Suspendida una sesión en la Asamblea de Madrid porque la sala no es accesible en silla de ruedas

La Asamblea de Madrid ha vivido esta mañana una situación bochornosa. Un compareciente en silla de ruedas había sido citado para declarar en una sala sin rampa de acceso al estrado. Los diputados han ido llegando a la sala minutos antes del inicio de la sesión y se han encontrado en la puerta al testigo, el presidente de la asociación de personas con discapacidad Cermi Madrid, Óscar Moral. Uno por uno le han ido pidiendo disculpas. Tras una breve reunión, los diputados han suspendido por unanimidad la sesión. Se trataba de la comisión que está investigando precisamente la discriminación a personas con discapacidad y personas mayores que vivían en residencias durante la primera ola de coronavirus.

“Me han ofrecido primeramente intervenir desde abajo del estrado. Me he negado no por prepotencia sino simplemente porque en este caso estoy representando a muchas personas y lo que no puede ser es que personas con discapacidad intervengan de manera distinta al resto de la ciudadanía”, ha dicho Moral minutos después de la suspensión.

El incidente ha puesto de relieve lo rápido que ha quedado obsoleto el edificio de la Asamblea de Madrid, inaugurado en 1998. La Asamblea tiene una sala con rampa, la José Prat, donde Moral y otras personas con silla de ruedas han declarado desde hace años. Pero este viernes por la mañana tenía lugar en esa sala una sesión ordinaria de la Comisión de Educación. Los diputados de la comisión de investigación de residencias habían sido citados en otro espacio, la sala del Caserón de San Bernardo. El reparto de espacios se produjo hace una par de semanas, cuando la Mesa de la Asamblea publicó el calendario del semestre. Solo una de las tres salas de comisiones del edificio está preparada para sillas de ruedas.

La sala Caserón de San Bernardo es un espacio tan estrecho que tampoco hay espacio para que una silla de ruedas avance desde la puerta al estrado entre las 20 sillas donde se sientan los diputados que plantean preguntas. Un escalón sin rampa da acceso al estrado, donde se sientan los comparecientes y los diputados que presiden la comisión. Sobre esa tarima tampoco cabe una silla de ruedas.

“Lo siento”, le decían los diputados a Moral. “Más lo siento yo”, contestaba. En el coro de diputados en el pasillo y luego ante los periodistas calificaron lo vivido de “patético”, “vergüenza” o “indignante”.

Desde Vox hasta Podemos, los diputados de los seis grupos con representación se han turnado para condenar lo sucedido. Varios han destacado que la ocasión debería servir para reformar el edificio con vistas a proteger los derechos de las personas con discapacidad. Han recordado que tampoco hay intérpretes de signos en los plenos o comisiones.

Moral había avisado con antelación al letrado del parlamento regional de que necesitaba facilidades por tener movilidad reducida. La Asamblea le reservó uno de los seis espacios para personas discapacitadas en el parking subterráneo, junto al ascensor. Pero nadie pareció reparar en las condiciones de la sala. Además del parking, el edificio tiene adaptaciones para personas con discapacidades, como espacio para silla de ruedas en la tribuna de público del Pleno o pulsadores de ascensor con información en braille. La Asamblea ha recibido premios por dar voz a las personas con discapacidad de Plena Inclusión, una red de asociaciones que vela por los derechos de ese colectivo, y también ha recibido la visita de delegaciones de otras autonomías, interesadas en mejorar la accesibilidad de personas con movilidad reducida. Pero el caso es que solo la sala de comisiones José Prat está preparada para ellos.

El presidente de Cermi Madrid era el primero de tres comparecientes convocados por la comisión, un órgano que recibe testigos desde octubre para aclarar las responsabilidades por las muertes sin asistencia médica en las residencias. Tras su intervención se iba a producir una comparecencia esperada, la del alto cargo de la Comunidad de Madrid que aprobó los triajes de personas que vivían en residencias, Carlos Mur. También estaba citado Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

“Creo que han tomado la decisión correcta, que es suspender (toda la sesión), porque si no se hubiera producido una doble discriminación”, ha dicho Moral.

La Asamblea debe ahora reprogramar la sesión para otra fecha. Los diputados de esta comisión han publicado un acuerdo en el que piden disculpas a Moral y solicitan obras para eliminar barreras arquitectónicas.