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Los grandes partidos, salvo Vox, mantienen la paridad en sus cabezas de lista para el 23-J

La formación de Abascal ha pasado de presentar a un 46% de mujeres en sus números uno provinciales en 2019 a solo el 29% ahora

Santiago Abascal, en Valencia, para asistir a la sesión constitutiva de la XI Legislatura en Les Corts, el lunes.
Santiago Abascal, en Valencia, para asistir a la sesión constitutiva de la XI Legislatura en Les Corts, el lunes.MÒNICA TORRES

Ya hay un resultado de las elecciones de este 23-J: la igualdad entre candidatos y candidatas a un escaño en el Congreso. El total de las listas de todos los partidos que concurren se dividen de manera casi perfecta entre hombres y mujeres, y además esa proporción ha mejorado con respecto a los anteriores comicios, en 2019. Sin embargo, la equidad entre sexos no ha llegado todavía a los cabezas de cartel. Ahí queda camino por recorrer: una mayoría de los números uno, el 60%, son hombres, y, además, hay diferencias notables entre partidos: Vox solo presenta un 29% de mujeres en primeros puestos provinciales, cuando hace cuatro años eran un 46%.

La ley electoral obliga a que haya paridad de candidatos y candidatas en las listas (en concreto, la presencia de un sexo no puede quedar por debajo del 40% en cada tramo de cinco puestos: del número 1 al 5, del 6 al 10...), pero la LOREG no menciona nada del sexo de los cabezas de lista. No hay, pues, una proporción obligatoria para el primer puesto de las papeletas que presenta cada partido en cada provincia, el que teóricamente tiene más probabilidades de salir elegido y obtener escaño.

Los grandes partidos, salvo Vox, mantienen la paridad —ese mínimo del 40% de presencia de un sexo— en sus cabezas de lista para el 23-J. Con todo, hay diferencias en los números uno de las cuatro principales formaciones que concurren (PSOE, PP, Sumar y Vox), pero ninguna alcanza la igualdad —50%/50%— y, además, están más lejos de lograrla ahora que en noviembre de 2019.

El Partido Popular presenta un 44% de mujeres como cabezas de cartel, el PSOE un 43%, Sumar un 41% y, muy por debajo, Vox: solo un 29%. En 2019, los socialistas casi alcanzaron la igualdad (49,2% de sus números uno provinciales eran mujeres) y los populares se quedaron muy cerca (48,6%). La cifra de Vox para estos comicios no solo es la más baja, sino que es la que más empeora: en 2019 presentó un 46,5% de mujeres. (Sumar no existía hace cuatro años). Para encontrar igualdad total en los cabezas de lista (50%/50% exacto), hay que fijarse en seis formaciones más pequeñas: ERC, EH Bildu, BNG, CUP, Junts y Coalición Canaria.

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En general, las cifras son algo mejores que hace cuatro años en lo que respecta al conjunto de las listas. De todas las candidaturas proclamadas, un 49,06% están compuestas por mujeres, lo que supone 0,86 puntos más con respecto a las que concurrieron hace cuatro años.

Las papeletas con más mujeres son las de EH Bildu (60%), Coalición Canaria (55,6%), PNV (54,5%), ERC (53,4%) y BNG (52,4%). Justo detrás están las del PSOE (51,1%) y CUP (50,6%). Quedan por debajo del 50% Sumar, PP, Vox y Junts. Entre los partidos que más cerca estuvieron de conseguir un escaño pero quedaron fuera del Congreso, los animalistas de PACMA alcanzan el 52,8%.

La presencia de hombres y mujeres en las papeletas varía según las provincias. En Cuenca y Ávila, la presencia femenina supera el 55%, seguida de Granada, Cantabria, Zamora y Teruel. En el extremo contrario, en Cáceres solo supone un 37,5%, con porcentajes también bajos en Lugo, Gipuzkoa y Lleida. Entre las provincias con una representación de 10 o más diputados en el Congreso prácticamente se ha alcanzado ya la igualdad y, entre ellas, Málaga destaca con un 52% de mujeres en el conjunto de las papeletas de los partidos que concurren. En todos estos grandes territorios, además, sube la presencia femenina en las listas con respecto a 2019. Por contra, hay 10 circunscripciones que han empeoran sus porcentajes, que caen sobre todo en Melilla, Cáceres, Álava, Burgos y Lugo.

En las elecciones de abril de 2019 el Congreso alcanzó su récord histórico de diputadas, 166 (un 47,6%), y se convirtió en el primero de Europa en representación femenina. Durante casi siete meses, España se situó por delante de la igualitaria Suecia. Sin embargo, con la repetición electoral de noviembre, España perdió 13 diputadas y también ese primer puesto.

El adelanto de las elecciones generales ha dado al traste con una de las reformas legales para ampliar la obligación de la paridad a otros ámbitos: la Ley de Representación Paritaria de Mujeres y Hombres. En marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la nueva norma y detalló que las candidaturas electorales, además de tener una composición paritaria como ya exige la LOREG, deberán estar compuestas con una alternancia de personas de uno y otro sexo, lo que se conoce como listas cremallera, algo que de facto ya siguen varios partidos. Eso no habría corregido per se la menor presencia de mujeres en el puesto más alto de las papeletas, pero al menos habría una candidata en los dos primeros puestos.

El Consejo de Ministros remitió a las Cortes el proyecto de ley el 23 de mayo, tan solo cinco días antes del anuncio de comicios y la consiguiente disolución del Congreso y el Senado. De haberse aprobado la norma, se habría aplicado a todas las elecciones: generales al Congreso, autonómicas, municipales y en la elección en las urnas de los miembros de los consejos y cabildos insulares y diputados al Parlamento Europeo. Y, también, cuando las candidaturas para el Senado se agrupen en listas. La obligación de la paridad se extendería también a otros órganos, como el Consejo de Ministros, las secretarías de Estado, las subsecretarías y las direcciones generales de cada ministerio, y también a todas las entidades del sector público estatal.

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