Una empleada de metro, el primer día de restricciones: “No hay trenes y tengo que venir a dar la cara”
Transportes asegura haber reforzado el servicio y destaca la normalidad en la hora punta en el lunes en el que entran en vigor las medidas en 37 áreas de salud de la capital y de otros siete municipios
Todavía es de noche en Madrid, pero sus periferias ya están despiertas. Desde los distritos del sur y del este de la capital, donde este lunes han entrado en vigor las nuevas restricciones de movilidad y de aforo, cientos de trabajadores que no pueden teletrabajar, con monos manchados de pintura o americanas para atender de cara al público, se dirigen al metro en un fluir constante. A las 7.10, Elisabeth Giménez entra a toda prisa por la estación de Miguel Hernández de la Línea 1, en Vallecas, junto a la que hay dos pancartas que protestan por los confinamientos y la gestión sanitaria del Gobierno regional. El trajín de personas que se llegan a la parada va en aumento. Giménez, sin detener su marcha ni un segundo, cuenta que trabaja limpiando portales en Vicálvaro, una zona no restringida, y que nadie le ha puesto impedimento alguno para salir de su casa, que sí se encuentra dentro de las 26 zonas de salud de seis distritos de la capital con limitaciones de movilidad para intentar frenar la expansión de la pandema. A lo largo de la Línea 1, se ven muchos viajeros en los andenes, pero no aglomeraciones. Pasan trenes cada cuatro o cinco minutos como mucho.
La Comunidad de Madrid anunció el domingo que desde hoy mismo reforzaría el servicio del suburbano y de los autobuses para mejorar las frecuencias y acortar los tiempos de espera y la masificación que muchos usuarios llevan meses denunciando en las redes sociales.
Ainhoa Amo también entra apurada por la boca de Miguel Hernández. Trabaja en la gerencia de un centro comercial en San Sebastián de los Reyes y tiene que cruzar medio Madrid para llegar a su trabajo. Cuenta que no ha tenido dificultades en su empresa: “Lo único es que me han tenido que hacer el certificado”. Los trabajadores que viven en las zonas rojas deben llevar un justificante firmado por la empresa por si les para la policía. También se puede entrar y salir por estudios, razones médicas o para trámites administrativos.
Una trabajadora de Metro charla con una viajera sobre la situación, se quejan de la falta de personal en los servicios. "Claro, como no hay gente en el paro... ", ironizan. En ese momento llega el convoy, la usuaria se sube rumbo al centro de Madrid y la revisora se queda sola en el andén. Es vallecana, está indignada y prefiere no dar su nombre. “Ni hay trenes, ni hay personal”, dice. Para después añadir: “Por un lado yo estoy confinada y por otro tengo que venir aquí a dar la cara”.
Los vagones de la línea están medio llenos hacia las siete y media en sentido a Sol. Aunque la frecuencia es mayor, el número de viajeros que espera el tren que los lleve al trabajo sube con el paso de los minutos. Conforme pasan las estaciones, cada vez más gente se sube al suburbano. A estas horas poca gente habla, varios leen y la gran mayoría mira el móvil o al suelo con la mirada somnolienta, en lucha contra el madrugón.
En un tuit, el consejero madrileño de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, ha informado de que esta mañana ha habido “normalidad en plena hora punta”, entre las seis y las ocho de la mañana, en la red de transporte público de la región. Garrido ha detallado que hay “frecuencias de 3 minutos en Línea 1 a su paso por Vallecas, una de las secciones más utilizadas”. En la hora punta de la mañana del viernes pasado Metro registró 93.333 viajeros, un 4% más que una semana antes.
Así están los vagones de Metro en la línea 1, que cruza el Vallecas confinado, hacia las 8 de la mañana.
— Nacho Gallello Bonino (@nachogallello) September 21, 2020
Miguel Hernández-Alto del Arenal pic.twitter.com/Rp0QBjq1jW
Refuerzo de transporte en las zonas afectadas
Esto permite mejorar las frecuencias y, por tanto, reducir los tiempos de espera en las estaciones. También se extiende a estas estaciones un dispositivo especial presencial de supervisión de aforo, con personal del suburbano madrileño y vigilantes de seguridad.
Desde este lunestambién se reforzará el control automático de aforos, que ya está en 225 estaciones, con mayor vigilancia en las cuotas de entrada en las 44 estaciones de las zonas afectadas por las nuevas restricciones de movilidad. El sistema opera mediante las validaciones de los tornos de entrada y bloquea los accesos con microcortes de entre 2 a 3 minutos para evitar excesos de viajeros en caso de necesidad. A través de la app de Metro se puede conocer el estado del aforo de la estación que se vaya a utilizar, así como un histórico de la ocupación en los últimos 40 minutos. También se pueden consultar los minutos de paso de cada tren.
En la actualidad, la red de transporte público en la Comunidad de Madrid (Metro, EMT, otros buses urbanos e interurbanos y Cercanías) registra 2,7 millones de viajes diarios, la mitad de lo que sería habitual en estas fechas.
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