Madrid, capital mundial de todo
Los líderes madrileños han perdido su antiguo complejo de inferioridad y se miran en el espejo de las grandes urbes del mundo, muchas veces sin ahorrar en hipérboles
Hace tiempo que Madrid se vino arriba, por eso hoy sorprende poco la grandilocuencia de sus líderes. El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha presumido de que Madrid es capital mundial de los musicales, la innovación, el emprendimiento y la libertad. También ha alardeado de tener la mejor policía local del mundo y de que ninguna otra ciudad es capaz de organizar una cumbre global del clima en menos de un mes. “Somos la capital del mundo en estos momentos”, le dijo a los periodistas durante aquella cita en 2019 en la que la joven ecologista Greta Thunberg acaparó los focos.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha destacado entre otras cosas que Madrid es capital mundial del español y tiene la mejor sanidad, suburbano y plaza de toros del mundo.
La ambición de ser el centro del universo es compartida por la derecha y la izquierda. La anterior alcaldesa, Manuela Carmena, promovió a la ciudad durante su mandato como capital mundial de la paz, el amor, el tenis o el derecho.
Esta competición empezó en tiempos de Alberto Ruiz Gallardón (presidente regional entre 1995 y 2003; alcalde entre 2003-2011), señala el experto en marketing de ciudades, Gildo Seisdedos. Durante aquellos años en que el mundo se globalizó a pasos agigantados, la ciudad empezó a labrarse una marca internacional. Esta era una gran transformación para una ciudad que durante mucho tiempo tuvo complejo de inferioridad frente a Barcelona. España se le quedó pequeña y Madrid empezó a jugar en la liga de las grandes urbes.
Por supuesto que muchas afirmaciones de los políticos madrileños son hiperbólicas y la prensa tiene mucha culpa por no ponerles en su sitio. Pero a veces les sale gratis porque es difícil o imposible verificar algunas afirmaciones. ¿En qué métricas se basa Almeida para decir que Madrid tiene la mejor policía local del mundo?
“El concepto de capital mundial depende muchas veces de la metodología”, explica Seisdedos, que es profesor en IE University. “Me gusta preguntarle a mis alumnos cuál es la capital financiera del mundo. ¿Nueva York?, ¿Londres? Pues depende mucho de si estás midiendo el mercado de commodities [bienes tangibles], seguros, etc...”, explica.
Buena parte de la competición viene alentada por organizaciones y consultoras que buscan visibilidad y negocio alrededor de una clasificación que genere interés mediático: el pueblo más bonito, la mejor ciudad para los llamados “expatriados”, las familias o la comunidad LGTBI... Las listas son innumerables. Y a veces son de pago.
A esta larga lista de galardones se sumó este jueves el título de capital mundial del deporte 2022. El alcalde y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, presidieron en el Ayuntamiento un acto bastante provinciano para tratarse de un título tan rimbombante. Allí no había periodistas o invitados internacionales. Habló Emilio Butragueño, quien dijo sentirse especialmente orgulloso de su ciudad. Un eslogan en español presumía del supuesto éxito: “Juntos lo hemos logrado”.
En realidad, Madrid era la única candidata que se había presentado a este reconocimiento casi desconocido y que entrega una asociación con sede en Bruselas llamada Aces Europe. Después de que Madrid pagara los 12.000 euros de tasa para competir, el jurado hizo una visita virtual en abril de este año (”a causa de la pandemia, no pudieron viajar”, explicaron). Madrid será la tercera ciudad en ostentar este premio, tras Guadalajara (México) y Abu Dabi.
La evaluación del jurado con las notas de Madrid no ha sido publicada porque “violaría la ley de protección de datos”, según le explica a este periódico el secretario general de Aces Europe, Hugo Alonso, a pesar de que no hay ningún dato personal en juego. Alonso destaca que el jurado de Aces Europe está compuesto por cargos y excargos en administraciones de distintos niveles en Europa. También resalta el apoyo que la Comisión Europea ha dado a los distintos premios que entrega su asociación. Madrid fue la primera que recibió el premio a la capital europea del deporte, en 2001.
Al parecer también hay otro ranking de ciudades del deporte, elaborado por la consultora Burson Cohn and Wolf (BCW) y que este año tiene en lo alto a Nueva York. Londres, Los Ángeles, Barcelona y París aparecen en los siguientes puestos de la lista y Madrid es décima. Esta clasificación se basa en entrevistas con presidentes de federaciones y un análisis de popularidad en redes.
Bueno para todos
Quizás a los políticos se les permite cierta exageración porque se entiende que vender a la ciudad en el mundo es bueno para todos. El jefe de desarrollo de negocio de la consultora Saffron, Alfredo Fraile, explica que la clave está en diferenciar si hacen proclamas vacías o si de verdad toman acciones para posicionar a la ciudad.
“No me sirve que un político diga que somos la capital mundial del deporte, la gastronomía o la moda si no tiene empresas, universidades o think tanks [centros de estudios] que generen ese talento. De lo contrario será simplemente maquillaje”, dice Fraile.
Por ejemplo, Almeida y otros líderes han promocionado a Madrid como un referente de las nuevas tecnologías, alardeando de su cumbre de empresas tecnológicas emergentes South Summit. “Con la celebración del #SouthSummit2019, Madrid se ha convertido en la capital mundial de la innovación y el emprendimiento”, tuiteó Almeida en la edición de hace dos años. El sector ha despegado en Madrid desde una posición irrelevante hace una década. Pero, según la clasificación que elabora Atomico, una consultora del sector, Madrid ocupa una posición decepcionante a nivel europeo teniendo en cuenta su población. Se ve superada en inversión y en número de acuerdos cerrados por Estocolmo, Ámsterdam o Barcelona. Ese es el estado de la competición en Europa. Cuando ampliamos el foco para incluir a EE UU y Asia en la carrera, todas las ciudades de Europa, excepto Londres, empequeñecen.
En este ámbito emprendedor hay personalidades muy optimistas, como el inversor argentino Martín Varsavsky, conocido por ser el fundador de Jazztel y por sus tuits entusiastas sobre Madrid. Varsavsky habla de la combinación perfecta entre calidad de vida y empleo. “Es segura, tiene buen clima, ambiente emprendedor, acceso a capital, talento y formación...”, enumera Varsavsky. “Es la mejor ciudad para vivir de todas las que conozco”.
Tal vez no se pueda tener todo. Fraile habla de que el estereotipo de la alegría y la buena vida atrae al turismo, pero aleja al talento. “En el exterior siguen creyendo que dormimos la siesta”, lamenta. Probablemente es imposible aspirar a ser al mismo tiempo capital del trabajo y capital de los bares.
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