El plan perfecto para olvidar el invierno en Madrid empieza en una azotea

A finales de febrero, los almendros florecen y el sol se despereza. Madrid comienza a animarse con planes que permiten disfrutar del aire libre: un cóctel al atardecer en Doñaluz, una noche muy divertida en Pensión Mimosas o una comida entre amigos en Insurgente, en el Mercado de Chamberí. Con los días alargándose poco a poco, la ciudad invita, al menos durante unas horas, a aprovechar la luz y a dejar atrás el invierno para imaginar los meses que están por venir.

Una pensión donde tomar los mejores cócteles

Pensión Mimosas (en la calle del Marqués Viudo de Pontejos, 9) es el nuevo lugar viral en TikTok. Con una coctelería creativa y un concepto fresco, este espacio apuesta por ofrecer algo muy diferente: una alternativa para los curiosos que buscan una experiencia única en la ciudad. “Pensión Mimosas es un gran reto creativo. Nadie tiene una experiencia similar al entrar por la puerta del local”, asegura Marc Álvarez, el fundador.

Desde su apertura, el bar no ha dejado a nadie indiferente. “Debemos dar un enorme agradecimiento a todo el público de la ciudad, que se ha volcado estos días para venir a vernos y disfrutar de nuestra magia”, subraya Álvarez. La coctelería sorprende a sus visitantes desde la entrada con su famosa patrona, la anfitriona del lugar, quien recibe a cada huésped entre chistes y gritos.

Entre sus cócteles imprescindibles destacan el bluemilk, un trago inspirado en Star Trek que mezcla sabores tailandeses con la textura de una piña colada, pero con un toque galáctico. También se encuentra una versión particular de La Paloma, el clásico de tequila con soda de pomelo al que se le ha añadido un polo helado de mango con tajín y sal. “Queremos ofrecer una coctelería fresca, divertida y llena de sabor”, subraya el fundador.

Pensión Mimosas es el lugar ideal tanto para arrancar la tarde con un cóctel como para terminar la noche en su planta subterránea, ambientada como un spa, un espacio que sorprende a todos.

El rincón latinoamericano que arrasa en Chamberí

Insurgente, en el Mercado de Chamberí (en la calle de Alonso Cano, 10), se ha convertido en un fenómeno gastronómico en pocos meses. Con colas que se extienden alrededor del mercado, este puesto ha captado la atención de los foodies madrileños.

La experiencia perfecta en Insurgente consiste en ir con amigos, pedir una botella de vino y degustar toda la carta. Genaro Celia, uno de los fundadores, tiene clara la razón de su éxito: “Creemos que la gastronomía debe compartirse y disfrutarse”. Las colas son largas, pero la espera vale cada bocado. “No sabíamos cuánta gente vendría ni si regresarían, pero la acogida ha sido increíblemente positiva”, explica el emprendedor.

Detrás de Insurgente están el propio Celia, de 32 años y natural de Colombia, y Agustín Mikilevich, argentino de 28. Ambos son chef con amplia experiencia en hostelería, por lo que han creado una carta que combina influencias de varios países, desde las empanadas argentinas hasta el pan bao, su plato estrella. Según explica Agustín: “Es un bao casero con brisket cocinado a baja temperatura, leche de coco, naranja y especias. Nunca pensamos que sería nuestro plato más solicitado”.

La carta también ofrece croquetas, mollejas, panceta y platos como la milanesa argentina o el pan de queso brasileño. Los comensales pueden disfrutar de sabores tradicionales con un toque creativo que sorprende y conquista paladares. “Queríamos algo auténtico, sin pretensiones, y dar buena comida a un precio justo”, resume Celia.

La azotea latina que ilumina la capital

Doñaluz (en la calle de la Montera, 10) es una azotea con vistas privilegiadas a la Puerta del Sol. La terraza está climatizada, por lo que es ideal para disfrutarla incluso durante el invierno. Un responsable del local comenta que su objetivo ha sido crear un espacio que fusionara la calidez latinoamericana con la energía cosmopolita de Madrid.

La azotea se ha consolidado como el lugar perfecto para disfrutar de cócteles exclusivos. Entre los favoritos destacan el doña luz sour y la mezcalita habanero, que combina mezcal ahumado con toques tropicales.

Para quienes visitan Doñaluz, se recomienda realizar un recorrido previo por el Madrid de los Austrias o un paseo por la Gran Vía para culminar con un cóctel al atardecer en su terraza. También ofrecen cocina latinoamericana como el ceviche de corvina tradicional, tequeños y la cachapa rellena de rabo de toro, en la que fusionan sabores venezolanos con el carácter meloso del guiso español. Con un horario variado y un ticket medio de entre 30 y 40 euros, los fines de semana se anima bastante, por lo que se recomienda reservar con antelación.