Ayuso escucha a Vox y no descarta una crisis de Gobierno para salvar los presupuestos

El mensaje de unidad del Gobierno madrileño sigue en pie, pero este jueves ha faltado el vicepresidente, Ignacio Aguado, al pleno. Una bella metáfora para conmemorar el primer aniversario del pacto de Gobierno que PP y Ciudadanos firmaron hace justo un año. “Como no tenía pregunta, no ha acudido por el tema de los espacios”, explica su entorno. La pregunta en los plenos al líder de Ciudadanos las hace el propio portavoz de Ciudadanos. Con esto se garantizan la visibilidad en los medios, ya que la presidenta Ayuso monopoliza la mayor parte de las preguntas de la oposición. Sin Aguado a la vera de Ayuso, el pleno de hoy ha vivido un tenso rifirrafe—otro más—entre la presidenta y la portavoz de Vox, Rocío Monasterio. Tal ha sido el ataque, que ha salido hasta Rajoy. Y si Rajoy sale en un pleno de la Asamblea de Madrid y no a pasear, también es un signo de los nuevos tiempos.

“Usted nos acusó de ayudar a Sánchez, pero qué broma es esta”, ha espetado Monasterio a Ayuso en referencia al pleno de la semana pasada. “Sánchez no es más que el legado del PP y Rajoy”. La cara de la presidenta al escuchar estas palabras ha sido un poema. La de Vox ha continuado su discurso durante más de un minuto: “¿Alzó usted la voz y le dijo a Rajoy que pensara en España y no en Mariano?”. Que Rajoy vuelva a la política gracias a Vox también es un signo de anormalidad y no de nueva normalidad, las cosas como son.

“Ahora, dígame, ¿hasta dónde llega su preocupación por los madrileños?, ¿va a reducir su Consejo de Gobierno?”. El silencio se ha escuchado en la Asamblea. Vox sabe que tiene la llave de los presupuestos. Sin ellos, no se abre ninguna puerta. La parálisis en la región es un hecho. Se resume en un solo dato: el primer Gobierno regional de coalición no ha sacado adelante ni una sola ley porque Vox tiene la sartén por el mango.

Ayuso ha bebido un par de sorbos de agua antes de contestar a Monasterio. “Contesto a la pregunta y no a la perorata”. La presidenta ha liquidado a Rajoy en un santiamén y se ha centrado en lo importante ante la mirada de sus consejeros porque, al fin y al cabo, estaban sus puestos en juego. “En parte le voy a dar la razón. Ha de imperar la austeridad”. Algunos diputados populares han dado un respingo en sus asientos.

¿Crisis de Gobierno en directo? En todo caso, otra más. Cuando se vive en una crisis permanente, los consejeros ya están curados de espanto. “Todos los consejeros están soportando una carga de trabajo inmensa durante estos meses. No creo que haya que hacer una crisis de Gobierno dentro de otra crisis sanitaria”, ha observado. “Si esto es una condición para los presupuestos—que lo era—ayúdennos a sacarlos adelante. Échenos una mano. Y si hay posibilidad de reducir una consejería, le doy mi palabra de que la reduciré”. Fin de la cita, que diría Rajoy.

El pleno ha seguido curso con la atmósfera de los presupuestos de 2021 en juego. Minutos antes, la portavoz de Unidas Podemos, Isabel Serra, preguntaba a la presidenta por la segregación de la escuela pública y concertada de la región. “Han puesto todos los medios en convertir la educación en una máquina de la desigualdad”, ha señalado. Ayuso ponía muecas y barajaba sus papeles, que, por cierto, venían serigrafiados con el escudo de la Comunidad. Bebía agua. “Su discurso está lleno de mantras. Nosotros fomentamos proyectos para el bilingüismo. Este año defendemos principios: selectividad única en toda España. La educación es un asunto nacional”. La presidenta ha lanzado su mensaje. La portavoz de Unidas Podemos se ha quedado sin respuesta.

Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía

- Buscador: La nueva normalidad por municipios

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Guía de actuación ante la enfermedad