Ayuso contra Ayuso: de ver “aberrante” abortar sin permiso con 16 años, a apoyarlo después o mandar a las mujeres a hacerlo en “otro lugar”
La líder ha pasado de defender que el PP caminara de la mano de la sociedad en tiempos de Cifuentes a definir la interrupción voluntaria del embarazo como “un fracaso y no un derecho” tras llegar al poder


La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), se negó el jueves a cumplir la ley creando un registro de sanitarios objetores al aborto (“no voy a hacer una lista negra de médicos nunca”, dijo en la Asamblea), y dejó una de esas frases que persiguen a un político durante toda su vida: “No se va a señalar a nadie por abortar, pero tampoco por dejar de hacerlo. Y no se va a señalar a ningún médico por practicar un aborto, o por no querer practicarlo. ¿Le parece poco? ¡Pues váyanse a otro lugar a abortar! (...)”, le espetó a la oposición de izquierdas. Sin embargo, nadie puede dar por seguro que esa sea la opinión definitiva de la baronesa en este asunto. Su discurso sobre el aborto ha sido un ir y venir constante desde que se asomó a la vida pública.
La hemeroteca descubre a muchas Ayusos. Incluso muestra a Ayuso contradiciendo a Ayuso. Porque hubo una Ayuso progresista, en tiempos de Cristina Cifuentes (presidenta regional entre 2015 y 2018). Una Ayuso que se abrió paso hasta la primera línea política defendiendo a Vox desde el PP (como vicesecretaria de comunicación). Una Ayuso que intentaba contentar a todos (la candidata de 2019). Una asentada y libre de dependencias de otros partidos (la de 2022 que defendió el derecho de las chicas de 16 años a abortar sin pedir permiso a su familia). Y ahora hay una Ayuso plena, que galopa al lomo de su mayoría absoluta mientras intenta evitar que la alcance el crecimiento de Vox en las encuestas.
“Ayuso es la mayor experta en disfrazarse de Vox”, ironiza un político con galones en el partido de extrema derecha para explicar la apuesta de la líder conservadora por endurecer su discurso. Este es un repaso de lo que ha dicho sobre el aborto.
“El PP tiene que avanzar con la sociedad”. Durante el trienio de Cristina Cifuentes al frente de Madrid (2015-2018), Ayuso se entrena como portavoz en tertulias televisivas nocturnas. Una de ellas es la de El gato al agua. Un programa ultraconservador en la que la política del PP aparece como la voz de la moderación. “¿Quién le iba a haber dicho al PP hace 15 años que ahora iba a poder hablar de temas como la eutanasia, el aborto o el matrimonio homosexual?“, se pregunta en una ocasión. ”(...) La sociedad avanza y el PP tiene que avanzar, y así está haciendo con ella”, sigue. “¿Qué tiene de bueno? Que esto nos hace ser un partido de mayorías, pero con sus dificultades, como puede ser muchísimas veces ponernos a todos de acuerdo en cosas tan difíciles y personales como el aborto".
¿Sabías que hubo un tiempo en que ISABEL DÍAZ AYUSO no escuchaba voces cristofascistas en su cabecita loca, no usaba un pinganillo que le establecía línea directa con MAR, no era una desquiciada macarra y defendía un debate abierto en la sociedad sobre el aborto y la eutanasia? pic.twitter.com/o6dqzzgh9C
— GUILLERMO GUIJARRO (@remerikos) October 9, 2025
El aborto “no es un derecho de la mujer”. Con el giro conservador de Pablo Casado, nuevo líder del partido, Díaz Ayuso aprovecha el final de 2018 y el principio de 2019 para postularse como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, en detrimento de Ángel Garrido. Sus entrevistas en televisión, defendiendo la alianza con Vox, dejan huella. En EL PAÍS deja claro que, a su juicio, el aborto “no es un derecho de la mujer”. “Mi madre sufrió muchos abortos, algunos de embarazos muy avanzados y puso su salud en riesgo para tenernos”, argumenta. “Me preocupa que nunca se considere al padre y que se use casi como método anticonceptivo. No criminalizo a nadie, pero un porcentaje muy alto son de inmigrantes o mujeres sin recursos que lo hacen por segunda vez o tercera vez. Faltan educación y ayudas de verdad. El problema más importante de España es la baja natalidad”.
