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Bocata de calamares
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Formas de decir ‘maricón’

Los discursos de odio pueden propiciar un aumento de las agresiones a ciertos colectivos

Manifestación celebrada este lunes en la Puerta del Sol, en Madrid, para condenar el crimen de Samuel Luiz.
Manifestación celebrada este lunes en la Puerta del Sol, en Madrid, para condenar el crimen de Samuel Luiz.Javier López (EFE)
Sergio C. Fanjul

La palabra maricón ha sido utilizada tradicionalmente, sobre todo en grises pasados de sotanas y cuarteles, para insultar a los homosexuales. Ahora que todo es más multicolor, el colectivo LGTB ha “recuperado” en parte esta palabra, tan sonora, para quitarle sus connotaciones negativas. Se utiliza como apelativo cariñoso, o como muletilla para la chanza o diversas frivolidades. Véase la celebrada serie Maricón perdido, de Bob Pop. O a Jorge Javier diciendo que Sálvame es un programa de “rojos y maricones”. Pero claro, no es lo mismo según quién lo diga, cómo lo diga o en qué contexto.

Si alguien te dice maricón y te da de hostias, y al cabo de un rato regresa con una docena de amigos que te siguen llamando maricón y te matan a patadas en la calle, a la puerta de un bar, cuando estás de fiesta con tus amigos, es difícil de creer que se use como un apelativo cariñoso. Es lo que le pasó a Samuel, el joven gay asesinado brutalmente en A Coruña, un hecho que congregó a miles de personas anteayer en la Puerta del Sol (la policía acabó cargando cuando la concentración se movilizó) y muchos otros puntos de España. Hay quien piensa que se puede matar a un homosexual a golpes llamándole maricón, sin que haya ápice de homofobia. Es cierto que el inicio de un conflicto puede ser cualquiera, pero muchas veces el resultado puede estar fuertemente condicionado por la orientación sexual del agredido. También podría ser que el motivo por el que asesinaron a Federico García Lorca fuera el desacuerdo con su poética.

Que a Samuel le mataran por ser homosexual es tan grave como que le mataran por cualquier otro motivo, pero que el crimen tenga tintes de homofobia, como parece, nos dice muchas cosas sobre los preocupantes retrocesos que están teniendo lugar en la sociedad

Se nos pide cautela a la hora de catalogar este crimen como homofobia, y hasta el padre del joven ha pedido que en el funeral de su hijo no haya “banderas, ni políticos”. En realidad, desde un punto de vista moral, que a Samuel le mataran por ser homosexual es tan grave como que le mataran por cualquier otro motivo, pero que el crimen tenga tintes de homofobia, como parece, nos dice muchas cosas sobre los preocupantes retrocesos que están teniendo lugar en la sociedad.

La extrema derecha de Vox no está contenta con que la relacionen con el asesinato. Quiero creer que los dirigentes de este partido no desean que se apalee hasta la muerte a personas LGTB por las calles, pero no estoy seguro de que su estrategia de enfocar el legítimo malestar ciudadano en tiempos convulsos contra el desfavorecido o el diferente, de esparcir ese pack de odio ideológico contra cualquiera que no se ajuste a sus rígidos y anticuados esquemas mentales (ya sean feministas, personas LGTB, izquierdistas, personas pobres que acceden ilegalmente a una vivienda o menores migrantes que viajan solos, etcétera), no tenga nada que ver con el aumento de este tipo de agresiones que vienen denunciando hace tiempo los observatorios contra la LGTBIfobia.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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