Detenido un cabecilla de Democracia Nacional y otros tres ultras por altercados durante las manifestaciones en Ferraz

Agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid han detenido este jueves a Pablo Lucini, líder y portavoz del partido de ultraderecha Democracia Nacional en Madrid, y a otros tres miembros de ese movimiento neonazi, acusados de desórdenes públicos al participar en las protestas que se han desarrollado desde el pasado 2 de noviembre en las inmediaciones de la sede del PSOE en la calle Ferraz de la capital. Según los investigadores, que han realizado un minucioso visionado de las cámaras de seguridad de la zona, los detenidos arrojaron objetos contra los agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) que trataban de disolver las concentraciones en contra de la Amnistía promovida por el Gobierno, y muchas de las cuales han terminado con una batalla campal entre algunos asistentes encapuchados violentos y la policía.

Desde la formación ultraderechista la reacción no se ha hecho esperar y en su propia cuenta de X (antes Twitter) han publicado: “Acaban de llevarse detenido a Pablo Lucini, delegado de DN Madrid. La Brigada de Información se ha dirigido a su domicilio y ha practicado la detención. La represión no va a frenar la revolución. ¡Pablo Lucini, al igual que el resto de patriotas, LIBERTAD!”

La operación policial continua abierta y se prevén nuevas detenciones, según fuentes de la investigación. El líder de la formación neonazi, Pedro Chaparro, detenido por el ataque al Centro Cultural Blanquerna en Madrid en septiembre de 2013, por lo que fue condenado a casi tres años de prisión, ha estado asistiendo disciplinadamente también a las protestas de Ferraz. Democracia Nacional es un partido neonazi que nació en 1995 y que nunca ha tenido representación parlamentaria porque apenas cuenta con unos miles de afiliados, según sus propios dirigentes. Al igual que otros grupúsculos de ultraderecha ha emergido al calor de la polarización y la crispación política en España y se ha sumado a las protestas contra el Gobierno y la Amnistía. Pablo Lucini es la cara visible de ese movimiento ultra en Madrid.

Las concentraciones comenzaron días antes de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, con un seguimiento irregular que alcanzó su pico el 9 de noviembre, con unos 8.000 manifestantes. La policía ha realizado en estos 20 días de protestas un total de 76 detenciones, de los que algo más de la mitad han pasado a disposición judicial y el resto ha quedado en libertad.

Las inmediaciones de la calle Ferraz continúan siendo el epicentro de las protestas noche tras noche. Según datos de la Delegación de Gobierno, los manifestantes han ido descendiendo en los últimos días, si se compara con el inicio de las mismas a principios de noviembre. Este miércoles, por ejemplo, salieron a manifestarse 800 personas, mientras que el pasado domingo fueron 1.500, y a principios de noviembre cerca de 9.000.