.
Por eso, lo ideal es que esos elementos del kit básico se vayan refinando en función del carácter del animal y de las necesidades que se vayan percibiendo. Somolino pone un ejemplo: “Hay muchos tipos de cama, hay antiestrés, hay cunas, colchones… Hay animales que les encanta meterse como en un nido, así que mejor una cuna, y los hay que lo que quieren es coger la cama y llevársela a la habitación donde tú estés y para eso es mejor un colchón ligero; lo primero y más importante es conocer a tu animal”.
Lo mismo sucede con los juguetes, si se necesitan más o menos indestructibles, o con la elección entre el collar y el arnés. “Si no es nervioso, no se asusta y va tranquilo por la calle, es indistinto. Si tira, sin dudarlo un arnés antitirones [los que tienen la anilla de sujeción en el pecho], y si es un perro chiquitito que tira y que se nota que tose a veces, también arnés porque pueden sufrir de la tráquea”, resume Somolino.
Vínculo y enriquecimiento ambiental, mucho más que un paseo
Aunque obviamente no todo son necesidades materiales. “Si cogemos un cachorro va a necesitar también un apoyo emocional, un vínculo que se va a crear entre él y el nuevo tutor”, explica Emo, especialmente en los casos de cachorros destetados en períodos en los que aún deberían estar con la madre. “Un perro adulto va a tener su mochila de experiencias, muchas veces malas, y es importante tener en cuenta qué expectativa tenemos con ese animal”, sentencia. Muchas veces este tipo de perros llegan con miedos que se deben comprender para saber cuál es la mejor manera de ayudarlos.
Otra de las necesidades fundamentales que se deben tener en cuenta es la del llamado enriquecimiento ambiental. Se trata de una serie de medidas que buscan el bienestar del animal promoviendo conductas típicas de su especie como, por ejemplo, olfatear buscando comida escondida. Eso sí, hay que tener en cuenta las características propias del animal, también en función de la raza y la edad. Por ejemplo, un perro joven necesitará más estímulos que uno más mayor y una raza activa requerirá más tiempo de enriquecimiento. “El enriquecimiento ambiental es muy importante y va a ayudar en esas necesidades exploratorias. Se puede incorporar en juguetes que llevan alimentos como el LickiMat, el Kong o la alfombra olfativa”, explica Emo. Estos son la tríada de juguetes preferidos en lo que a enriquecimiento ambiental se refiere.
LickiMat es una marca comercial de esterillas de látex en la que se unta comida y cuyo diseño favorece que el animal la vaya sacando a lametazos. Según Juan Carlos Castilla, fundador del servicio de adiestramiento canino de Noblecan, esta forma de enriquecimiento ambiental “provoca la segregación de hormonas calmantes en el perro. La acción de lamer produce endorfinas, hormonas que calman a tu mascota y que ayudan a reducir la ansiedad a todos los niveles”.
El kong, también marca comercial, es un juguete de goma muy resistente y hueco, lo que permite que se introduzca comida en su interior que el perro va sacando mientras lo muerde y juega. Por su parte, las alfombras olfativas están hechas con tiras de tela de distinta longitud entre las que se esconden premios, normalmente alimenticios. Buscarlos favorece la calma y la concentración y, al utilizar el olfato, es un ejercicio que cansa mentalmente al perro, mucho más efectivo que un largo paseo lleno de carreras.
Eso sí, como resumen para hacer las cosas bien, ambas expertas consideran fundamental acudir a profesionales para informarse correctamente, tanto antes de la llegada del animal como durante, y olvidarse de los llamados consejos de pipican [los que se reciben de otros dueños en el parque]. “Es importante que la gente acuda a los especialistas. Si tuviesen una buena información, muchos de los problemas que tratamos no hubiesen aparecido”, sentencia Emo.
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