Mick Jagger dijo “no” y Tim Burton que “sí”: la intrahistoria de cómo Almeida nombró el polémico primer embajador de Madrid
El director de cine recibirá este galardón de nueva creación en septiembre, en su visita a la ciudad para presentar una exposición en la capital sobre su figura. Los cronistas de la capital han mostrado su queja al Ayuntamiento
Si Tim Burton no ha rodado una película sobre Madrid, ni tiene casa en Madrid, ni ha vivido en Madrid, la lógica general apunta a... que será nombrado primer embajador de Madrid. Burton, sí, recibirá este galardón de nueva creación en septiembre de manos del alcalde, José Luis Martínez-Almeida. El gótico cineasta estadounidense, de pelo alborotado y de 63 años, visitará la capital de España para presentar al mundo una exposición interactiva con sus películas. Lo que le espera, de momento, es un recibimiento político envuelto en polémica. Todos los cronistas de la ciudad han mostrado sus quejas al Ayuntamiento por semejante distinción. “Nos piden un informe para valorar si se debe conceder y resulta que ya habían concedido el galardón”, cuenta uno de ellos por teléfono. “Me gustan sus películas, pero ¿qué papel juega para que sea embajador en Madrid?, ¿qué ha hecho por la ciudad?”.
La película sobre el galardón de Burton comenzó como empiezan las grandes historias: en un grupo de WhatsApp. 21 de junio. 14.47. El equipo de comunicación de Andrea Levy publica el siguiente mensaje en un chat interno de periodistas municipales: “El Área de Cultura, Turismo y Deporte, dirigido por Andrea Levy, inicia los trámites para otorgar el título de Embajador de Madrid a Tim Burton”. La noticia comenzó a circular a toda velocidad por la mayoría de diarios e informativos de la capital. Alertas a móviles. Aperturas en páginas web. Columnas de opinión. Más allá de la sorpresa, lo verdaderamente sorprendente era el título: “Embajador de Madrid”. Hasta ese día, el reglamento para las distinciones honoríficas de la capital era muy sencillo. Apenas habían variado desde 1961. El título más importante de Madrid, según el reglamento capitalino, es el de Hijo Predilecto, que solo puede recaer en quienes hayan nacido en la capital y que, “por sus destacadas cualidades, personales o méritos”, hayan contribuido a la “mejora” y al “honor” de Madrid. La última en recibirlo es la escritora Almudena Grandes. Lo mismo sucede con el nombramiento de Hijo Adoptivo, que se puede otorgar a quienes, sin haber nacido en Madrid, también cuentan con los méritos anteriores, como Mario Vargas Llosa, Rafael Nadal, Pedro Almodóvar y Raphael, entre otros. Ambos títulos también pueden ser concedidos a título póstumo.
A estos galardones se suman las Medallas de Madrid, que hasta este año contaban con tres categorías: oro, plata y bronce. “En 2022 hemos decidido que sean solo medallas”, cuentan fuentes de Cultura, “para evitar rivalidades absurdas entre primero, segundo y tercero”. A estos premios se sumará ahora―si todo va según el calendario previsto, se aprobará el último martes de septiembre― el de embajador o embajadora de Madrid. Pero, ¿por qué?
Quienes trabajan a diario con Andrea Levy recuerdan que una de las premisas con la que la concejala de Cultura del Ayuntamiento llegó a su despacho de la tercera planta del palacio de Cibeles, allá por 2019, era la de tratar de capitalizar la imagen de los artistas que visitan la capital de España. Aprovechar el paso de figuras internacionales por la ciudad. En resumen: hacer publicidad de Madrid con las visitas. “Esta distinción”, cuenta el epígrafe de este nuevo premio madrileño que se debe aprobar en un pleno a finales de septiembre, “va dirigida a aquellas personas físicas o jurídicas, nacionales o extranjeras que hayan destacado por sus actividades o servicios en el exterior en beneficio de la Ciudad de Madrid; tendrá carácter vitalicio, salvo que sea revocado su otorgamiento o se renuncie a él conforme a lo previsto en el artículo 7; podrá concederse un máximo de tres títulos anuales”. En ningún caso, aseguran en su círculo, será para políticos.
