Los asistentes al Mad Cool denuncian tarifas desorbitadas de Uber y colas interminables en el transporte público

Llegar a casa después de que termine la jornada de conciertos en el recinto del festival Mad Cool, situado en Ifema- Valdebebas y que se está celebrando entre el pasado jueves 6 y el próximo domingo 10 de julio, está resultando una auténtica odisea para muchos de los asistentes, que han mostrado su enfado a través de las redes sociales. Los cuatro primeros días, se estima que el festival congrega cada noche a 70.000 personas, que se reducirán a 25.000 el último día. “Somos conscientes de los problemas que ha habido, sobre todo el segundo día, y estamos trabajando para solucionarlo lo antes posible”, asegura a EL PAÍS una portavoz del festival.

En concreto, las quejas del público se dirigen, en su mayoría, contra la plataforma Uber, una de las principales patrocinadoras del evento. Como consecuencia de ello, los vehículos pertenecientes a la compañía estadounidense ocupan una zona privilegiada, justo a la salida del área de conciertos, lo que los convierte en la opción más rápida y sencilla para abandonar el espacio.

El problema reside en los precios desorbitados de los trayectos, tal y como han señalado varios usuarios. Un viaje de Ifema a Embajadores, por ejemplo, se eleva hasta los 98 euros. O a 138 euros en el caso de una carrera al distrito de Tetuán, según sostienen los denunciantes.

Por el contrario, los taxis no pueden acercarse al recinto más allá de la avenida del Partenón, a unos 15 minutos andando de la entrada principal. La asociación Élite Taxi Madrid se quejó amargamente unos días antes de que comenzara el festival de que la organización del Mad Cool permita a los vehículos de Uber estar aparcados más cerca de la salida.

“Hay un trato de favor claro y evidente, puesto que se ha determinado a Uber como patrocinador del evento, a cambio de una cantidad de dinero que el sector del taxi no puede hacer frente”, asegura a este diario Julio Sanz, presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM). “Nosotros tenemos una tarifa cerrada que, en muchas ocasiones, es hasta cinco veces más barata que la que ofrece el servicio de VTC”, añade Sanz.

A su juicio, “los VTC inflan los precios en este tipo de eventos” y es “algo consentido por la ley aprobada por el Gobierno de Madrid”. En ella, “se especifica que los VTC no tienen un precio ni una tarifa establecida y que pueden cobrar lo que quieran, como quieran y cuando quieran”, recuerda la FPTM. “El usuario hace con su dinero lo que quiere. No pretendemos exterminar a nadie, sino darle al usuario un servicio con la tarifa regulada”, añade, para denunciar que la Comunidad de Madrid no les dijo “nada en su momento de por qué se había optado por esta decisión”. “Lo que sí está claro es que se ha posicionado claramente a favor de este tipo de plataformas”, sostiene Sanz.

Tarifas en función de la demanda

El servicio VTC no tiene una tarifa de precios fija y regulada, sino que es un algoritmo el que calcula, teniendo en cuenta el número de vehículos disponible y la demanda, un determinado precio, que puede ser más elevado en eventos con gran asistencia de público que en situaciones normales. Esta es precisamente la principal defensa por parte de Uber, que entiende que el usuario escoge la opción de transporte que prefiere y que acepta las condiciones de uso. “Cuando hay más pasajeros que conductores disponibles, los precios pueden aumentar temporalmente”, se puede leer en el área de ayuda de la web de la compañía.

Las otras dos posibilidades de transporte, el metro y los autobuses, están sufriendo, según los asistentes, largas colas de espera durante los dos primeros días del evento. Tanto Metro Madrid como la Empresa Municipal de Transportes (EMT) han reforzado sus servicios, en cambio, Cercanías mantiene su horario habitual y cierra a las 00.00. Metro ha ampliado su horario nocturno de la línea 8 hasta las 3.00 el miércoles, mientras que de jueves a sábado, es hasta las 4.00 y el domingo, hasta las 2.00. La ampliación se hace mediante un servicio extraordinario tipo lanzadera, que conecta las estaciones de Feria de Madrid y Nuevos Ministerios, sin paradas en las estaciones intermedias, otra de las quejas de los usuarios. Los trenes circulan, según la empresa pública, con una frecuencia aproximada de 10 minutos.

Una portavoz de Metro de Madrid indica que no han recibido ninguna queja de usuarios en relación con los horarios establecidos y admite que se ha podido registrar algún retraso, algo que califica de “lógico y normal”. Sobre que no haya paradas intermedias, explica que “se debe a que de la madrugada no tiene mucho sentido que se deje a los viajeros en cualquier otra parada, porque luego hay muchas menos opciones de transporte. De Nuevos Ministerios salen autobuses nocturnos que permiten llevar a la gente a sus casas”. Según sus datos, “desde las 0.00 hasta las 4.00 de este viernes 13.817 personas utilizaron el servicio de metro a la salida del festival”. La salida fue “bastante escalonada y no hicieron falta cortes”.

Por otra parte, la EMT ha puesto en marcha una lanzadera nocturna entre el festival y plaza de Castilla del 6 al 9 de julio. El primer día cubrió la franja horaria de 23.30 a 2.00 y los días 7, 8 y 9, de 0.15 a 4. La EMT aseguró que habrá autobuses de refuerzo nocturno, si son necesarios, para atender la demanda en Nuevos Ministerios y en plaza Castilla. Los asistentes pueden acudir al evento utilizando las líneas de autobús 171, 174 y N2, a través de la parada ubicada en la avenida de las Fuerzas Armadas. El servicio nocturno alarga la ruta hasta las 7.00.

La confusión y el desconcierto de los asistentes han sido los grandes protagonistas de las dos primeras jornadas del festival, a pesar de haberse celebrado varios conciertos de artistas de la talla de Metallica, The Killers o Imagine Dragons. Todavía quedan tres días más de música en directo de un festival que se ha convertido en una referencia nacional e internacional. Este viernes, acoge el que está llamado a ser uno de los conciertos más emblemáticos de su quinta edición, el de Muse y su busto robotizado gigante, en una jornada que incluirá además a Haim, Incubus, The War On Drugs o Black Pumas.

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