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El ‘caso Déborah’ se reactiva con pistas y testimonios que no se exploraron en casi 20 años de instrucción

La familia de la joven desaparecida en Vigo confía en que nuevas pruebas y análisis forenses den un vuelco a las pesquisas y eviten la prescripción

Imagen de uno de los carteles en los que se denunciaba la desaparición de Deborah Fernández en Vigo.
Imagen de uno de los carteles en los que se denunciaba la desaparición de Deborah Fernández en Vigo.EFE

A escasos siete meses de la prescripción del caso, las pesquisas para resolver el asesinato de la joven viguesa Déborah Fernández Cervera, en abril de 2002, se han acelerado con la búsqueda de nuevas pistas y pruebas testificales sin las que este asunto fue archivado en falso hasta en quince ocasiones en casi 20 años de instrucción. La familia de la víctima logró que se reabriera el caso en febrero pasado y pidió al juzgado instructor de Tui que ordenase varias diligencias, entre ellas la exhumación del cuerpo y otros análisis forenses de los que todavía se desconocen los resultados.

La acusación particular que ejerce la familia de Déborah ha dado otro paso más en su larga batalla judicial para determinar la autoría del crimen con la declaración, este jueves, del que fuera responsable de la investigación policial entre 2008 y 2010, cuya comparecencia había solicitado en múltiples ocasiones. El testimonio del agente fue denegada por el juzgado, negativa que fue recurrida ante la Audiencia Provincial que lo estimó. El exinspector se ha ratificado en el contenido del atestado policial que se aportó al sumario y sobre el que ha girado la principal hipótesis de la desaparición y asesinato de la joven de 22 años aunque no se consiguió ninguna prueba concluyente.

Según este atestado, la chica se habría encontrado con una persona que conocía y con la que se fue voluntariamente el día que desapareció, el 30 de abril de 2002. Diez días después, el cadáver de Déborah apareció en una cuneta, en el municipio vecino de Oia, donde el presunto homicida dejó varias pistas falsas. La causa más plausible de la muerte fue por sofocación, ya que el cuerpo no presentaba lesiones visibles, y la persona implicada adoptó las máximas precauciones para confundir a los investigadores para que no se le relacionase con los hechos.

El atestado pone el foco en un posible sospechoso, un varón cercano a la víctima que fue interrogado, y de cuya declaración en sede policial se apreciaron una serie de contradicciones, según los investigadores. Con todo, esta persona nunca fue citada por el juzgado como investigada porque no se encontraron indicios sólidos para imputarle, por lo que el caso fue archivado.

También este jueves ha prestado declaración en el juzgado una prima de Déborah Fernández con la que esta habló antes de su desaparición, y que supuestamente fue la última persona que la vio con vida. Esta testigo tampoco fue nunca citada por el juzgado en estos 19 años, y ha sido otra supuesta negligencia en la instrucción que la familia siempre ha denunciado, según informa Europa Press.

La familia de Déborah se encuentra a la espera de recibir los resultados de varias diligencias solicitadas: informes de ADN y cotejos relacionados con el hallazgo de unas fibras y pelo hallados tanto en el cuerpo de la joven como en una colcha y un arcón, así como de informes técnicos de peritos informáticos y del resultado de la inspección ocular realizada el pasado 30 de septiembre en un vehículo propiedad del principal sospechoso en este caso.

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El juzgado deberá citar también a otros dos testigos, que inicialmente iban a comparecer este jueves pero que no fueron notificados a tiempo. Uno de ellos ya está localizado y el otro reside en el extranjero, por lo que su comparecencia depende de que las comisiones rogatorias tengan éxito.

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