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Los incendios se acercan a las casas en California y también en Aragón o Murcia: “Hay que prepararse para convivir con fuegos muy peligrosos”

Investigadores gallegos confirman la tendencia en un estudio pionero que analizó y comparó más de 100.000 fuegos de España y de este territorio de Estados Unidos

Incendios Galicia
Vecinos de Vigo forman una cadena humana para transportar cubos de agua durante los fuegos que rodearon la ciudad en 2017.MIGUEL RIOPA
Sonia Vizoso

La catástrofe incendiaria de California, que ha arrasado ya más de 10.000 inmuebles en pleno invierno, lanza un aviso a navegantes también en España. Un reciente estudio de la Universidad de Santiago de Compostela analizó y comparó 107.000 incendios forestales ocurridos entre 2007 y 2015 en territorio español y en este estado estadounidense. Y detectó una tendencia común: en ambas regiones del planeta hay zonas donde estos fuegos surgen cada vez más cerca de las casas, lo que dificulta su extinción, explica el catedrático Manuel Marey, uno de los autores del trabajo publicado en 2024 en la revista científica Forests por el grupo de investigación Proyectos y Planificación (Proepla) del Campus Terra. Los emplazamientos de la península Ibérica en los que la aproximación de las llamas a las áreas habitadas es relevante son Aragón, Región de Murcia, y las provincias de Salamanca, Ávila, Burgos, Granada y Almería.

Marey, del Departamento de Producción Vegetal y Proyectos de Ingeniería de la Escuela Politécnica de Lugo, cree que la humanidad camina hacia un panorama incendiario “complicado” y debe “prepararse para convivir con fuegos raros y muy peligrosos” como el que asola California. Cuando las temperaturas son elevadas, los vientos soplan muy fuerte, la longitud del frente de las llamas es grande y el entorno amenazado es urbano, da igual la magnitud de los medios contraincendios con los que se cuente, esgrime el investigador. Son unas circunstancias endiabladas en las que los recursos no se pueden utilizar de manera eficaz y para las que Marey solo ve una solución: equipos de extinción “flexibles y ágiles” que tengan una velocidad de respuesta lo suficientemente rápida para sofocar las llamas cuando empiezan y evitar que se desmadren. “Las dificultades para extinguir los incendios cuando superan ciertas condiciones y entran en entornos urbanos son muy grandes y la planificación estratégica es muy compleja”, advierte.

La mitad de los fuegos forestales de España se producen en Galicia, una comunidad que con su extensa superficie arbolada y su dispersa población suele observar con temor cualquier tragedia incendiaria allá donde se produzca. Los investigadores de la Universidad de Santiago decidieron averiguar si la distancia entre el foco de los fuegos y las áreas habitadas está disminuyendo o aumentando, porque lo consideran clave para diseñar políticas efectivas de gestión y mitigación. En el caso californiano, los datos evidencian que en un 4% del territorio se dibuja una tendencia de aproximación significativa de las llamas a las zonas edificadas, mientras que en el caso español, ese porcentaje se eleva al 10,5% de la superficie. Galicia no está entre ellas, aunque tampoco se aprecia un alejamiento.

En términos numéricos, explica Marey, se producen cada vez menos incendios forestales, pero están “más concentrados espacio-temporalmente” y la planificación de su abordaje se ha ido complicando. Empiezan a abundar los que, como ha ocurrido ahora en California o pasó en Galicia en el otoño de 2017, se originan fuera de las estaciones habituales, cuando menos medios contraincendios están operativos. Y están afectando “a zonas de mayor valor económico y social, lo cual provoca más impacto”, añade este experto, que cita ejemplos en California, España o Australia. Cada año se calcinan 98 hectáreas en todo el planeta.

El estudio de la Universidad de Santiago titulado Análisis de tendencias en la distancia de los incendios forestales a áreas edificadas en España y California (EEUU): 2007–2015, que junto a Marey firman Óscar López Álvarez y Luis Franco Vázquez, también repara en las causas de estos desastres. En España, el 83% de los incendios estivales son provocados por personas (ya sea intencionado o por una negligencia); un 4% tienen como causa un rayo; y un 12% son de origen desconocido. La investigación detecta una importante tendencia a que las llamas se acerquen a viviendas en la zona de los Pirineos, una región montañosa “muy susceptible” a los fuegos causados por las tormentas secas del verano, aducen los investigadores. También son los desastres provocados, los mayoritarios con diferencia en España, los que más se están aproximando a áreas habitadas, afirma Marey. Los naturales se presentan “más estables en el tiempo”, una tendencia esta última que confirman otras investigaciones realizadas por este equipo gallego. En California, por el contrario, los fuegos de origen humano en verano solo representan el 36% del total, mientras que más de la mitad son de origen desconocido, y el 12% los desencadena un rayo.

Millones de datos

El análisis fue diseñado para asegurar su rigurosidad, señala Marey. El periodo de años al que se limitó (2007-2015) lo marcó la falta de datos más actuales, ya que el Gobierno central no ha publicado aún el punto de arranque de las llamas de los fuegos posteriores a 2015. Tampoco se incluyó todo el territorio español. Se descartaron Madrid, Cantabria, País Vasco, Navarra y las islas porque no había garantías de que el punto de ignición señalado en la documentación oficial fuera el correcto. Y solo se incluyeron los episodios ocurridos entre junio y octubre porque solo se disponía de información estadística completa en este periodo del año.

Tras introducir en el ordenador estos millones de datos, en ninguna de las zonas en las que se dividieron los territorios de España y California se detectó un alejamiento significativo de las llamas a las áreas habitadas. “Nuestra investigación es única en el sentido de que compara las tendencias de incendios en dos regiones geográficamente distantes con similitudes y diferencias en su relación con el fuego”, explican los autores de la investigación. “Hasta donde sabemos, este tipo de análisis no tiene precedentes científicos”, añaden.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.
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