Los contagios entre jóvenes y la falta de rastreadores dificultan el control del virus en Madrid
El descenso de la edad media de los positivos, hasta los 35 años, cuadruplica los contactos a seguir
El descenso de la edad media de los contagiados y la falta de rastreadores alimentan los brotes de la enfermedad en la Comunidad. Primero, porque se ha cuadriplicado el número de contactos que hay que seguir por cada positivo, según el Ejecutivo. Y segundo, porque de ese rastreo se ocupan solo 400 investigadores: tras desaprovechar las últimas semanas para reforzar sus equipos, la Comunidad contrata rastreadores en el sector privado, y ahora también los busca en las mutuas de accidentes de trabajo: médicos, enfermeros y hasta fisioterapeutas. Madrid notificó este martes que tenía 505 ingresados en sus hospitales por el virus, cifra que no alcanzaba desde principios de junio, y que la semana pasada tuvo dos jornadas con más de 1.000 positivos detectados, lo que no sucedía desde mediados de abril.
En los últimos 14 días, el 74% de los casos detectados en Madrid se correspondieron a personas de entre 15 y 59 años, según el informe epidemiológico que publica cada semana la Comunidad de Madrid. Ese dato retrata un dramático cambio de tendencia: hasta el 10 de mayo, cuando se vivió lo peor de la pandemia en la región, el 70% de los positivos tenía más de 60 años, según ediciones previas del mismo documento. El nuevo escenario aumenta las posibilidades de supervivencia de los enfermos —son más jóvenes— y facilita la expansión de la enfermedad —los contagiados tienen una vida social más intensa, especialmente con las vacaciones del verano—, según el análisis que hace la Administración, que se enfrenta al desafío de controlar a una población de casi siete millones de habitantes con alrededor de 400 rastreadores.
“Es cierto que ha evolucionado el número de contactos por cada contagio desde hace un mes y medio, sobre todo cuando ha disminuido la edad de los contagiados”, explicó este martes Enrique Ruiz-Escudero, consejero de Sanidad, que ha visto cómo la mediana de edad de todos los casos ha bajado de 42 años —entre el 11 de mayo y el 9 de agosto— a 35 años —en los últimos catorce días—. “Con eso se ha pasado de entre tres y cinco contactos por cada contagio, para multiplicarse por cuatro, hasta los 20 por cada contagio”, añadió en Onda Madrid.
“De media, el número de contactos a seguir se ha cuadruplicado”, insistió, por su parte, la consejera de Presidencia, María Eugenia Carballedo.
Eso obliga a la Administración a reforzar sus equipos de rastreadores a toda prisa. La Comunidad dice emplear a más de 400 investigadores —entre titulados sanitarios y empleados en una centralita telefónica— donde el colegio de médicos regional calcula que tendría que haber entre 1.300 y 1.600 profesionales. Tras descontar varias semanas con la enfermedad controlada, el repunte de casos obliga ahora al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso a contratar a tantos rastreadores como pueda.
El lunes había 505 ingresados por coronavirus en los hospitales de la región, cifra que no se registraba desde principios de junio. En la última semana se han detectado más de 5.000 nuevos casos. Y en ese mismo periodo se ha pasado de 39 personas luchando por su vida en las unidades de cuidados intensivos a 69.
Aunque la Comunidad ha dejado de informar sobre cuántos asintomáticos detecta, tras borrar ese dato del informe epidemiológico de la semana pasada (7,6%) por contradecir al que ofrecía su consejero (60%), el resto de las cifras retratan que la enfermedad repunta pese a que hay miles de madrileños fuera de la región, disfrutando de sus vacaciones. Y eso hace urgente tomar medidas.
“Una de las medidas que desde esta Consejería [Sanidad] se estarían preparando, es la de requerir la puesta a disposición del personal de las Mutuas para incorporarse a prestar sus servicios como RASTREADORES [sic], para localizar y hacer seguimiento de los contactos estrechos de personas infectadas como consecuencia del COVID-19”, se lee en una comunicación que le ha enviado la patronal de las mutuas a sus asociados, a la que accedió este diario. “Con este motivo, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha contactado esta semana con AMAT [la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo] y con la Subdirección General de Entidades Colaboradoras de la Seguridad Social, para comunicarles su intención, y para solicitar su colaboración a efectos de coordinación en el “reclutamiento”, se añade.
Fisioterapeutas
Así, la Comunidad busca médicos, enfermeros y fisioterapeutas entre los profesionales de las mutuas para trabajar como rastreadores a partir del 19 de agosto, y tras ser formados por los equipos de Salud Pública. La comunicación de la Consejería con la AMAT se produjo el viernes. Todo hace indicar que ese día la Administración se vio obligada a forzar la máquina ante la falta de rastreadores. Así, y tras una semana buscando infructuosamente investigadores voluntarios entre titulados universitarios, esa misma jornada se contrató a 22 especialistas en el sector privado —por casi 200.000 euros—, y se subrayó lo apremiante de la situación.
“La situación epidemiológica reflejada por los sistemas de información específicos muestra un incremento en el número de casos que obliga a proveer un mayor número de efectivos destinados a las labores de averiguación y seguimiento de contactos”, razonaba el acuerdo. “El tiempo de formación necesario, la eventual rapidez con la que puedan producirse cambios en la situación epidemiológica y el carácter anticipatorio que se busca, acortan los tiempos y hacen inviable recabar los medios materiales y humanos precisos dentro de los recursos propios de la Administración en un plazo compatible con los objetivos perseguidos”, añadía el contrato, pese a que ahora sí se encontrará ese tiempo para formar a los profesionales de las mutuas.
¿Seguirá la Comunidad buscando nuevos rastreadores entre el sector privado, el público y los voluntarios?
“La Consejería de Sanidad continúa manteniendo contactos con entidades externas a la Comunidad para buscar profesionales que realicen estudio y seguimiento de contactos de COVID-19 y en consonancia con el nuevo contexto epidemiológico”, contestaron este martes desde el departamento que dirige Ruiz-Escudero. “En esta línea, se ha tomado contacto con las Mutuas para buscar alguna colaboración”, detallaron. “De momento, Sanidad cuenta con un equipo de más de 400 profesionales del Dispositivo de estudio y seguimiento de contactos que lideran los epidemiólogos de Salud Pública, y formado por personal de la consejería o del Sermas”, siguieron. “La Consejería de Sanidad está tomando y tomará todas las medidas necesarias para la protección de los madrileños y vencer al coronavirus”.
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