Muere una tercera víctima del incendio del restaurante de Manuel Becerra en Madrid

Una mujer de 41 años ha fallecido como consecuencia de las quemaduras y la inhalación de gases del incendio que se desató en un restaurante de Madrid el 21 de abril. Se trata de una de las amigas con las que cenaba aquella noche otra víctima mortal, una enfermera vasca de 43 años. Según informa el diario El Correo y ha confirmado este periódico con el entorno de la fallecida, la mujer murió hace dos días en el hospital de La Paz. Son tres ya las víctimas mortales de ese incendio generado en el restaurante Burro Canaglia de Manuel Becerra por un plato que se sirve en llamas y que hizo que la decoración floral del establecimiento prendiera.

La investigación sigue adelante para dilucidar las responsabilidades de esta tragedia. Esa noche, con el restaurante prácticamente lleno, un camarero se dirigía a una mesa con una pizza que se sirve con fuego en una mano y el soplete que se emplea para rematar la presentación en otra. Pasó al lado de una columna con profusa decoración floral de plástico que se extendía por todo el techo y las llamas de proparagon en cuestión de segundos. Algunos de los comensales y los empleados quedaron atrapados al fondo mientras que otros consiguieron salir entre la humareda. Esa noche falleció ese camarero y una enfermera y, tras casi un mes ingresada, acaba de fallecer una amiga de esa mujer. Ella era una de las cinco heridas que todavía continuaban hospitalizadas. Las dos mujeres ocupaban, junto con otras amigas, una de las mesas cercanas al punto en el que se generó el incendio y se encontraban en Madrid para pasar el fin de semana.

La rápida intervención de los bomberos y los servicios de emergencias permitió el rescate de muchos de los clientes y los trabajadores. El parque de bomberos más cercano se encuentra a apenas 200 metros y muchos de los efectivos pudieron llegar corriendo a los pocos minutos de que comenzaran las llamas. El local no contaba con salida de emergencia porque, tal y como explicaron fuentes municipales, la normativa no lo contemplaba por el número de comensales y el tamaño del negocio. Fuentes del ayuntamiento también detallaron que el local sí que tenía licencia para cocinar.

El restaurante es una franquicia que había abierto en Madrid hacía poco más de un año con una gran inauguración a la que acudieron influencers y famosos. Pertenece a una empresa sevillana y tiene al menos una docena de establecimientos en varias ciudades. Desde la tragedia, varios locales de Burro Canaglia han retirado la decoración tan característica de la marca, con la que incluso han llegado a ganar premios en el sector de la hostelería.

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