La hoy presidenta ha vuelto muchas veces a esos conceptos, reelaborándolos hasta decantarlos en la que ha sido su frase comodín sobre el aborto durante muchos años: “El aborto no es un derecho, ni tampoco es un delito, es un fracaso”.
“Que cada mujer decida qué quiere hacer”. La designación como candidata a la presidencia regional, en 2019, somete a Díaz Ayuso a un escrutinio al que no está acostumbrada. Protagonista de una y mil polémicas desde el primer minuto, intenta evitar la del aborto.
Cuando en Onda Cero la preguntan sobre la posibilidad de cambiar la ley del aborto, procura evitar el charco (“Es un avispero, hagas lo que hagas está siempre complicándose”), aunque acaba diciendo que la ley aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, centrada en los plazos y no en los supuestos, como hasta 2010, “ofendió a mucha gente”.
En una entrevista con EL PAÍS, se mueve en la indefinición cuando se le cuestiona sobre lo que piensa del aborto o la eutanasia, intentando evitar el error, en modo candidata electoral: “En mi caso resulta difícil definirme. Existe un espacio amplio entre lo que quiero para los demás y para mí. Este es un partido amplio y heterogéneo. Sé qué haría yo, pero no deseo imponérselo a otros. Respecto al aborto, soy partidaria de que cada mujer decida que quiere hacer con su vida (...)”.
De decir en 2019 que es “aberrante” abortar sin consentimiento parental con 16 años, a señalar en 2022 que en ese caso hay “que abortar, desde luego”. Corre abril de 2019, asoman ya las urnas, no pintan bien las encuestas, y Díaz Ayuso empieza a elevar el tono. “Evidentemente, no quiero abortos”, dice durante una entrevista con La Razón. “Como mujer, ¿qué opina de que una chica de 16 años pueda abortar sin informar a sus padres?“, le preguntan. ”Como madre lo vería aberrante. Debe ser una decisión dentro de la familia para ver cómo salir adelante".
Tres años después, en 2022, Ayuso desata una crisis en el PP por decir justo lo contrario. Ocurre durante una entrevista en Onda Cero. Si una joven de 16 o 17 años quiere abortar, ¿debe poder hacerlo aunque sus padres estén en contra?, le vienen a preguntar. “Yo creo que tiene que abortar, desde luego. Una vez que una mujer tiene claro que no quiere salir adelante con ello, y lo tiene claro, creo que no puedes obligar a nadie a llevar una vida contraria a la que desea”, contesta. “(...) ¿Cómo decirle a una mujer que viva como no quiere?”.
Contra el “totalitarismo de la cultura de la muerte”. Ayuso llega al esprint final de la campaña de 2019 sabiendo que se juega convertirse en la primera candidata del PP que pierde unas autonómicas madrileñas desde 1986 (lo que finalmente ocurre, pues gana el PSOE de Ángel Gabilondo). Tiene un mitin compartido con Casado. Y ahí asegura que desde el PP se va a combatir el “totalitarismo de la cultura de la muerte que siempre se presenta como solución a todo” con lo que se “va a dejar de hablar de Guerra Civil, aborto y eutanasia”.
Un posicionamiento contrario al aborto que ya había mostrado en una entrevista televisiva: “Pido que dejen a las mujeres, y a sus parejas, y a su entorno, tranquilas [sic] a la hora de tomar o no esa decisión, porque muchas veces son presionadas a hacerlo“.
De apoyar el registro de objetores a boicotearlo. El pasado diciembre, todas las regiones apoyaron la creación de un protocolo para impulsar el registro de objetores de conciencia al aborto durante la reunión del Consejo Interterritorial de Salud. También Madrid, representada en la cita por la consejera del ramo, Fátima Matute. El viernes 3 de octubre, esta doctora afirmó que el Ejecutivo madrileño cumpliría con la lista de objetores del aborto, aunque la calificó como “inútil” y “punitiva”. Menos de una semana después, Ayuso la enmendó por las bravas: “No voy a hacer una lista negra de médicos nunca”, dijo en la Asamblea. Después, remató su argumento: “Cada año se abortan en España a 106.000 personas (...) Me parece un fracaso como sociedad, porque en la mayoría de casos se podía evitar”.
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