Breves paseos literarios para tejer un espacio común

La violencia es una veta miserable que cubrimos con canciones es un poema de Marifé Santiago Bolaños que surgió de la necesidad de intentar comprender un hecho insólito y doloroso que conmocionó a la sociedad española: el juicio de La manada. Para esta escritora y filósofa, la sentencia del juicio en primera instancia de abril de 2018, que en un principio condenaba a los acusados por abuso sexual y no por agresión sexual, dejó a los ciudadanos “huérfanos desde el punto de vista democrático”. Este hecho puso en pie al movimiento feminista. “Este poema brotó de la pregunta de cómo puede haber una cultura occidental que permita que algo así ocurra judicialmente y, me atrevería a decir, con la connivencia de un amplio sector de la misma”, expone. Este fue el inicio de Palabras hilanderas, una colección de ensayo creativo dirigida por Marifé Santiago Bolaño y editada por Mayda Bustamante, directora del sello Huso, que ha sido presentada en el Festival Ellas Crean tras lanzarse en enero. Ambas mujeres se embarcan en una apuesta por revisitar textos e invitar a una lectura particular de ellos, con breves e intensos paseos literarios que sirvan para tejer un espacio común en el que hablar, conversar y reflexionar.

Marifé Santiago Bolaños habla de La Ilíada, un texto que admira, para explicar la esencia que vibra en este nuevo proyecto. “Todo el poema se basa en esa enemistad, ese enfrentamiento, esa historia de violencia valorada positivamente. Pero, de pronto, hay unos versos en los que los dos enemigos que van llevando la tensión de la trama se encuentran frente a frente y lo que estás esperando es que el vencedor humille al vencido y, sin embargo, Homero dice que se miran a los ojos, se abrazan y se ponen a llorar”, comenta sobre esa imagen que se cuela, que casi nadie espera ni repara en ella. Palabras hilanderas publicará unos 10 libros al año de diferentes autores y ya ha cerrado prácticamente todos los títulos de 2021 y 2022.

Aunque la pandemia no ha sido el hecho que ha propiciado la creación de esta colección, llega en un momento de confusión en el mundo, en el que los ciudadanos se han convertido en protagonistas de un espectáculo sin que nadie les haya preguntado si quieren actuar, y en el que se dan cuentan de que tienen una responsabilidad, opina Santiago Bolaño. “Habíamos tomado la decisión de que había cosas que eran inamovibles, una cosa muy adolescente, y en el que momento en el que se ha movido algo no sabemos cómo andar por ello”, señala esta poeta madrileña, que considera indispensable bucear en las sombras de la vida para poder encontrar respuestas. “No se nos pueden pedir heroicidades sociales ni personales, porque existe el miedo. Y esos espacios libres del miedo los crea la cultura, que es un circulo mágico protector que hace que una comunidad de personas encuentre un lugar común”, indica.

Una de las autoras de las primeras entregas es Laura Freixas (Barcelona, 62 años) con Sylvia Plath y Ted Hugues: ¿genia y genio, genio y musa, genia y muso? Ha elegido a esta poeta porque vive en carne propia esa contradicción entre el modelo de ciudadanía de una sociedad moderna individualista que alienta a conquistar sueños y proyectos, pero que a la vez impone el mandato social y cultural de tener pareja, cuidar a los hijos y mantener los vínculos a las mujeres. De ahí que el libro sea un análisis de la relación que tuvo Sylvia Plath con Ted Hugues, desde que le conoce hasta que él la deja y ella se suicida. “Plath no quiere renunciar a su vida de madre ni a su carrera, ese dilema es tan fuerte que se suicida porque nunca lo resuelve. Eso lo uno con el modelo del genio y la musa. Una mujer para ser genia, que genia es el ejemplo exagerado de simplemente tener una profesión propia, necesitaría o bien tener un muso, un hombre al servicio, o al menos tener una relación igualitaria en donde los dos fueran genios y musos a partes iguales”, aclara Freixas, que considera que la mayoría de los obstáculos que encontró Sylvia Plath llegan a la actualidad porque quien sacrifica “lo que haga falta” para mantener unida a la familia y la pareja sigue siendo la mujer.

Laura Freixas recuerda la importancia de que existan referentes femeninos. “No es una cuestión de belleza literaria ni estilística ni de sensibilidad femenina, que no se sabe lo que es, es que yo quiero que me cuenten un aborto como hace El acontecimiento, de Annie Ernaux, que es algo que pasa constantemente. Adoro la literatura de los hombres, pero hay cosas que no encuentro”.

Mercedes de Vega con Una historia desconocida, Marie Jelen y Luciana Prodan con Clarice Lispector: pararse sobre los escombros son otras de las escritoras que arrancan la colección, que también incluirá nombres masculinos. Este viaje literario que propone Palabras hilanderas es una mano que se extiende a los lectores para brindarles una tranquilidad y sosiego que borre “muchos dolores innecesarios”, dice Santiago Bolaños. “Es para que sepamos que no estamos solos y que hay un antes y que habrá un después, como decía Lorca: se trabaja para el porvenir”.