Núcleo Nacional, el movimiento nacido en Ferraz en el que recalan los ultras de extrema derecha
Isabel Peralta y los hermanos Rico Olivares lideran un colectivo con aspiraciones políticas que se alimenta de las 1.500 cuotas mensuales de sus socios

Bastión Frontal, Hogar Social, Democracia Nacional, Skin Moncloa... grupos y subgrupos diluidos en los últimos tiempos han encontrado un nuevo puerto de extrema derecha en Madrid en el que recalar y sumar fuerzas para resurgir con nuevo ímpetu, espíritu muy joven y ambiciones políticas. Se han autodenominado Núcleo Nacional (NN), aunque el germen de este movimiento de extrema derecha surge —según fuentes policiales— en las protestas de Ferraz de noviembre de 2023, frente a la sede del PSOE. Entonces acuñaron el nombre de “Noviembre Nacional”. Hoy, dos años más tarde, tras una estudiada campaña de marketing y merchandising con la que han dado forma a su marca y rienda suelta a su estética de embozos y ropa negra ajustada, son ya 1.500 socios, según las mismas fuentes. “Muy jóvenes en su mayoría y que abonan una cuota de diez euros mensuales”, apuntan fuentes de los servicios de Información de la Policía. Tienen su “Nido” en Las Tablas, como han denominado al amplio local —con gimnasio incluido— en el que lucen su simbología, convocan a sus actuales y potenciales adeptos y abultan la musculatura de sus cuerpos.
En estos dos años han abierto otras dos delegaciones —en Barcelona y Valladolid— y pretenden abrir próximamente otras dos en Marbella y Asturias. Tienen plena voluntad de crecimiento, liderados por una mujer, la neonazi Isabel Peralta (ex de Bastión Frontal), y por Iván Rico Olivares, a quienes no se les conoce más oficio que el proselitismo, según fuentes policiales. En las redes —su medio natural— son jaleados con mensajes y vídeos por David Rico Olivares (hermano de Iván), el cantante Alberto Pugilato o el youtuber David Santos. Los hermanos Rico Olivares, hijos de un exconcejal del PP, son muy activos en redes, pero mantienen un perfil mucho más discreto en la vida real, residiendo en un pueblo de Guadalajara próximo a Madrid, según concretan las mismas fuentes.
En su empeño de encontrar un espacio político con el que participar del sistema “para dinamitarlo desde dentro”, los jóvenes de Núcleo Nacional han coqueteado intensamente con los históricos de Falange, al tiempo que se han alejado de los ultras del fútbol y de sus hinchadas más radicales, a quienes no quieren en sus filas.

