Almeida pondrá marquesinas en el intercambiador de Cuatro Vientos, aunque son insuficientes para los ecologistas y la oposición
Tras ocho meses de obras en la A-5, que han desviado 17 líneas de autobuses hasta este intercambiador provisional, el ayuntamiento finalmente hará algo para combatir las inclemencias del tiempo


Ocho meses después de que comenzaran las obras en la A-5, el Ayuntamiento de Madrid por fin ha respondido a las quejas de los usuarios y ha comenzado a instalar este lunes las nuevas marquesinas en el intercambiador provisional de Cuatro Vientos donde poder refugiarse del sol y del calor agobiante. Las 12 nuevas marquesinas no solo llegan justo después de que haya terminado una larga ola de calor de 16 días ―y la segunda del verano―, durante la cual las temperaturas subieron a más de 40 grados en Madrid, sino que la cantidad es insuficiente y no solucionará el problema que viven unos 20.000 viajeros a diario, según ha señalado Ecologistas en Acción y la oposición al alcalde José Luis Martínez Almeida.
Desde que comenzaron los trabajos en la autovía, hasta Cuatro Vientos se trasladó la cabecera de 17 líneas de autobuses interurbanos de la EMT que antes morían en Príncipe Pío, a 10 kilómetros de distancia. Hasta el momento, miles de pasajeros deben esperar por el transporte público en una zona al aire libre que apenas tiene vegetación o sombra. El Ayuntamiento ha informado de que este “plan de reacondicionamiento y organización de la zona” incluirá, además de las necesarias marquesinas, “la instalación de aseos, suministro de agua, iluminación y personal de apoyo para los viajeros, y máquinas para la compra de bebidas”.
Juan García, portavoz de Ecologistas en Acción, una asociación que ha sido muy crítica con las obras de la A-5 y sus consecuencias desde el inicio, al conocer la noticia ha aclarado que las medidas son “irrisorias” y que solo significan “un atropello ambiental y social”. Cuatro Vientos ya cuenta con 15 marquesinas, pero ni con una decena más, a juicio de los ecologistas, será suficiente para resguardar a los miles de usuarios que transitan por el intercambiador a diario, y que lo seguirán haciendo durante los dos años que durarán las obras.
“Tras nueve meses casi del inicio de las obras, se les ocurre que hay que hacer algo en Cuatro Vientos y desvirtúan la palabra ´intercambiador´por una chapuza de colocación de chamizos o marquesinas en la casi veintena de paradas de autobuses verdes”, comenta García. El ecologista señala, además, que las obras del soterramiento se estuvieron evaluando por casi una década y que durante todo ese tiempo nadie pensó “en adecuar mínimamente este lugar de transbordo”.
Ignacio Benito, concejal del Psoe, asegura que su partido lleva “meses y meses” pidiendo mejoras en Cuatro Vientos tanto en el pleno del distrito como en las comisiones del área y en los consejos de la administración de la EMT. “Han esperado al último día de la ola de calor más larga que recuerda nuestra ciudad, en el verano más caluroso, para hacer este anuncio, que llega tarde e insuficiente”, señala.
El Ayuntamiento está seguro de que estos nuevos elementos que planea instalar en Cuatro Vientos “mejorarán las condiciones de seguridad, confort y protección de los viajeros mientras esperan al autobús tanto en verano como en invierno”, aunque la temporada estival ya está más cerca que lejos de terminar. La EMT instalará además “dos refugios adicionales”, una especie de pérgolas gigantes, donde los viajeros podrán refugiarse de las inclemencias del tiempo, y la colocación adicional de aseos en la zona, presumiblemente portátiles, de los que “ya se están tramitando los suministros necesarios para su correcto funcionamiento”. Además, el intercambiador contará con un nuevo servicio de apoyo e información del servicio de atención al cliente de la EMT de 07.00 a 23.00.
Uno de los reclamos de Ecologistas en Acción y de la oposición es que los autobuses vuelvan a Príncipe Pío a pesar de las obras en la A-5. Señalan que, mientras los viajeros deben aglomerarse a la intemperie en Cuatro Vientos para esperar el autobús, el intercambiador de Príncipe Pío se ha quedado prácticamente inutilizado, aunque abierto. “Se cierra el magnífico intercambiador de buses de Príncipe Pío con solo acceso del bus 33 que conduce al zoo y muchos viajes sin pasajeros y cada 20 minutos”, dice García.
Benito coincide en que la solución a los problemas de Cuatro Vientos pasa por llevar los interurbanos a Príncipe Pío. “El problema es que Almeida se niega a poner un carril bus hasta allí, como pedimos nosotros”, señala. “Así se da la paradoja de que se permite al usuario del vehículo particular llegar hasta el centro de la ciudad, mientras se obliga al del transporte público a quedarse a las afueras, en medio de ninguna parte”.
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