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Espíritus y hadas en el concierto de la Sinfónica

La orquesta comienza 2021 con Slobodeniouk y Zimmermann interpretando música de Schumann y Prokófiev

Frank Peter Zimmermann con un Stradivarius, en un concierto en el Auditorio Nacional de Madrid.
Frank Peter Zimmermann con un Stradivarius, en un concierto en el Auditorio Nacional de Madrid.Fernando Marcos Ibáñez

La Orquesta Sinfónica de Galicia, dirigida por Dima Slobodeniouk y con el violinista Frank Peter Zimmermann como, comienza 2021 con un original programa. El Concierto para violín de Robert Schumann (1910-1856) y una selección de las suites para orquesta de La Cenicienta de Serguéi Prokófiev (1891-1953) presentan unas características que hacen de este concierto algo especial.

El Concierto para violín de Schuman estuvo perdido durante ochenta años desde que salió de la cabeza de su creador hasta su estreno púbico. Schumann lo había escrito en menos de dos semanas -21 de septiembre a 3 de octubre de 1853- para su amigo el violinista Joseph Joachim, pero este nunca llegó a tocarlo en público, alegando que era el producto de la mente debilitada de su amigo –quien, como es sabido- pasó sus últimos años en un sanatorio psiquiátrico.

Más realista parece considerar que la causa del abandono por arte de Joachim estuvo en las dificultades de la obra, como prueba su queja a la viuda de Schumann, Clara, sobre “los terribles pasajes para el violín”. Al morir Joachim, después de haber ocultado el manuscrito durante medio siglo, su hijo se lo vendió a la Biblioteca Nacional de Prusia a condición de que no se conociera hasta 1956, cien años después de la muerte de Schumann.

En una sesión espiritista celebrada en 1933 Jelly d’Arani, sobrina-nieta de Joachim, dijo tener un mensaje del espíritu de Schumann para que recuperara una obra suya que estaba inédita cuya existencia, “naturalmente”, la joven desconocía y que, casualmente, era el Concierto en re mayor celosamente retirado del tráfico por Joachim. La voz del tío abuelo Joseph completó la “revelación” dirigiendo a la violinista a la Biblioteca Nacional de Praga.

Tras una competencia entre d’Arani y Yehudi Menuhin por el estreno de la obra, el gobierno nacional socialista alemán resolvió que lo estrenara en Berlín un violinista del país. El elegido fue Georg Kulenkampff que la estrenó con la Filarmónica de Berlín el 26 de noviembre de 1933. Menuhin hizo lo propio con la Orquesta Sinfónica de San Luis y, finalmente, Jelly d’Aranyi pudo tocarlo en el Queen’s Hall de Londres con la Orquesta Sinfónica de la BBC.

La segunda parte del programa es una selección de piezas de las dos primeras suites orquestales que Prokófiev compuso a partir de su ballet Cenicienta. Este le fue encargado en 1940 por el Ballet Kirov y debería tener una línea clásica tradicional, siguiendo las directrices del llamado Realismo Socialista. Prokófiev puso manos a la obra hasta que la invasión de la URSS por las tropas nazis le hizo concebir el proyecto de una gran ópera sobre Guerra y paz, de Tolstoi, posponiendo la composición de Cenicienta. Acabó esta en 1944 y se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú el 21 de noviembre de 1945.

Para ello, según dijo el propio autor hubo de “estudiar a fondo estudiar la naturaleza de los cuentos de hadas” y poner en música aspectos tan variados como “el florecimiento de la emoción, los obstáculos en el camino” de los enamorados, “la fantasía de los doce enanos, la rápida alternancia de los países del Mundo visitados por el príncipe en busca de Cenicienta o el aliento vívido y poético de la naturaleza en la figura de las hadas de las cuatro estaciones del año”.

Las suites orquestales son fruto de una gran labor de adaptación de la música del ballet a la forma puramente sinfónica. La variación de tempi, la orquestación y el cambio de orden del cronológico del ballet a una lógica de música puramente orquestal fueron plenamente logrados por el compositor ruso. La selección de Slobodeniouk para este concierto responde a esta lógica y a la duración más adecuada para el desarrollo de este concierto en las actuales circunstancias.

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