Esta semana del 20-N, coincidente con los 50 años de la muerte de Franco, se sumaron a la manifestación del pasado viernes por la noche convocada por Falange, según apuntó la policía. La protesta fue desautorizada en un primer momento por la Delegación de Gobierno de Madrid y autorizada posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia. El eslogan de la convocatoria era un pupurrí de su ideario: “Por las víctimas de la dana; por las víctimas de la gestión sanitaria; por las víctimas de la violencia inmigrante; por las víctimas del terrorismo; por las víctimas del aborto y la eutanasia; y por las víctimas en accidentes de trabajo”, rezaba la propaganda difundida a través de sus canales oficiales en redes sociales.
Delitos de odio y amenazas de muerte
La marcha, que arrancó en las inmediaciones de la sede del PP en la calle Génova, culminó de nuevo en la sede del PSOE de Ferraz. Allí, los cerca de 700 asistentes profirieron cánticos xenófobos y duros eslóganes contra el presidente Pedro Sánchez (“Pedro Sánchez, tiro en la nuca”), susceptibles de ser investigados judicialmente como delitos de odio o amenazas de muerte. Una posibilidad que estudia el Gobierno.
Este mes de noviembre estaba marcado en rojo en el calendario de Núcleo Nacional y sus líderes e integrantes se han movilizado de manera muy activa y protagonizado algunos altercados, como la manifestación del pasado 8 de noviembre, cuando cruzaron el Paseo del Prado de Madrid camino de las Cortes con una pancarta en la que se leía “White Lives Matter” (“Las vidas de los blancos son importantes”, en contraposición al eslogan antirracista: Black Lives Matter") y carteles con mensajes del tipo: “Remigración” o “Moros, fuera de España”. Esa noche la marcha acabó con cargas de los antidisturbios.
Esta semana, en su afán por engrosar el número de socios de su asociación y sus ingresos, difundían una nueva cita para este sábado a las seis de la tarde: “Reunión de nuevos militantes y afiliados de Núcleo Nacional”.
A las 18.00 acudieron unos 50 chicos jóvenes —entre 18 y 35 años— a “El Nido”, su amplio local ubicado en el barrio de Las Tablas, al norte de Madrid, que todavía está a medio reformar. Lo abrieron en junio y tiene gimnasio porque la salud y el ejercicio, dicen, es uno de sus valores fundamentales. Cuenta también con una biblioteca adornada con un cuadro de Hitler, una sala de reuniones que hace aún las veces de almacén, y otra más amplia de conferencias con terraza y una barra de bar donde también venden camisetas y pulseras del grupo.
Los discursos los dan allí, este sábado ante un auditorio compuesto en su inmensa mayoría por chicos jóvenes (solo cuatro mujeres, contando con Peralta), vestidos de negro. Durante el speech, con el que quieren dejar las cosas claras a aquellos que se han acercado por curiosidad o simpatía, se habla de la raza, de la inmigración como el mayor problema de la Europa actual y de la necesidad de filtrar mejor a sus militantes para evitar problemas con la policía o hacer el ridículo delante de los medios de comunicación que se dirigen a ellos en sus movilizaciones.
Una comunidad de superhombres
La idea del colectivo, según cuenta la propia Peralta, es crear una comunidad de “superhombres” que esté dispuesta a morir por la patria y sus camaradas, disciplinada en el trabajo, en el gimnasio y en los estudios.
Son conscientes de la importancia de intelectualizar su discurso y, para poder defender con argumentos sus ideas, todas las semanas hacen allí un club de lectura en el que comentan libros que tratan temas de ideología fascista, falangista, franquista o, como prefieren denominarla, nacionalsocialista. Peralta, fiel defensora de la Alemania nazi, quiere organizar un encuentro en el que se lean algunos de los libros que Hitler ordenó quemar para, comenta, entender por qué se mandó hacerlo.

A lo largo de la charla de este sábado, también remarcaron ante sus nuevos militantes sus diferencias con Vox. Señalaron que, pese a que tienen ideas parecidas respecto a la inmigración, no ocurre lo mismo con la raza. “Somos racistas o racialistas”, admitió Iván Rico. Acusaron de tibio al partido que no hace tanto irrumpió en las elecciones acusando al PP de ser “la derechita cobarde”. Su idea, comentan, es ir en contra del sistema, contra la Constitución y la democracia. Sin embargo, reconocen, en sus planes está formar algún día, no dentro de mucho, su propio partido político para acabar desde dentro con aquello que detestan. “Hay que se conscientes de que cuando intentas acabar con el sistema el sistema también intenta acabar contigo”, advierte Peralta.
Más allá de estas reuniones públicas y publicitadas, de sus acciones más efectistas con las que buscan visibilizarse y de su actividad en las redes, Núcleo Nacional realiza un trabajo oculto en los barrios y en las asociaciones de vecinos, principalmente en aquellas en las que hay un mayor porcentaje de población inmigrante o centros de acogida, como es el caso del distrito de Hortaleza. Ahí es donde transmiten y blanquean su ideario antimigración, buscando aglutinar el descontento de la inseguridad en el vecindario. En los últimos tiempos, también se están abriendo a Europa, reuniéndose con movimientos homólogos de países como Austria, Polonia, Bulgaria, Hungría... Su objetivo: fortalecerse ampliando y amplificando la corriente de ultraderecha que recorre el continente europeo.
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