Tres nuevos detenidos por el asesinato de Diego, fallecido en la noche de reyertas entre bandas en Madrid en febrero

Fue una noche de machetes, sangre y llanto que todavía tiene eco. El primer fin de semana de febrero dejó en Madrid dos muertos y varios heridos tras una serie de reyertas entre bandas. Una de las víctimas mortales fue Diego, un joven de 25 años que falleció acuchillado en un parque del distrito de Usera, en el sur de la capital. La Guardia Civil ha detenido a tres miembros de los Dominican Don’t Play (DDP) por estar implicados en ese crimen. Estos se suman a otros tres que ya cayeron en otra operación desarrollada en Toledo poco después del homicidio y a otros tres más que interceptó la Policía Nacional en los alrededores del parque esa misma noche. Poco a poco, los agentes de ambos cuerpos están poniendo nombres y rostros a todos los que formaron parte de esa jauría que acabó con la vida de Diego.

Los arrestos se enmarcan dentro de la operación Bacano, que a lo largo de estos meses ha identificado un nuevo coro de los DDP en la zona de Seseña (Toledo). Así es como se llaman las facciones territoriales de las bandas juveniles. Los agentes observaron cómo este grupo de Toledo se relacionaba con otros DDP en Madrid y constataron que compartían actividad delictiva. Así es como estos detenidos se vieron involucrados en el crimen de febrero de Usera. En esta segunda fase, el 5 de julio, los agentes detuvieron a estos supuestos miembros de los DDP en Madrid, Seseña y en Badajoz. El de Extremadura se encontraba ya en la cárcel por otros hechos. A su expediente se añade ahora la acusación de homicidio y pertenencia a organización criminal, como en el caso de los otros dos.

El modo en el que se produjo la agresión a Diego indica que un grupo de integrantes de los DDP salió esa noche de cacería, como denominan a las salidas que llevan a cabo para detectar a rivales y eliminarlos. En este recorrido reconocieron a la víctima como Trinitario y se lanzaron a atacarle. Varios testigos afirmaron que en el ataque participó un grupo de al menos una decena de personas. Hasta el momento, ya han sido identificadas y detenidas nueve de ellas.

La Guardia Civil achaca a este coro de Seseña una potente actividad delictiva que incluye robos con violencia, agresiones muy graves. De hecho, los agentes empezaron a tirar del hilo cuando el 20 de abril de 2021 trataron de asesinar a un chico en Seseña al grito de “baja patria”. Este joven bajaba de un autobús cuando le abordaron cinco personas que se acercaron a él utilizando esa expresión. El joven echó a correr, pero el grupo lo alcanzó y le asestó una puñalada en la ingle y un machetazo en la cabeza.

Toda la operación ha sido coordinada y dirigida desde su inicio por un juzgado de Illescas (Toledo). La jueza Ángela Vieitez solicitó en su momento que asumiera el caso la Audiencia Nacional porque, como especificaba en su auto, la “actividad delictiva” bajo sospecha “trasciende las fronteras de la provincia de Toledo”. Además, apostillaba que los delitos estaban “en el seno de una organización criminal, la cual estaría obteniendo financiación a través de la falsificación de moneda y distribución de moneda falsa, tráfico de drogas y tráfico de armas”. Esta habría sido la primera investigación que asume este organismo, sin embargo, el juez Pedraz lo descartó al considerar que los hechos delictivos “no encajan dentro de las competencias atribuidas a la Audiencia Nacional”.

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