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¿Juntos o separados? Así es el reparto de escaños de Sumar y Podemos en los dos casos

Podemos y Sumar logran una docena de escaños más si concurren juntos, asumiendo el mismo total de votos. Simulamos los efectos del sistema electoral sobre sus expectativas electorales

Ione Belarra, Yolanda Díaz e Irene Montero, durante la II edición de los Reconocimientos Arcoíris, el 27 de junio de 2022 en Madrid
Ione Belarra, Yolanda Díaz e Irene Montero, durante la II edición de los Reconocimientos Arcoíris, el 27 de junio de 2022 en MadridISABEL INFANTES (Europa Press)

Una de las preguntas decisivas de las elecciones del próximo 23 de julio se responderá mucho antes, esta misma semana, con la negociación entre Podemos y Sumar para concurrir juntos en una lista. De esa decisión dependen, previsiblemente, una docena de escaños.

Ahora mismo, con Sumar y Podemos separados, nuestro promedio de encuestas les otorga unos 29 asientos. Los de Yolanda Díaz rondarían el 10,4% de votos y 26 escaños, mientras que Podemos, con un 4,3% de voto, se quedaría prácticamente sin representantes.

Pero, ¿y si simulamos una hipotética coalición de las dos fuerzas? Asumiendo que sumen sus votos, la lista única de Sumar lograría ahora alrededor del 14,7% de las papeletas y 41 escaños. Es decir, conseguirían 12 más. La nueva configuración dejaría al PP y Vox con alrededor de 179 asientos, todavía por encima de la mayoría absoluta (176), pero apenas. Dado el margen de error de los sondeos, el Gobierno estaría en el aire.

La diferencia entre los dos escenarios se debe a un efecto mecánico: por las características de nuestro sistema electoral, dividir los votos en varias listas tiene un precio en escaños. Muchas veces se culpa de estas diferencias a D’Hondt —la regla de reparto—, pero esa fórmula no es el principal responsable, sino las circunscripciones provinciales. En muchas se reparten pocos escaños, lo que hace difícil que las formaciones pequeñas o medianas los consigan, de manera que allí sus votos acaban perdiéndose.

La siguiente tabla muestra las 12 provincias donde Sumar y Podemos obtendrían un escaño más yendo juntos en lugar de separados.

Hay seis provincias donde la lista única tendría un asiento en lugar de ninguno (siempre en esta simulación concreta). Es lo que ocurre en Granada, por ejemplo, como se observa al aplicar la fórmula D’Hondt. Cuando van separados, el primer escaño es para el PP (33% de voto, el más votado), el segundo para el PSOE (30%) y el tercero para Vox (20%). El cuarto vuelve a ser para el PP, que duplica al resto de fuerzas y se lleva el asiento con su divisor 2 (30/2). A partir de ahí, los escaños son para PSOE con divisor 2 (30/2), PP con divisor 3 (30/3) y Vox con divisor 2 (20/2). Como ese último cociente supera los votos de Sumar (9%) y de Podemos (4%), ninguna de esas formaciones logra escaño. Sin embargo, cuando suman sus votos, logran un 13% de voto que les vale para conseguir el sexto diputado.

En otras seis provincias la combinación de fuerzas sirve para ganar un escaño extra, como ocurre en Málaga. Por separado, Sumar conseguiría el octavo diputado con un 10% del voto y Podemos se quedaría sin representante con un 4%. En cambio, al unirse, se pueden llevar el cuarto y el undécimo escaño, quitándoselo a Vox.

Otros escenarios: ¿Sumar suma o resta votos?

El ejercicio anterior asume que la decisión de ir juntos o separados no cambia en absoluto la expectativa de votos de Sumar y de Podemos. Pero eso no tiene que ser así necesariamente.

Unos argumentan que la unión movilizará a su electorado, activando a indecisos y haciendo que Sumar crezca. Es una posibilidad que apuntaba el último sondeo de 40dB. (aunque dentro del margen de error): en un escenario con Sumar y Podemos separados, los encuestados les daban un 14,4% de votos, mientras que en uno con las fuerzas unidas, los elevaban al 15,6%.

Otras voces dicen que la coalición tendría el efecto contrario: desmovilizar. Es decir, creen que hay votantes de Sumar que no votarán por el partido si concurre con Podemos, o viceversa, que algunos simpatizantes de Podemos no les votarán en coalición. Si es así, estos votantes anti coalición deberían ser muchos para compensar el efecto del sistema electoral que acabamos de ver: un Sumar unido que se quedase solo en un 12% de votos, en lugar del 14,7% que asumimos al principio, rondaría los 31 escaños y seguiría siendo rentable.

Metodología. Como punto de partida, hemos considerado el nivel nacional según un promedio encuestas actualizado, siguiendo la metodología que se menciona aquí. Luego, para repartir los votos de cada partido por cada provincia hemos usado la distribución de votos de las formaciones en las elecciones generales de noviembre de 2019. Con Sumar, hemos usado una aproximación: distribuir sus votos como se repartió entonces la suma de votos a la izquierda del PSOE (Unidas Podemos, Compromís, Más País). Por último, simplemente hemos repartido los escaños en cada provincia aplicando la barrera electoral del 3% y la fórmula D’Hondt.


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