Irregularidades democráticas en el Colegio de Médicos de Madrid
La justicia debe proteger el derecho de cada uno de los miembros de la candidatura ganadora y el del colectivo de médicos a ser representados por quienes eligieron democráticamente
![El Gran Anfiteatro de la sede del Colegio de Médicos de Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FKRKPDMV55HZ5CTEWPAWVM4D44.jpg?auth=9c4661e54efd0dc4cb849ce6c6e0c37380ae5602e8147e45e46864294ba9f71d&width=414)
El artículo 36 de la Constitución dicta que “la estructura interna y el funcionamiento de los Colegios deberán ser democráticos.” El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, Icomem, se encuentra en una situación sin precedentes debido a una resolución injustificable y carente de base legal clara. La Comisión de Recursos del Colegio, en su resolución del 14 de enero de 2025, anuló la proclamación del Dr. Tomás Merina Ortega como candidato electo, pero sin afectar al resto de los integrantes de su candidatura, “Icomem para todos”. Sin embargo, y de forma inexplicable, ninguno de los miembros de la candidatura ha podido tomar posesión de sus cargos.
Una decisión que se produce a destiempo
Sorprendentemente, la resolución de la Comisión de Recursos fue emitida después de las elecciones y después de que la Junta Electoral proclamara oficialmente ganadora a la candidatura del Dr. Merina. El proceso electoral transcurrió sin impugnaciones hasta que se conocieron los resultados, lo que pone en duda la imparcialidad de la decisión tomada.
Si la Comisión de Recursos consideraba que existían problemas, debería haber actuado antes de las elecciones y del pronunciamiento de la Junta Electoral, no después. Permitir que el proceso avanzara hasta su conclusión y después intentar anular el resultado para favorecer al que ha perdido, es un atentado a los artículos 9.2, 23.1, 36 y 103.1 de la CE.
Los integrantes de ‘Icomem para Todos’ deben asumir sus cargos
La resolución no impugna ni invalida la idoneidad del resto de los miembros de la candidatura, por lo que no hay ningún obstáculo legal para que el resto de la Junta Directiva electa tome posesión de sus cargos y comience a trabajar en la dirección del Icomem.
Independientemente de lo que resuelvan los tribunales en relación con el caso del Dr. Merina, los otros 10 integrantes de la candidatura están plenamente habilitados para asumir sus funciones y deben hacerlo. En base a los Estatutos del Icomem la actual Junta Directiva en funciones tiene caducadas todas sus potestades, al igual que la propia Comisión de Recursos.
Una decisión que compromete la legitimidad del Icomem
La decisión de impedir la toma de posesión de la candidatura ganadora genera un precedente peligroso para los colegios profesionales y para la confianza en sus propias instituciones. Si se permite que resoluciones administrativas posteriores a unas elecciones puedan modificar o anular el resultado verificado por la Junta Electoral, se abre la puerta a futuras injerencias que ponen en riesgo el carácter democrático de los colegios.
El Icomem está socavando no solo su propia credibilidad sino la del resto de los colegios profesionales, convirtiendo a la institución en un campo de maniobras políticas que nada tienen que ver con la representación de los médicos de Madrid.
Justicia y respeto del voto de los colegiados
El Dr. Merina ha interpuesto un recurso contencioso administrativo para impugnar la resolución que anuló su proclamación, así pues, se están utilizando todas las vías legales para revertir esta situación. Pero mientras se resuelve su caso, el resto de la Junta Directiva ganadora debe asumir sus funciones de inmediato.
La justicia no solo debe proteger los derechos del Dr. Merina, sino también el derecho de cada uno de los miembros de la candidatura ganadora y el derecho colectivo de los médicos de Madrid a ser representados por la candidatura que ellos eligieron democráticamente.
La Comisión de Recursos debe rectificar y permitir que los elegidos asuman sus responsabilidades, garantizando que el Colegio siga funcionando de acuerdo con la ley y sus Estatutos y con el respaldo de los médicos colegiados, tal es el espíritu de nuestra Constitución.
Sin duda en todo esto hay lesiones, responsabilidades legales y rendición de cuentas.
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