Lo del plato de orejas de Ayuso y lo de Más Madrid en Gran Vía

El chollo de estas elecciones es vivir en un bloque de edificios y que te pongan —con la pasta que vale—una lona publicitaria electoral. Así se arreglan los desperfectos comunitarios. A este ritmo, y si las comunidades de vecinos son listas, Madrid entero estará en obras para los comicios de 2023. Resulta que la Gran Vía ha vuelto a amanecer con otra. El PSOE puso la primera a la altura de Callao, un codiciado esquinazo a la vista de todos: “Tras la foto, el Gobierno de Colón. Programa en serio. Ángel Gabilondo”. Fue muy comentado en la tertulia 24 horas de Twitter. Duró unos días. El PP protestó y tuvieron que poner otra: “Tu libertad es ir a votar. Si no puedes ir, vota por correo”. La campaña socialista empezó muy fuerte, pero luego ha sido un poco como la aplicación de ClubHouse.

Más Madrid va viento en popa. Este viernes el partido puso su lona en el número 69 de la Gran Vía —el número de la mayoría absoluta en la Asamblea, guiño, guiño— con el rostro de su candidata y de la presidenta madrileña: “…Y tan distintas. El remedio contra Ayuso se llama Mónica García”, dice el cartel. Un día antes, Ciudadanos puso otro inmenso al ladito del Wizink Center donde ―qué casualidad— Ayuso dará su último mitin el domingo. Cuando hable, mirará al edificio y leerá los grandes insultos de estos días: “Traidor. Fascista. Amargada. Parásito. Rata”. Es la recta final de campaña.

La presidenta hace oídos sordos a todos. Sin embargo, ha colgado un vídeo muy llamativo en su pagína web (yoconayuso.es) con una lista de comida. Su equipo de campaña le ha propuesto una serie de platos gastronómicos y ella los ha ordenado a su gusto. Libertad o calorías. “Bueno, bueno, bueno, a ver. Los huevos rotos con jamón me los comería todos los días”, arranca la presidenta. “Luego ya unas gildas, luego ya una tortilla poca hecha, que es fascinante”. De pronto se hace un silencio y dice: “La oreja, ¡Me encanta la oreja! No ya para la operación bikini, sino para la operación chancla. Luego unas bravas, unos torreznos, unas croquetas y los calamares. Dejaría para el final la ensaladilla porque lo que no termino de comer son los callos”. Vivir a la madrileña tiene sus riesgos.

Quien se ha cansado en 15 días es Toni Cantó, que este viernes arrasó en el patio tuitero con su anuncio de que quizá se vuelva a Valencia. “Iremos viendo en los próximos meses cómo va avanzando el proceso de primarias [del PP] que tienen allí, pero la persona que sea elegida por el partido para liderar la Comunidad Valenciana puede contar conmigo”. Al minuto, generó decenas de comentarios. Uno escribió: “Que proponga de una vez la creación de un padrón universal que sirva para cualquier localidad del mundo”. Si no fuera por estos ratos.

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