El alcalde Almeida y el ministro Puente firman una tregua de hora y media

El ministro de Transportes, Óscar Puente, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han aparcado durante hora y media los ataques y desprecios mutuos que intercambian desde hace semanas y se han reunido este jueves en la sede del ministerio. El encuentro, convocado para acercar posiciones sobre la gratuidad de la autopista R-5 durante las obras de soterramiento de la A-5, ha terminado sin acuerdo en este tema, pero con “voluntad de colaborar”, ha dicho a la prensa el secretario de Estado José Antonio Santano, que ha estado presente en la reunión. Almeida, que ha acudido a la cita acompañado por su mano derecha, el delegado de Movilidad, Borja Carabante, cree que es un momento para “celebrar” que se haya abierto “un nuevo canal de comunicación” entre ambas administraciones.

El plan de movilidad que impulsa el Consistorio trata de paliar los problemas de tráfico que se generen con las obras de soterramiento de la A-5, desde enero hasta al menos diciembre de 2025. Almeida pretende que el Gobierno central asuma la gratuidad de la autopista de peaje R-5, por donde planea desviar los vehículos. Todavía no hay acuerdo al respecto.

A la salida de la reunión, el alcalde ha dicho que el ambiente ha sido “cordial” y que ambos mandatarios han aparcado sus diferencias “por lealtad institucional”. Almeida ha ofrecido al ministro el apoyo del Ayuntamiento “para las distintas cuestiones que puedan surgir” en un comité técnico que crearán para acercar posiciones. El alcalde ha prometido a Puente que va a hacer refuerzos en la Empresa Municipal de Transporte.

Puente, por su parte, no ha hecho ninguna declaración. Ha delegado en Santano, que ha trasladado que el ministerio valora reforzar las plazas en la línea de Cercanías C-5, que transcurre en paralelo al tramo de la autovía cortado por las obras. De momento, se ha anunciado un refuerzo inicial del 15%.

El encuentro ha evidenciado un cambio de tono en la vida política madrileña. En cuestión de tres semanas, el alcalde se ha visto con dos ministros de Pedro Sánchez. Lo hizo primero con la ministra de vivienda, Isabel Rodríguez, a finales de septiembre y este jueves con Óscar Puente. El resultado, sin embargo, es bastante desigual. Mientras que con Rodríguez se impulsó la puesta en marcha de la Operación Campamento para la construcción de casi 10.700 viviendas ―muchas de ellas públicas―, con Puente aún no hay acuerdo. El alcalde está siendo más cauto y no hará valoraciones hasta que lleguen a un punto común los técnicos, por un lado los municipales y por otro los de Renfe y Adif. La reunión marcó un punto de inflexión después de años de reproches e insultos, intensificados en los últimos meses.

La entrevista entre Almeida y Puente forma parte de las tres reuniones sobre la A-5 que el alcalde ha mantenido esta semana, tras el inicio oficial de las obras de soterramiento. El lunes hubo un encuentro técnico convocado por el Consorcio General de Transportes de Madrid para hablar del plan de movilidad y el martes se reunió con la alcaldesa socialista de Alcorcón, Candelaria Testa. Este jueves, Almeida afrontaba el careo más espinoso, debido a las malas relaciones entre el ministro y el alcalde.

Al margen del posible acuerdo, la incertidumbre este jueves estaba en ver si habría o no fotografía entre los dos enemigos íntimos, que se tienen bloqueados mutuamente en redes sociales y que en los últimos 11 meses han intercambiado numerosos ataques. Los dos han posado para una foto antes de empezar su diálogo. Sin embargo, no se dieron la mano.

A lo largo del año, Almeida ha acusado a Puente de “ingesta de sustancias”, lo ha llamado “macarra” y “Torrente de Serie B”. Por su parte, Puente ha respondido acusando a Almeida de “falta de transparencia” en las obras de la A-5, “lo que dificulta la colaboración”. El enfrentamiento entre ambos viene de lejos. Ya se cruzaron reproches a través de Twitter en 2020, cuando Puente era alcalde de Valladolid y criticó por chapuceras las obras de renovación de la Puerta del Sol. Una contienda que ha vivido este jueves una tregua de escasos 90 minutos.