Una menor, rescatada en el metro de Madrid por el “maltrato físico y control total” de su marido y su familia
La chica, de 16 años, había huido de un centro de acogida en Sevilla para casarse con un chico de Vicálvaro al que había conocido por Instagram
El lunes 9, una mujer se dirigió al metro de Vicálvaro, en el distrito del mismo nombre de Madrid, y se encontró a una chica muy joven llorando desconsolada en el andén. Se acercó a ella, le preguntó qué le sucedía y si le podía ayudar. Y la chica le contó que se había escapado. Había huido de una casa en la que, según relató, la maltrataban físicamente y la sometían a un control continuo y férreo. Los que sujetaban el látigo eran su marido y sus familiares. La chica era menor, tenía 16 años, y no era la primera vez que escapaba.
En su corta vida, la huida había representado ya una opción para ella. Poco tiempo atrás, la habían ingresado en un hogar de acogida en Sevilla. Se llamaba Villa Elvira Asociación Paz y Bien y estaba en la localidad de Alcalá de Guadaira. Empezó a vivir allí porque había denunciado a su madre por violencia doméstica y su padre era incapaz de hacerse cargo de ella por “problemas psicológicos”, precisan fuentes policiales.
Pasaba el tiempo en el centro y la niña se volcó en sus redes sociales. A través de su cuenta de Instagram, empezó a intercambiarse mensajes con un chico un año mayor que ella, que era de Madrid. La relación se fue afianzando y él la convenció de que, para seguir juntos, tenía que mudarse a su ciudad. La niña consiguió que los 500 kilómetros que les separaban desaparecieran y se trasladó a la capital. Pero lo que encontró al llegar, no fue lo que ella creía.
Cuando se instaló en Madrid, la familia del chico organizó una boda por el “rito gitano”, en palabras de la chica a los agentes que la atendieron. Tras la celebración, empezó su pesadilla. La víctima asegura haber sufrido “maltrato físico y control total” tanto por parte del chico como de su familia. “Llegó a un punto en el que no la dejaban salir de casa, ni siquiera para ir a la farmacia, donde ella quería comprar píldoras anticonceptivas”, especifican fuentes del cuerpo.
Una vez que la chica deslizó a la mujer del metro de Vicálvaro algunos detalles de su historia, esta se montó con ella en el metro y la alejó de la zona, para alejarla de sus supuestos agresores y priorizar su seguridad en ese momento. Desde allí, contactó con la fundación Secretariado Gitano, a los que hizo partícipes del relato que acababa de escuchar de la muchacha sola y llorosa.
Y fue la asociación la que puso el caso en conocimiento de la Comisaría de Apoyo y Protección a la Mujer, Menor y Mayor de la Policía Municipal. Ellos la trasladaron al Grupo de Menores de la Policía Nacional y solicitaron una orden de protección. Los agentes valoraron su caso de riesgo extremo. Se le realizaron pruebas físicas en el hospital Gregorio Marañón y le dieron plaza en el centro de primera acogida de Hortaleza, donde reside. Otra patrulla de la policía acudió al domicilio del chico y su familia y lo detuvieron por violencia de género.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de toda la violencia machista —de la física a la psicológica, la sexual o la trata—, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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