La historia de la marca gallega que quiere revolucionar la moda para perros

En 2015, Josep Pintor y Rosana Agrelo encontraron una perrita abandonada en su garaje. Era 19 de marzo, el día de San José, y por ello decidieron llamarla Pepa. Al vivir la pareja en Galicia pensaron que la nueva integrante de la familia necesitaría un impermeable para los días de lluvias copiosas, quizás un jersey también para el frío o una manta para resguardarse en el coche. Veterinario clínico y exdirectiva de comunicación vinculada a la moda de profesión, decidieron no conformarse con la oferta limitada y poco atractiva que ofrecía el sector para mascotas en España. “Todo lo que encontrábamos nos parecía horrible, desde las calidades hasta el diseño, pasando por la experiencia de compra. En aquel momento yo me encargaba del mercado americano en Carolina Herrera y viajaba a menudo a Estados Unidos. Me llamaba la atención lo integrados que estaban los perros en la sociedad y cómo cada vez el segmento de poder adquisitivo medio y alto invertía en ellos”, explica Agrelo a EL PAÍS.

Ahondar en ese nicho de mercado casi virgen en España les impulsó a crear The Painter’s Wife en 2017 como una marca de estilo de vida para dueños contemporáneos que pudiera acercar el lujo accesible a sus canes. “El número de mascotas en España ha experimentado un crecimiento espectacular [en el país, el número de perros y gatos supera al de menores de 15 años, según la Federación Europea de Alimentos para Mascotas en su resumen anual en 2021] y, poco a poco, esta tendencia está llegando al mercado, si bien los datos de consumo están muy lejanos a los que podemos encontrar, por ejemplo, en Alemania o el Reino Unido. Por poner un ejemplo, en España no está permitido llevar a tu perro a la mayor parte de los restaurantes, cuando en Alemania es bienvenido incluso en algunos supermercados”, reflexiona Agrelo. Presentes ahora en 20 países, además de su propio canal online, cuentan con más de 50 puntos de venta, tanto en tiendas premium para animales como concept stores y grandes almacenes para humanos (el londinense Harvey Nichols o el Palacio de Hierro en México, entre otros), con el Reino Unido y Japón como su mercado de mayor demanda.

La cercanía a Portugal, ”donde tenemos estupendos proveedores de tejidos con los que trabajar en proximidad”, explica, hizo posible, y sin moverse de Galicia, la implantación de su negocio íntegramente digital en el crecimiento súbito del llamado Pettech. Este mercado de la tecnología aplicado a soluciones relacionadas con el cuidado y el bienestar de los animales es un negocio de gran atractivo para cualquier start-up emergente, con la previsión de alcanzar en 2027 los 17.000 millones de euros a nivel global.

Buenas calidades, un patrón adecuado para diferentes tamaños y razas y, sobre todo, un innovador diseño basado en el color tanto para prendas de abrigo como otras livianas de algodón, fueron las herramientas con las que Agrelo y Pintor han conseguido despuntar en este incipiente sector. Y en donde el arte, incluso en su propio nombre, ha cumplido un papel muy peculiar. “The Painter’s Wife era el apodo que yo usaba en mis redes sociales. Si te fijas, pintor [painter, en inglés] es el apellido de Josep y siempre me pareció muy bonito ese nombre: la mujer del pintor. Además, en el momento de concebir el naming del proyecto tenía en mente todas esas imágenes preciosas que recordaba de pintores que me encantan con sus perros y también con sus parejas: Hockney, Pollock, Frida, Georgia O’Keeffe… Pensé en cómo los perros habían sido compañeros de mentes talentosas y siguen inspirando a muchos de mis artistas favoritos”, explica Agrelo.

Del recuerdo y su propio bagaje como historiadora de arte de formación surgieron, entre otros modelos, William, una distinguida capa en honor al artista William Wegman —conocido precisamente por sus composiciones fotográficas de perros— creada en poliéster reciclado y PVC, que repele el agua sin oprimir el movimiento del perro. O la camiseta de rayas marineras y manga francesa David, muy al estilo del artista David Hockney; al igual que la bolsa de viaje portaperros Constantin, inspirada en la obra del escultor Constantin Brancusi.

Las mujeres artistas también son reivindicadas. El impermeable Sarah, su superventas hasta la fecha, está producido en Portugal con poliéster reciclado procedente de plásticos de los océanos, redes de pesca y residuos de fibras textiles. Está inspirado en la misma prenda que llevan los pescadores de la Costa Atlántica y lleva el nombre de Sarah Morris, la artista británica conocida por sus pinturas geométricas. Su último lanzamiento invita a viajar hasta el Palazzo Venier dei Leoni de Venecia, donde Peggy Guggenheim vivió rodeada de sus perros y una prolífica colección de arte. El albornoz Peggy, fabricado en algodón orgánico y con capucha ajustable, es un homenaje a la filia que la mecenas estadounidense sentía por tomar el sol en esta residencia acompañada siempre de sus fieles mascotas. La colección se completa con una toalla, un poncho para humanos y guantes para secarlos después del chapuzón. “A Josep y a mí nos encanta hacer surf y Pepa siempre viene con nosotros, así que nos pareció una buena idea desarrollar una colección de toalla para toda la familia”, expresa Agrelo.

‘Pet owner matching’, el arte de vestir a juego con tu mascota

La idea de coordinar el estilismo entre perros y humanos que desarrolla una parte del catálogo de The Painter’s Wife ha pasado de ser una anécdota a integrarse en una tendencia en alza conocida como pet owner matching, en la que perros y dueños comparten prendas parecidas pero fabricadas a su propia escala. En la actualidad, existe una buena cantera de tiendas online dedicadas en exclusiva a este sector, con multitud de referencias como Match you pup o Dog THREADS. Pero no solo levanta interés entre el comercio online. Zara lanzó el pasado otoño en sus tiendas una colección de prendas de abrigo con chaquetas, chubasqueros, jerséis y gorros de punto para que perros y dueños pudieran ir perfectamente coordinados a pasear o tomar un café en las gélidas tardes de invierno.

Urban Outfitters expande su diseño urbano y juvenil hasta su colección para canes en forma de dúo de plumíferos y forros polares con estampado de leopardo y parches animados. La línea de H&M para mascotas también incluye prendas para perros de pequeñas dimensiones con un patrón y estilo muy parecido al de su colección para humanos, como una chaqueta (49,99 euros) y chaleco (19,99 euros) que comparten el mismo tejido guateado y corte oversize. ”Está claro que cada vez más gente busca prendas para sus perros que ellos mismos se pondrían“, asegura Agrelo. “El matchy [ir a juego] está ganando terreno, pero en Painter’s lo entendemos como un guiño en nuestras colecciones y no vemos la línea de humano como un lugar hacia el cual nos gustaría hacer crecer nuestro proyecto. Los perros son nuestra pasión y nuestra prioridad”.