Capitán Sunrise cambia a Platón por Prozac
‘Dramas del primer mundo’ es el nuevo trabajo de esta banda que cumple 10 años sobre los escenarios
Con frases como He cambiado a Platón por Prozac o Bésame antes de que acabe el gobierno, Capitán Sunrise consigue crear una atmósfera vitalista y divertida, en donde los sentimientos se encuentran a flor de piel y reflejan ese vaivén de emociones que la sociedad está sintiendo en un momento de crisis como este. “Hablamos mucho de actualidad y de política, siempre con un poco de humor y de ironía. No de forma hiriente ni mucho menos, pero quiero darle ese punto socarrón a las letras que escribo”, expone Santi Diego, voz principal y compositor de esta banda de pop melódico que actuará el 31 de enero en la sala Siroco en Madrid, dentro de Sesiones Vermú Bala, un ciclo matutino que se une a la tendencia de este formato, al alza debido a las restricciones impuestas en el ocio nocturno. Contará con más conciertos hasta finales de marzo como el de Sofía Comas, Capsula, Crudo Pimento, Hermanos Dalton, Alberto Acinas y Julieta.
El lanzamiento del nuevo disco de Capitán Sunrise coincidió con el principio del coronavirus, pero a pesar de los obstáculos Dramas del primer mundo ha conseguido captar la atención del público mejor que trabajos anteriores. “Hemos llegado a más gente y hemos subido un peldaño del escalón. Nos han pinchado mucho más en Radio 3, hemos salido en la tele, ha habido más revuelo con este disco que con otros incluso con la pandemia y es verdad que en ese sentido estamos muy contentos con el resultado”, señala Santi Diego, que escribe inspirado en sus experiencias personales.
Su sonido no ha cambiado radicalmente, la melancolía sigue impregnando las letras, pero en esta ocasión Capitán Sunrise coquetea con sonidos más electrónicos de la mano del productor Javier León. De ahí que ese eclecticismo en su nuevo álbum no haya pasado desapercibido. “Seguimos siendo nosotros, pero es verdad que ha gustado más esta faceta del grupo y eso se está notando. Nos da rabia el hecho de no haber podido empezar a rodar, porque creemos que hubiéramos crecido más”, lamenta el líder del grupo, cuyos miembros viven en Madrid.
Noelia Cabezas hace las segundas voces y formó parte del proyecto casi desde el inicio. “Me encontré una noche en el ocho y medio con Daniel Cuenca que es el chico que luego nos hizo muchos videoclips y Fernando Bside que tiene un blog llamado Confesiones tirado en la pista de baile. Me dijeron que Santi necesitaba corista”, cuenta sorprendida de esa casualidad que le llevó a formar parte del destino de una banda que cumple ya 10 años.
Los integrantes Andrés Rebolledo (guitarra solista), Fran García (batería y percusiones) y Paco Cuenca (teclados, bajo y sintetizadores) se sumaron hace cuatro a las voces principales, en la formación más estable que han tenido hasta ahora. Puede que esa sea una de las razones por las que su música ha calado más a fondo. “Es el primer disco que grabamos todos juntos y sí que es verdad que las aportaciones cuentan, son gente que venía con muchas ganas de hacer cosas nuevas y ha sido muy variado también por eso. Además, somos una piña y yo siempre llevo la canción muy desnuda y el resto lo montamos juntos, creo que funcionamos muy bien y curramos mucho”, comenta Santi Diego sobre el proceso creativo que atraviesan hasta dar forma a las canciones.
De ahí que salten de una balada más intimista a un ritmo ochentero o más punk que invita a bailar hasta el final. “Cuando escucho un disco me mola que dentro sea un estilo reconocible y veas el sello de esa banda, pero también me gusta ir de un lado para otro, desde el folk a la electrónica a un guitarreo. Dentro de que hacemos pop tocamos muchos palos pero sí que conseguimos aunar y que haya homogeneidad”, señala el compositor, que también es profesor en un colegio público en el que imparte clases de música.
El concierto de presentación hubiese sido a finales de marzo, se retrasó a mayo y le han seguido sucesivas cancelaciones hasta llegar a enero, que sigue siendo incierto. También fechas de conciertos que tenían cerradas por distintos puntos nacionales se han difuminado. Pero la pandemia no les paró en el entorno online donde hicieron directos por Instagram, participaron el algunos festivales celebrados desde las casas y animaron a sus seguidores a que se grabasen su propio tema de Bésame después de la cuarentena, una versión adaptada para esos días cautivos.
Sobre el cierre de las salas de conciertos, Noelia Cabezas opina que al sector de la cultura se le está exigiendo mucho más que al resto: “No digo que no sea necesario, pero se debería trasladar a todos los sectores y no ensañarse tanto con este”. Coincide con ella Santi Diego: “Ha habido eventos de otro tipo que han sido muy multitudinarios y el riesgo de contagio era mayor, y es verdad que luego en los conciertos se pone el grito en el cielo. Hay que valorar que a nivel emocional y anímico nos hemos dado cuenta de lo importante que es la cultura, que nos ha salvado de la depresión y el agobio de una situación como la del confinamiento”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.