Telemadrid logra superávit en 2020 a pesar de las críticas de la derecha a su viabilidad

Telemadrid ha tenido que hacer malabares para cuadrar las cuentas en pandemia: ha emitido más westerns, menos programas propios de entretenimiento y ha retrasado sus planes de digitalización. La fórmula le ha funcionado. Cerró 2020 con su mejor dato de audiencia en nueve años, un 5,4% de share, y obtuvo un superávit de 4,6 millones de euros. Las cuentas con el balance positivo del ejercicio 2020 fueron aprobadas por unanimidad este lunes por la tarde por el consejo de administración de la RTM, según ha podido saber EL PAÍS.

Los datos de audiencia y financieros son una buena noticia para el ente público que puede así contrarrestar los posibles ataques de la derecha madrileña en el período previo a las autonómicas del 4 de mayo. Tanto el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso como Vox han sembrado sospechas sobre la viabilidad de Radio Televisión Madrid (RTM).

Fuentes oficiales de Telemadrid destacan que el ente público se ha enfrentado a numerosas adversidades: una menor aportación de la Comunidad de Madrid con respecto a la acordada, ninguna ayuda extraordinaria para gastos extraordinarios para hacer frente a la pandemia y una reducción de ingresos publicitarios. La aportación de la Comunidad de Madrid en 2020 ha sido de 74,8 millones de euros, la misma que en el ejercicio anterior y por debajo de la previsión presupuestaria establecida en el contrato-programa para el periodo 2018-2020.

El ajuste ha sido exitoso en parte gracias a que cuando llegó la primera ola de coronavirus dejaron de emitirse programas de entretenimiento como Madrileños por el Mundo, El Madroño o La Otra Agenda. Las sesiones de cine western, a coste casi nulo, tomaron el relevo y se mantuvieron durante meses. En algunos casos el cambio era una cuestión de tono porque se pensó que algunos programas eran demasiado frívolos para un momento tan trágico, según fuentes de la cadena.

“Los datos refuerzan lo que venimos diciendo. Que se puede gestionar de forma independiente y viable un medio como Telemadrid”, dice Luis Lombardo, presidente del comité de empresa de Telemadrid. El balance positivo se conoce al tiempo que la empresa pública y el Gobierno regional negocian el nuevo contrato-programa previsto para el período 2021-2024.

Según un análisis de Telemadrid, el ente público madrileño es tres veces más barato que la TV3 catalana o la EITB vasca si se tiene en cuenta el coste per cápita. Cada madrileño paga 11 euros al año por su radio y televisión públicas, mientras que a cada catalán le sale por 30 euros y a cada vasco por 56 euros.

Telemadrid, vista durante la época de la presidenta Esperanza Aguirre como un altavoz gubernamental, mantiene una relación tensa con el Ejecutivo madrileño desde que en 2015 fue aprobada una ley que introducía reformas para salvaguardar su independencia. Las críticas a su coste y a su línea editorial han sido una constante durante el Gobierno de Ayuso. La presidenta ha dicho que “ya no es un servicio público esencial” y que ella es la única presidenta “que tiene una televisión que le es crítica”. Mientras, la líder de Vox, Rocío Monasterio, ha pedido directamente cerrar Telemadrid y subastarla.

En abril del año pasado, Ayuso envió interventores a Telemadrid para hacer una auditoría extraordinaria, la primera en al menos 15 años. Según un portavoz de Telemadrid, aquella intervención examinó todos los contratos de la empresa y no encontró nada especialmente reseñable. Un portavoz de la Consejería de Hacienda dice que no puede facilitar información “porque el auditor debe garantizar la confidencialidad de la información obtenida en sus actuaciones”.

El malestar creció dos meses más tarde cuando el consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, hizo pública una carta en la que aseguraba haber descubierto un déficit de 4,5 millones en el ejercicio anterior. Según fuentes de Telemadrid Lasquetty hizo su cálculo con un nuevo criterio contable y sin previo aviso. Un mes más tarde el Consejo de Gobierno de la Comunidad aprobó las cuentas. Las cuentas de 2020 han sido hechas de acuerdo a ese nuevo criterio.