PP y Vox plantean a la izquierda reducir la Asamblea de Madrid en 45 diputados

Reducir el número de diputados eliminando 45 escaños. Esa es la propuesta de PP y Vox en la Asamblea de Madrid: los dos partidos de derechas han anunciado este martes que impulsarán conjuntamente que se pase de 136 a 91 representantes en la Cámara regional, para lo que necesitan aprobar una reforma del estatuto de autonomía que no saldrá adelante sin el apoyo de la izquierda ―se necesitan 13 votos de Más Madrid, PSOE o Podemos―. El acuerdo no parece fácil: donde PP y Vox defienden un ahorro de más de dos millones de euros, Más Madrid y Podemos critican lo que consideran como una propuesta populista que ahoga la voz de los madrileños y que casi no tiene efectos presupuestarios. El PSOE, por su parte, está dispuesto a debatir la medida si se inscribe en una reforma integral del estatuto de autonomía.

El estatuto de autonomía de Madrid vincula el número de diputados del Parlamento regional a la población. En función de ese compromiso, los casi siete millones de madrileños han provocado que haya 136 representantes en la Cámara autonómica, más que en ninguna otra: solo se acercan los 135 de Cataluña ―con casi ocho millones de habitantes―, mientras que Andalucía se queda en 109 ―más de ocho millones de ciudadanos―. Esta circunstancia ya provocó que el debate de la reducción del número de diputados se abriera paso la pasada legislatura. En la presente, vivirá verdaderas dificultades para llegar a buen puerto, puesto que a la oposición de la izquierda se une que haya elecciones en apenas un año.

“Madrid y Castilla y León son las dos únicas comunidades que tienen mecanismos autonómicos de cambio en función de la población”, explica el politólogo Pablo Simón. “A efectos prácticos, la reducción del número de parlamentarios no afecta a la proporcionalidad: más allá de los 15 diputados, da igual la fórmula electoral, porque en general siempre es proporcional el resultado y no tiene por qué beneficiar a un partido u otro si se mantiene la barrera del 5% de los votos (para tener representación)”, añade. “Otra cosa es que se intente vender la reforma como un elemento de austeridad, de ahorro, que conecte con una pulsión un poco demagógica que ya tuvimos en la época de la crisis económica, cuando se redujeron las Asambleas de Cantabria y Castilla-La Mancha”.

Esa es, precisamente, la línea argumental de Vox y el PP. Con los efectos económicos y sociales de la pandemia como telón de fondo y la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania como mejor argumento, los dos partidos sustentan su propuesta en el argumento de que los políticos deben sacrificarse tanto como el resto de ciudadanos.

“Apelo a la capacidad de entender lo que están sufriendo los españoles”, ha dicho Rocío Monasterio, la portavoz de la extrema derecha en la región, que ha calculado el ahorro que permitiría la medida en más de dos millones de euros. “Si los políticos no quieren estar con ellos, que me cuenten para qué están en la Asamblea de Madrid”.

Esta tesis la comparte a grandes rasgos Alfonso Serrano, del PP. “El camino es incierto, no es rápido, ni es corto”, ha reconocido sobre la negociación con la izquierda para aprobar la medida. “Frente quien nos acusan de demagogia, de querer recortar la democracia, creemos que debe fijarse un número determinado de diputados, como ocurre en muchas Cámaras, donde no está vinculado a la población (como en Madrid)”, ha seguido.

El motivo principal de la reducción, defiende Vox, es recortar gastos, un criterio que no se aplicó hace un mes, cuando la Mesa de la Cámara decidió mantener el salario base, las indemnizaciones por cargo, complementos y extras de los diputados. Todas esas cantidades se aumentaron un 2% en 2020. Así, el sueldo base de un diputado raso en la Asamblea es de más de 3.500 euros brutos al mes e incluye una indemnización de más de 1.200. Muchos representantes reciben, además, algún complemento: desde los más de 1.800 euros asignados a los portavoces de los grupos parlamentarios hasta el extra de más de 500 para los vicepresidentes y secretarios de comisión, pasando por los más de 1.650 de los vicepresidentes de la Cámara, los más de 1.450 de los secretarios, los más de 840 euros de los portavoces de cada comisión (hay casi una veintena) y los más de 670 de sus respectivos presidentes. A eso se suma una tarjeta de taxis valorada en casi 1.000 euros, dietas por viajes nacionales e internacionales, o por acudir a actos institucionales en representación de la Cámara...

“Es una propuesta de propaganda”, ha criticado Mónica García, de Más Madrid, sobre la reducción de diputados. “Quieren convertir la Asamblea en la Asamblea de Putin”, ha lanzado. “Les sobra la democracia, los diputados, el parlamentarismo. Es una reducción que no resuelve ninguno de los problemas de los madrileños, porque eso lo resuelve la política”, ha proseguido.

“Lo que necesitamos son políticos que trabajen”, ha coincidido Juan Lobato, del PSOE. “Una propuesta de reducción aislada no tiene ningún sentido”, abriéndose a negociar la medida en el marco de una reforma más ambiciosa del estatuto de autonomía, y a establecer horquillas con un número máximo y mínimo de diputados, cuyo número se fija actualmente en función de la evolución de la población de la región. “Recortar la democracia no va en el programa de Podemos”, ha criticado Carolina Alonso, de Podemos. “Les sobra la democracia y el control”.

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