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Las vías vecinales que se abren camino entre la nieve de Madrid

Ciudadanos voluntarios han despejado vías durante todo el domingo para conectar sus casas con ambulatorios y farmacias

Vecinos de Madrid limpiando este domingo las calles de nieve.
Vecinos de Madrid limpiando este domingo las calles de nieve.DPA vía Europa Press (Europa Press)

Palas no tienen muchas. “Es una herramienta que no solemos tener en las casas, la verdad”, asegura desde las inmediaciones del Centro de Salud Alameda de Lavapiés Victor Rey, presidente de la asociación vecinal Sol y Letras. “Ahora tenemos dos, y una que nos ha dejado un bar durante un rato”. Los palos de escoba sí abundan, con ellos rompen el hielo hasta que se parten.

En Orcasitas son más de 100 personas las que respondieron a la llamada de las entidades. En la tarde del sábado se organizaron por videoconferencia. “No contamos con la ayuda municipal y nos preocupaba que algún vecino tuviera algún tipo de problema cardíaco o de otro tipo”. Eloy Cuéllar, miembro de la asociación vecinal Orcasitas atiende a EL PAÍS en un receso en el que ha subido a casa a cambiarse los calcetines empapados y comenzar un segundo turno de trabajo.

En la noche del sábado contactaron con los trabajadores municipales de limpieza y consiguieron que les prestaran cinco palas. “No dijeron que había 8.000 kilos de sal preparados para la ciudad, pero que a Usera no le tocaba ni uno”, asegura, así que son los habitantes del distrito quienes han abierto caminos vecinales, vías de acceso hacia ambulatorios y farmacias. También han atendido requerimientos en tiempo real: “nos han pedido algunas vecinas que despejemos la calle para llegar a las panaderías, que no pueden comprar ni el pan”. Estarán hasta que caiga la noche trabajando en las calles.

El huerto comunitario de Adelfas en el barrio de Pacífico, en el distrito de Retiro, ha prestado palas y azadas a vecinos que en este distrito ayer vieron que los accesos al Hospital Gregorio Marañón quedaban bloqueados. Desde las 11 de la mañana del domingo han estado trabajando para hacerlo transitable, al mismo tiempo que han conseguido abrir paso hacia un centro de diálisis, otro de psiquiatría y ambulatorios de la zona, y al estar de paso, la estación de metro de Ibiza. Ángela León, de la asociación cultural Hacenderas, explica que han tenido más suerte con el Ayuntamiento: “Aquí hemos conseguido que nos dejen en un cantón 60 kilos de sal, que ya hemos utilizado”.

Aunque algunas Juntas Municipales de Distrito han informado de que en algunos cantones de limpieza distribuidos por la ciudad había sal disponible, no la repartían. En Moncloa-Aravaca resulta imposible llegar al punto limpio habilitado, precisamente por la nieve y hielo acumulados, así que las cuarenta vecinas y vecinos que han acudido a la convocatoria de la Asociación vecinal Manzanares-Casa de Campo se han centrado en abrir la pasarela José Manuel Sánchez Río sobre el río Manzanares, el centro de salud y las paradas de autobús. “Por aquí no hemos visto operativos de emergencia, tampoco patrullas de la Policía Municipal”. Alberto Sánchez, presidente de la entidad, asegura que están, en este distrito también, solos. No comprenden cómo tras la sorpresa de la nevada, la respuesta municipal es inexistente.

El alcalde José Luis Martínez Almeida ha informado en su cuenta de Twitter del dispositivo municipal que “está operando en más de 115 calles de la ciudad, con 135 máquinas, 6.220 operarios y más de siete millones de kg de sal distribuidos”. Ninguno de esos recursos ha sido visto por las asociaciones consultadas. Almeida, en otro tuit, ha pedido la colaboración ciudadana para retirar la nieve.

Desde ayer, en las calles del centro esperan a que el equipo municipal haga las gestiones que se les prometieron por teléfono para asistirles. Mientras tanto, decenas de vecinos siguen golpeando a martillazos el hielo acumulado. Seguirán relevándose, voluntarias y voluntarios no les faltan. El cielo azul tan famoso de Madrid ha querido ayudar a sus vecinos, y el sol se abre paso para calentar manos y pies fríos hacia el mediodía, cuando se les unen “operativos de barrio” de la Asociación Valiente Bangla, la Red InterLavapiés y el Banco Colectivo. Estarán hasta que vean que las calles están aseguradas. “O hasta que el cuerpo aguante”, concluye Rey.

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