Breve diccionario del fin de campaña

Esta pieza corresponde a uno de los envíos del boletín Diario electoral, que se envía cada tarde. Si quiere recibirlo y seguir la campaña y las elecciones, puede hacerlo en este enlace.

Absoluta. Número mágico: 176 escaños. Sueño del PP, improbable según las encuestas. Con Vox es más factible que llegue; en caso contrario, véase bloqueo.

Ausencias. Feijóo dio plantón al debate a cuatro. Ha aparecido con Rajoy y con Aznar en mítines, pero ni rastro de Casado, ni de Soraya Sáenz de Santamaría. En la izquierda, estruendoso silencio de Felipe González (frente a un activo Zapatero); tampoco se ha pronunciado Irene Montero desde que fue apartada.

Bloqueo. Supuesto en el que PP y Vox no alcanzan la mayoría absoluta, pero tampoco la izquierda puede formar una alternativa (ERC y Bildu avanzan que en ese caso pedirían un alto precio). Vendría una repetición electoral, como si no hubiéramos votado lo suficiente este año.

Clima. Estamos a 40 y 45º en buena parte de España, pero del calentamiento global se ha hablado poco en uno de los países más afectados. Casi no se cita en el programa del PP. Yolanda Díaz sí insistió en esto en el debate a tres. Quien más habla del cambio climático es Vox, pero para tacharlo de “religión”. En otros países de Europa no se entendería esto.

Economía. PP y Vox niegan el vigor de la recuperación pospandemia, el PSOE se ha excedido en su triunfalismo y Sumar insiste en mirar a los que lo pasan mal. España va mucho mejor de lo que esperábamos en el Gran Confinamiento; el retrato de los cuatro años tiene más claroscuros.

Falcon. Aviones acondicionados para el Rey, el presidente del Gobierno y otras autoridades. Muy resultones para la demagogia. ¿Podrían viajar en aviones comerciales? Podrían, pero no deben. Por seguridad y porque su tiempo es valioso y no puede malgastarse.

Mentira. Concepto banalizado, que todos se echan en cara todo el rato. Lo arrojaban sobre todo contra Sánchez, por sus múltiples rectificaciones; varios patinazos de Feijóo, incluso en el debate que se cree que ganó, le llevaron a tomar de su propia medicina.

Solo sí es sí. Punto débil de la coalición, flanco que las derechas han atacado sin descanso. La chapuza en aquella legislación ha permitido a PP y Vox mostrarse sensibles a la violencia contra las mujeres mientras amenazan otras de las conquistas del feminismo.

Tercero. Batalla feroz entre Vox y Sumar por ese puesto. El botín es de un buen puñado de escaños en provincias pequeñas y medianas. Puede ser clave.

Terrorismo. Una década después del fin de ETA, el tema aún motiva mucho al electorado conservador. Se ha usado a las víctimas, y hasta el nombre de sus asesinos, sin pudor ni respeto. No se habla del terrorismo islamista, que no hace tanto golpeaba duro a toda Europa.

Ucrania. En medio de una guerra en Europa, solo se menciona para justificar las dificultades económicas. La política exterior sigue esperando un debate serio. España se ha comprometido en la OTAN a aumentar mucho su inversión en defensa, pero nadie dice cómo.

Xenofobia. Prejuicio tristemente metido en el debate público por Vox. Quieren crear alarma con la delincuencia (en niveles bajos), con los menores no acompañados (pocas cosas más inhumanas que demonizar a niños sin familia), y hasta con la siniestra teoría del reemplazo. La ultraderecha se fija en los agresores sexuales cuando son extranjeros (y no son mayoría), pero no ha advertido que casi todos son hombres, porque no existe la violencia machista.

Recibe cada tarde el boletín Diario electoral, con el análisis de Ricardo de Querol, subdirector, y Luis Barbero, redactor jefe de edición.