Vox vincula su apoyo a las cuentas de 2021 a bajar impuestos en plena crisis
El Gobierno central advierte al de Madrid de la “contradicción” de pedirle fondos y renunciar a ingresos al mismo tiempo
Rocío Monasterio, líder de Vox, condicionó ayer su decisivo apoyo a los Presupuestos de 2021 a una bajada de impuestos para el próximo año, cuando todas las previsiones anuncian una aguda crisis económica. La Comunidad calcula que este año dejará de recaudar unos 1.000 millones por la pandemia, y estima que el coronavirus se llevará por delante el 12,7% del PIB regional (30.000 millones). Ese negro panorama ha dejado en pausa los proyectos de rebajas de PP y Cs, y llevó ayer al Gobierno central a advertir a Madrid de que no debería pedirle recursos adicionales para luego cercenar voluntariamente sus vías de ingresos.
En julio, la Autoridad independiente de responsabilidad fiscal (AIREF) emitió un informe que tiñó de negro el futuro de Madrid. “Las perspectivas para 2021 y 2022 empeoran significativamente respecto a 2020”, diagnosticó sobre los terribles efectos económicos de la pandemia. “La abrupta caída del crecimiento económico, junto con el deterioro del saldo fiscal a partir de 2021, supondrán un aumento en el nivel de riesgo de sostenibilidad financiera de la Comunidad”, subrayó. Y remató: “La crisis puede determinar una menor recaudación esperada en los principales ingresos autonómicos”. Con esa negra predicción sobre la mesa, Vox reclamó ayer una rebaja impositiva para apoyar las nuevas cuentas, que serán decisivas para dar respuesta a la crisis económica y social que seguirá a la sanitaria.
Ocurrió en la segunda jornada del debate sobre el estado de la región. Crítica tras crítica, dato tras dato, y ejemplo tras ejemplo, Rocío Monasterio, líder del partido de extrema derecha, construyó un discurso explosivo en contra del Gobierno de coalición que han formado PP y Cs en la región. Como si no hubiera sido ella quien hubiera propiciado la investidura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta, la líder de Vox acusó al Ejecutivo de “mentir” por no respetar sus acuerdos; a su vicepresidente, Ignacio Aguado (Cs), de ser un “infiltrado” de Pedro Sánchez que “extorsiona” a la presidenta, y a esta de escudarse en sus choques con el Gobierno central para no asumir su responsabilidad en la gestión de una pandemia que deja 15.000 muertos y 170.000 contagiados en la Comunidad. Tan dura fue su intervención, que Monasterio tuvo que aclarar desde el estrado que no dejará caer al Gobierno.
“Algunos de los anuncios que hizo ayer [por el lunes] son incompatibles con unos presupuestos de emergencia”, advirtio la líder de Vox. “Reduzca la Administración. Reduzca la burocracia. Cuente con nuestro apoyo siempre y cuando hagan una bajada de impuestos sin precedentes para 2021”, siguió. “Elimine todas las subvenciones no imprescindibles para afrontar la emergencia social. Elimine comisionados. Reduzca consejerías. Y priorice el gasto en sanidad y educación”.
Beneficio a las rentas altas
La exigencia de la rebaja fiscal coloca a PP y Cs en una incómoda posición.
Primero, porque la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, advirtieron ayer a la Comunidad de que no tiene sentido que pida recursos adicionales a Pedro Sánchez para que luego Ayuso rebaje impuestos. “Hay una contradicción”, dijo Montero, también titular de Hacienda. “Si realmente se plantea una rebaja fiscal parece poco de recibo ir al Gobierno de España diciendo que no tiene suficiente para pagar la educación o la sanidad”.
Segundo, porque en marzo los socios rompieron la unidad del gobierno por un acuerdo de la formación conservadora con la de extrema derecha para recortar impuestos por valor de 16 millones —no salió adelante—.
