Lope monta el gran fiestón en ‘Monteses y Castelvines’

Hace teatro porque lo necesita para vivir, para sentir. Ya sea como actor, adaptador, director o productor. Sergio Peris-Mencheta (Madrid, 45 años) dirige en el Teatro de la Comedia Monteses y Castelvines, de Lope de Vega, una obra que llegó a sus manos por primera vez en 2014. Estaba al frente del Teatro Nacional Helena Pimenta y le nombró director de la Joven Compañía de Teatro Clásico. Ahora, en 2021, la pieza está ya sobre el escenario, a pesar de todo, “todo lo que nos podía ocurrir estando en una pandemia lo hemos vivido, así que en un momento concreto estuvimos en la tesitura de parar y dejar a 30 personas en la calle o seguir adelante y apostamos por enfrentarnos a las peores situaciones y echar a rodar con la obra”, cuenta el director mientras da las últimas instrucciones al equipo de actores antes de levantar el telón.

Las explicaciones no exigidas en nombre de José Couso

Peris-Mencheta está en una etapa de descanso de Snowfall, la serie americana de la plataforma HBO en la que trabaja desde hace varios años en Estados Unidos. Un drama sobre el origen de la epidemia del crack en los 80 y su devastador impacto en la sociedad. Él interpreta a El Oso, un luchador mexicano en decadencia que trabaja con una banda en negocios ilegales.

El actor y su familia, su esposa, la actriz Marta Solaz, y sus dos hijos, están afincados en Los Ángeles lo que les permite estar en el centro del mundo del espectáculo y acceder fácilmente a otro tipo de producciones y casting. “El dinero que obtengo allí me permite levantar proyectos teatrales en España que de otra manera sería imposible. Esta obra, de coproducción privada-pública, no podría haber seguido sin el respaldo del Centro Nacional de Teatro Clásico”, explica Peris-Mencheta. El artista, además de este clásico, dirige con Barco Pirata, Producciones Teatrales, Una noche sin luna, con Juan Diego Botto como actor y creador de la obra. “Dirijo teatro y no cine porque mi alma me lo pide. Hay cosas que resultan difíciles de explicar”, sentencia.

Su capacidad de trabajo y de embarcarse en distintas aventuras le ha permitido navegar con su Barco Pirata en distintas producciones. Aunque lamenta que en España cueste mucho tiempo y esfuerzo realizar cualquier proyecto. “Lamentablemente en este país siempre tienes que estar demostrando, siempre tienes que empezar de cero para que tomen en serio tu profesionalidad lo que resulta muy fatigoso. En Estados Unidos una vez que enseñas tu trabajo y se dan cuenta que vales todo es mucho más fácil. Es una cuestión cultural, aquí eso es un lastre que condiciona mucho”, señala el actor.

Volviendo a la dirección del clásico en el que en estos momentos está embarcado, en su Monteses y Castelvines intervienen 13 actrices y actores que se transforman en 30 personajes. Y, además, ellos son la orquesta, el coro y el cuerpo de baile. “Todos participan de la fiesta que más necesitamos en estos momentos. Y hacemos partícipe de ella al público que acude. La música, con canciones de Rita Pavone, también ayuda mucho. Eso no significa que dejemos de hablar de los problemas que más nos afectan, como el coste de esta pandemia en todos los aspectos de la vida, porque en la obra también se hace referencia a ello. El teatro te da libertad para poner sobre el escenario todo lo que acontece en el mundo real”, explica el director.

Este hombre de escena está convencido que ahora más que nunca es necesario que se monte obras de teatro y que el público acuda a verlas. “Hacer teatro en los instantes que estamos viviendo, además de un dislate y una proeza, es más necesario que nunca. No solo para seguir entreteniendo, no solo para seguir contando lo que pasa: es que, además, ahora, dejar de hacer teatro es arruinar la vida a todo un sector que lleva viviendo al día años, décadas y siglos”. La pandemia ha provocado que en España miles de personas vinculadas al mundo del espectáculo, no solo actores o actrices, sino todas las profesiones relacionadas con ese universo desde técnicos de sonido y luz, fabricantes de escenarios, ropa…atraviesen situaciones complicadas económicamente.

En la versión de Monteses y Castelvines que han creado Peris- Mencheta y José Carlos Menéndez entretejen el verso de Lope, la historia de Bandello, el juego de la versión de Rojas Zorrilla, el vuelo de Shakespeare y la acidez de Quevedo al servicio de un espectáculo lleno de humor, juego, música, magia, acrobacia, clown y el baile.

“Los actores abrazan los versos de Lope de Vega y se enamoran y enamoran con su talento actoral, su dominio del cuerpo, del canto y de los instrumentos con los que ambientan en tiempo real los devenires de los personajes deJulia y Roselo, Celia y Marín, Dorotea y Anselmo”, explica el coautor del texto José Carlos Menéndez.

A diferencia de Shakespeare, Lope escribe una comedia con la historia de los amantes de Verona. “Eso unido al verso lopesco nos animó desde el principio a hacer un espectáculo musical, en la línea de Lehman Trilogy, donde las actrices y actores son además músicos, cantantes y cuerpo de baile que se desdoblan en múltiples personajes en una escenografía orgánica en constante movimiento. Una escenografía a primera vista sencilla, pero camaleónica y sobre todo llena de magia, que funciona como una caja de sorpresas constantes”, subraya Menéndez.

Peris-Mencheta, que confiesa que se pone más nervioso cuando actúa que cuando dirige, está disfrutando con el espíritu juvenil que late en la obra. Sostiene que en ella “destaca el triunfo del amor y del deseo, por encima de las convenciones sociales, como fuerza de progreso”.

En la pieza se festeja ”el juego jubiloso de los amores de los protagonistas, en su peculiar danza del deseo, triunfan una vez más sobre la mezquindad de los viejos, y sus caducos valores”.

Peris-Mencheta tenía previsto regresar en breve a Estados Unidos pero prolonga su estancia en España dos meses y medio debido a su participación en Sin límites, una coproducción entre Amazon y Televisión Española que se está rodando en estos momentos. La serie, que aborda el viaje de Juan Sebastián Elcano y Magallanes alrededor del mundo, consta de cuatro capítulos de una hora y tiene un presupuesto de 20 millones de euros.