El distrito de Madrid tan previsor con la covid que este año no tendrá fiestas patronales
La Junta Municipal de Canillejas-San Blas sustituyó el año pasado la celebración tradicional por un festival de música y los vecinos se quejan de la pérdida del espíritu popular
En el distrito de San Blas-Canillejas de Madrid todo está tranquilo. Un hombre vende melones desde el maletero de su coche: “¡Niña! Los tengo más que baratos”. Es lo único que rompe el silencio. Los carritos de la compra suben y bajan por la calle del mercado y un par de parejas desayunan frente a la parroquia. Es 8 de septiembre, el día en el que comienzan las fiestas patronales. Pero este año no hay pregón. Por tercer año consecutivo, se han suspendido los festejos y San Blas-Canillejas es el único distrito de la capital que se queda sin la tradicional celebración, en su caso en honor a la Virgen de la Blanca. José Mesa, presidente de la Asociación Vecinal Amistad de Canillejas, critica que la Junta Municipal haya “reducido” la tradición a “unos cuantos conciertos”.
En 2020 los festejos se cancelaron, como en el resto de distritos, debido a las restricciones por la pandemia de la covid-19. Al año siguiente, la comisión de fiestas de la Junta Municipal mantuvo la decisión, de nuevo por la situación sanitaria. Entonces, se optó por sustituir las celebraciones habituales por el festival SBC 2021, un programa de conciertos en varios parques y plazas de la zona. Y se extendió el contrato de licitación del evento también para este año, en previsión de que las condiciones sanitarias no mejoraran.
Un año después, la situación sanitaria ha cambiado, pero el plan alternativo a los festejos se mantiene. Por segundo año, no habrá fiesta popular, sino festival. El SBC 2022 cuenta con ocho recitales, entre los que se incluyen los de grupos como Mägo de Oz y M Clan. Todos se celebrarán entre el 16 y 17 de septiembre en el auditorio del parque de Canillejas y el del parque El Paraíso, a unos 25 minutos a pie el uno del otro.
Martín Casariego (Ciudadanos), concejal del distrito, explica que los contratos para fiestas deben prepararse con ocho o diez meses de antelación. “En 2021, como seguía la incertidumbre, decidimos seguir con el formato festival que tan exitoso había sido. Con el tiempo, se ha visto que en 2022 sí se podían haber celebrado fiestas, pero eso entonces no se podía saber”, añade.
Las fiestas de la Blanca suelen celebrarse entre el 6 y el 11 de septiembre y el festival de 2021 mantuvo esas fechas, pero el de este año se ha retrasado una semana. Entre las actuaciones organizadas el año pasado hubo conciertos de grupos locales y actividades infantiles. Todo eso desaparece en la nueva programación. Además, los conciertos coinciden en horario, pero se celebran en localizaciones diferentes, lo que obliga a los vecinos a escoger cuál quieren ver y perderse el otro.
El motivo detrás de los cambios, indica Casariego, es “mejorar la calidad artística de los conciertos”. Decidieron reducir los espacios a los dos que más afluencia tenían. Lo mismo ocurre con los días. Han escogido los que más público atrajeron en 2021: viernes y sábado.
Mesa ha vivido toda la vida en este distrito y las fiestas eran uno de sus eventos favoritos del año: “Son un lugar en el que encontrarse y hacer barrio”. Un festival, cree, no sustituye a las charlas en las casetas con una cerveza, a una tarde en la feria o a una verbena. “El ambiente de pueblo se pierde”, dice.
El pasado julio, la asociación que preside Mesa se reunió con la Junta Municipal para abordar las celebraciones del año que viene y, según explica, han llegado a un acuerdo para que las celebraciones el honor a “la Blanca” vuelvan a ser como siempre. Casariego afirma que el contrato para que pueda haber fiestas de nuevo ya “se está tramitando”.
Manuel Gálvez espera que sea así. Tiene 72 años y es secretario de la Asociación de Feriantes de Madrid. Toda su familia, 8 hijos y 37 nietos, vive de la feria. En concreto, él se encarga del tren de la bruja, las camas elásticas o la cazuela loca. No poder montar las atracciones en las fiestas de San Blas-Canillejas supone para él, y el resto de feriantes, “una pérdida cuantiosa de dinero”. También un “estrago personal”: “Da mucha pena que te quiten algo que llevas haciendo más de 50 años”.
En 2023, avanza el concejal del distrito, las fiestas se celebrarán en “un espacio acondicionado, con iluminación, asfaltado, y acometidas de luz y agua para las casetas”. La “mejora” costará 800.000 euros. “Espero que los ciudadanos lo aprecien”, añade. Para el SBC 2021, el presupuesto total de licitación fue de 159.669,88 euros y el de este año de 151.950,94.
El auditorio del parque de Canillejas permanece vacío este jueves, cuando debían haber empezado los festejos. Ni altavoces, ni focos, ni instrumentos. Tampoco hay atracciones. No se ve ninguna noria, ni se oirán los fuegos artificiales al caer la noche. En cambio, a cinco paradas de metro, en el distrito de La Elipa, están a punto de empezar las fiestas patronales.
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