Tercero, porque la modestia de esa rebaja, planteada en tiempos incomparablemente mejores a los actuales, ya da pistas del poco margen que tiene la Administración regional.
Y cuarto, porque Díaz Ayuso hizo que su campaña electoral pivotara alrededor de una rebaja que calificó de “histórica”, y se calculó en 300 millones de euros, sin haber recortado ningún impuesto desde entonces.
¿Se pueden bajar ya los impuestos, como reclama Vox? “Eso Hacienda tendrá que verlo cuando se avance el proyecto de presupuestos de 2021”, contestó ayer un integrante del equipo de Díaz Ayuso.
La presidenta, por su parte, no se refirió a la exigencia de Monasterio en sus dos intervenciones del día en la Asamblea, aunque su equipo se remitió a lo dicho por ella misma la víspera.
“Mantenemos intacto nuestro compromiso de seguir bajando los impuestos en la Comunidad de Madrid, tal y como hemos hecho en los últimos 16 años”, dijo Díaz Ayuso el lunes, durante su primera intervención en el debate del estado de la región. “La principal reducción de impuestos, la rebaja de medio punto en todos los tramos del IRPF, se hará en esta legislatura”.
La acotación temporal, sin comprometer la reforma a un año concreto, no pasó desapercibida entre los grupos de la oposición. Tampoco su traducción a la práctica. Así, Más Madrid calculó que la medida supondría que las arcas públicas dejaran de ingresar 875 millones de euros, con un alivio medio por declarante de 272 euros, creciente hasta llegar a las cotas más pudientes: las 5.272 personas que declararon rentas superiores a 600.000 euros en 2018 se ahorrarían 18.000 euros, según los cálculos del partido de Pablo Gómez Perpinyà.
“Cada euro que regala a los millonarios es sinceramente un crimen”, espetó ayer el portavoz de Más Madrid.
El PP presume de haber cerrado rebajas de impuestos durante 16 años consecutivos. En ese periodo de tiempo, las arcas públicas han dejado de ingresar más de 48.000 euros por esa política, según los cálculos de la consejería de Hacienda, que dirige Javier Fernández Lasquetty. Eso ha impulsado a Madrid a convertirse en la Comunidad que más aporta al PIB nacional, superando a Cataluña, y ha generado quejas en otras regiones, que le acusan de practicar el dumping fiscal para atraer a grandes fortunas. La falta de recursos que ha agudizado la pandemia amenaza ahora con convertir 2020 en el primer año desde 2004 en el que el Gobierno conservador de Madrid no patrocina una nueva rebaja. Y eso fue aprovechado ayer de nuevo por Monasterio para poner al Ejecutivo de Díaz Ayuso en un aprieto.
Reto a Díaz Ayuso
“No tolero que diga usted que nosotros tumbamos la bajada de impuestos”, le reprochó Monastero a Díaz Ayuso sobre la votación perdida en marzo, cuando todo saltó por los aires porque Cs no respaldó el acuerdo del PP con Vox para lograr sus votos a cambio de reducir subvenciones en proporción a la rebaja. “Y como no lo tolero, le reto a que la presente la semana que viene de nuevo, que lo firmo y lo apruebo, el mismo texto”, retó a la presidenta regional. “Se lo firmo, y se lo apruebo, si el señor Aguado nos deja”, ironizó. “Quiero sacar unos Presupuestos. Pero háganme una propuesta que no pueda rechazar y que venga firmada por el señor Aguado”.
No parece que revivir el modesto proyecto de marzo, que solo beneficiaba a 30.000 personas, cumpla con las exigencias de Vox en materia fiscal. A cambio de aprobar los Presupuestos, en todo caso, la extrema derecha pone más condiciones. Díaz Ayuso rechazó ayer otra vez reducir su gabinete para complacer a Monasterio.
“Sobre la reducción del Gobierno, yo no gobierno para los gestos, entones si sería la derechita cobarde”, dijo. Dos pinceladas de que la negociación de las cuentas será a cara de perro.
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