El fin del amor tras la maternidad y la enfermedad

Una canción de rock melódico de la banda estadounidense The Rapture y una separación con su pareja inspiraron al director Alexis Michalik. Del anhelo de responder a todas sus preguntas nace Una historia de amor, su creación más íntima en la que profundiza en temas como la maternidad y la enfermedad: “¿Qué pasa cuando el amor se acaba?”. El francés, galardonado con diez premios Molières, se ha estrenado este miércoles por primera vez en España. Tras más de 8.000 representaciones de sus cuatro primeras obras, el dramaturgo presenta su última producción con Loreto Mauleón y Félix Gómez como actores principales en los Teatros del Canal de Madrid.

Entre el vaivén de los muebles con ruedas que mueven ellos mismos, los personajes pasan de un bar a un hospital, de un despacho a una habitación, incluso a una discoteca. Los cambios de la escenografía reflejan el dinamismo que transmite el texto. La velocidad es una de las características de Michalik, quien asegura haber escrito la primera versión de la obra en tan solo unos días.

La función en francés se estrenó en enero del año pasado en el teatro La Scala de París. Sin embargo, el texto no ha sufrido grandes variaciones. El dramaturgo explica la razón: “Es una obra muy latina. Hay una pasión común entre Francia y España”. El elenco de la función está formado también por Aura Garrido, Silma López, actriz de la serie Valeria de Netflix, y la gimnasta Almudena Cid.

La historia comienza con una llamada telefónica entre las dos protagonistas en un escenario prácticamente vacío. Inés es la primera vez que tiene una relación con una mujer y a Katia le atormenta el compromiso. La comunicación y la vulnerabilidad dirigen un diálogo tan cotidiano como estremecedor. En la pantalla se proyecta una imagen de una casa de campo con paredes de piedra y un jardín repleto de árboles verdes. Allí, las dos enamoradas se casan, ataviadas con una diadema de flores en la cabeza.

La pareja decide tener un bebé por inseminación artificial de un donante anónimo. “Tengo dos corazones latiendo a la vez”, dice emocionada Katia. Pero, el amor se extingue para una de ellas. Inés empieza a comportarse de manera extraña hasta que coge sus maletas, se va de casa y abandona a su mujer embarazada.

Su hija Lucía, una niña tímida y discreta, aparece 12 años después en una consulta médica junto a su madre. “Su cáncer ha vuelto”, les anuncia la enfermera. Ella le explica el tratamiento que debe seguir: quimio, radio, cirugía y ablación. También, les advierte que morirá en unas semanas. Katia debe buscar un tutor para su hija porque si no lo consigue los servicios sociales llevarán a Lucía a un centro de acogida.

“Es una mujer muy fuerte, luchadora y valiente que, a pesar de tener una coraza enorme por los palos que le da la vida, se mueve por el amor”, explica la actriz que la interpreta, Loreto Mauleón. La ganadora a mejor actriz de reparto por la serie Patria en los premios Feroz de este año debuta por primera vez en una obra de teatro contemporáneo. “Yo era muy consciente de la importancia de vivir la vida, no de hacer grandes cosas, pero sí de disfrutar de las cosas sencillas del día a día. Con este personaje, que te abre el corazón, me lo subrayo”, explica la burgalesa.

La protagonista, desesperada, le pide a su hermano Guillermo que se quede con la niña. Él, un alcohólico cínico y sarcástico que ha perdido las ganas de vivir, no se siente capaz de aceptar esa responsabilidad. “El sarcasmo nace de una situación interior, de algo que no quieres mostrar y algo que quieres decir. Conseguir ese tono irónico es lo que más me ha costado porque yo soy bastante directo”, confiesa el actor Félix Gómez. Michalik, que interpretó a este personaje durante las actuaciones en su país de origen, coincide con el español y recuerda la reacción de los espectadores franceses, capaces de reír y llorar en la misma escena.

El teléfono vuelve a sonar sobre el escenario. En la otra línea contesta Inés. La expareja de Katia ha formado una familia con su marido. “Es una historia que te hace creer en las segundas oportunidades, que muchas veces son necesarias”, comenta Gómez. Tras la decepción, llega el perdón. Y suena la canción It Takes Time To Be a Man, el numen del director Alexis Michalik, considerado el niño maravilla de la escena francesa: “Para mí el final es lo más importante. Es la razón por la que se cuenta una historia”.

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