Una vez pensado el nombre, cuentan varias voces de la concejalía, el equipo de Levy comenzó a elucubrar en posibles candidatos y candidatas. “No se trata de premiar a gente que haga cosas por Madrid o con la condición de que las haga. Esto es gratuito”, cuenta un trabajador que estuvo presente en la toma de esta decisión. El primer nombre que barajó el área de Cultura fue el de Mick Jagger. El líder de los Rolling Stones visitaba Madrid en junio. Abría su gira internacional. Qué mejor manera de capitalizar la visita del principal grupo de rock mundial que con la entrega de este premio en el Ayuntamiento. Almeida y Jagger. Jagger y Almeida. Juntos. Una imagen potentísima para cualquier regidor. Pero Jagger, según apuntan estas mismas fuentes, lo rechazó. “Su gente nos dijo que no, que tenía mucho miedo al coronavirus y quería evitar cualquier acto en interiores con mucha gente”. Jagger, sin embargo, sí se dio paseos por Madrid. Es más, tal y como se vio en sus perfiles en redes sociales, visitó hasta el Guernica en el Museo Reina Sofía o la estatua del Ángel Caído en el Retiro.
Enjoying lots of what Madrid has to offer, from fallen angels to Flamenco! pic.twitter.com/43MBFkic54
— Mick Jagger (@MickJagger) May 31, 2022
Tras el no, el equipo de Cultura comenzó a auditar el calendario cultural madrileño. ¿Qué otro artista mundial tenía previsto un gran acto en la capital de España? “Septiembre era perfecto”, cuentan estas fuentes, “porque teníamos la visita de Tim Burton”. Burton, al contrario que Jagger, aceptó de inmediato. Al conocerse este nuevo premio, la oposición se ha mostrado muy crítica. “Todos los madrileños admiramos la obra de este cineasta”, cuenta la portavoz socialista, Mar Espinar, “pero hay dudas más que razonables de la vinculación del director con la ciudad de Madrid. El PP tiene asumir que no puede hacer lo que quiere cuando quiere”. Lo mismo opinan en Más Madrid: “Esto es una chapuza desde el principio al fin”, señala la edil Pilar Perea, “Burton no tiene ninguna vinculación con la ciudad”.
Tras el revuelo, el área de Cultura consultó a los diez cronistas su opinión sobre el nuevo galardón. La mayoría, según ha podido saber este diario, mostró su rechazo de manera individual. La opinión de ellos, sin embargo, no es vinculante. Sirve de muy poco cuando la decisión ya había sido tomada. Todos creen que Burton es un gran cineasta, pero sobre si merece ser embajador de Madrid, la mayoría coincide en que “ha hecho muy poco o casi nada”. Al recibir estas opiniones ―algunas telefónicas, otras a través de correos electrónicos, pero nunca un informe conjunto como tal― el área de Cultura ha dado ahora un paso atrás. “Hemos cometido un error de comunicación”, señala una portavoz del área de Cultura. “Pediremos disculpas a los cronistas y a la oposición. Vamos a tratar de explicar mejor en qué consiste este premio. Queremos que Madrid tenga más visibilidad internacional. Ese es el objetivo, no hay más”.
Burton llegará a Madrid en septiembre. El director, sin embargo, no se caracteriza por ser un amante de las promociones y los grandes actos. Una vez, en una entrevista con EL PAÍS en 2010, contestaba así a la siguiente pregunta durante un acto en Londres:
― ¿No debería usted estar un poco más acostumbrado a todo este circo de promociones y entrevistas?
― No, no me acostumbro. No suelo leer las críticas ni volver a ver mis películas. No me gustan nada las chifladuras que se publican sobre mí. Una vez un periodista alemán escribió que Helena y yo vivíamos en dos casas separadas unidas por un túnel. Es una locura.
―Pero ustedes viven en casas separadas, ¿no?
― Sí, por un túnel.
La pareja, finalmente, se separó en 2014.
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