El PP teme que la crisis de los ‘pellets’ de plástico movilice a la izquierda en Galicia

El PP gallego acostumbra a la prudencia en las predicciones, pero, además, las pasadas elecciones generales han quedado registradas en la dirección nacional del partido como “un aviso” de que “a veces se gana, pero no se llega”. Así lo recuerda uno de los dirigentes del núcleo duro de Alberto Núñez Feijóo y es la razón por la que los populares gallegos contienen el aliento ante la próxima cita electoral del 18 de febrero en Galicia. Nadie en el PP quiere lanzar las campanas al vuelo sobre que Alfonso Rueda vaya a reeditar con comodidad la mayoría absoluta, como predice el barómetro de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER publicado este lunes. A esa prudencia se añade una novedad inquietante para los populares. El pistoletazo de salida de la precampaña ha coincidido con una crisis medioambiental por los vertidos de pellets de plástico en las playas de Galicia de la que de momento la Xunta desconoce su magnitud, según fuentes del Gobierno gallego, que se queja de no haber recibido todavía la información del Ejecutivo central sobre el número de contenedores con este material caídos al mar el pasado diciembre. El PP teme que esta crisis sirva para movilizar a la izquierda en Galicia y ponga en riesgo su victoria en las próximas elecciones gallegas.

El presidente de Galicia y candidato a la reelección admitió este lunes en un desayuno informativo en Madrid que “por supuesto” le preocupa la repercusión en las elecciones del próximo febrero de la llegada de millones de bolitas de un compuesto todavía desconocido que se ha extendido por la costa gallega. Rueda explicó que la Xunta “va a recoger todo lo que llegue a las playas” mientras se quejó de que los partidos de oposición hagan “campaña descaradamente” con este asunto. El barón gallego del PP consideró un “auténtico disparate” comparar lo sucedido con la catástrofe del Prestige, pero en su entorno reconocen que por el recuerdo de aquél desastre medioambiental de hace 20 años la sociedad gallega tiene una profunda sensibilidad con el cuidado de su costa. De ahí el temor en el PP de Galicia a que la crisis de los pellets pueda servir “no tanto para desgastar a Rueda, sino para movilizar a la izquierda” hacia las elecciones de febrero, resumen fuentes del partido. La movilización del sector progresista del electorado no interesa al PP porque podría amenazar su mayoría absoluta.

La inquietud es creciente en el PP, que constata que los partidos de la izquierda ya están volcándose con este problema medioambiental y que reconoce que actúa “a ciegas” con el alcance potencial de la crisis. La Xunta admite que desconoce cuántos contenedores han caído al mar procedentes del buque Toconao, con bandera del país africano de Liberia, el pasado 8 de diciembre, a unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, en Portugal, de los que salieron los pellets o bolitas, del tamaño de pequeñas lentejas, utilizadas en la fabricación de los materiales de plástico, que han llegado a las playas gallegas. Hasta ahora, según ha informado Noia Limpa, la organización ambiental que empezó a limpiar las playas con voluntarios, en los arenales gallegos se han recogido unos 60 sacos llenos de estos pellets, de unos 25 kilos cada uno.

En principio, según fuentes de la Xunta, el componente es aparentemente “inocuo”, pero todavía no están listos los informes oficiales. Con los precedentes y a menos de mes y medio de las elecciones, las “bolitas” de plástico han desatado un incipiente nerviosismo en el PP. “Si aparece un pez o una garza muerta, tendrán un problema”, resume un presidente autonómico del PP, que cree que, en caso de que no haya imágenes que retraten una catástrofe medioambiental, sus colegas gallegos salvarán el envite.

Que los pellets interesan y preocupan en Galicia se constata en que cientos de voluntarios se han organizado a través de grupos de WhatsApp para limpiar el litoral gallego y reclaman coordinación por parte de las autoridades mientras critican la lentitud de la administración para actuar. En paralelo, la Xunta de Galicia y el Gobierno central se echan mutuamente la culpa de esa tardanza. El presidente de Galicia ha revelado que la vicepresidenta Teresa Ribera lo llamó este domingo, día 7, y le ofreció la colaboración del Gobierno central, algo que agradece. No obstante, Rueda no quiso aclarar si elevará el nivel de emergencia que según el Ejecutivo de Pedro Sánchez es necesario para activar los medios estatales. “El que quiera ayudar, que ayude”, dijo lacónico el presidente gallego. La Moncloa se quejó de que esa frase “es propia de otros tiempos, cuando no se disponía de un sistema nacional de respuesta como el que se tiene desde el año 2012″. Y ese sistema “prevé la activación escalonada y sucesiva de los planes: si un plan no es suficiente, se activa el siguiente. Y ha de ser el responsable del plan activado, si resulta insuficiente, el que solicite la activación del plan superior”, argumentan fuentes gubernamentales.

Polémica de campaña

El tira y afloja entre las dos administraciones apunta ya a una polémica de campaña. El marco de las políticas medioambientales da a priori ventaja a la izquierda, pero los populares creen que también el Gobierno tiene que andar con cuidado porque podría ser visto como responsable en parte en la gestión de la crisis de los pallets. A escasos 40 días de las elecciones autonómicas, unas bolitas de plástico del tamaño de lentejas han aparecido amenazando una campaña que se preveía plácida. En el PP se resisten a dar por cazada la piel del oso de la mayoría absoluta. “Hay que trabajarla”, resume un alto cargo del núcleo de Feijóo. “Si trabajamos, lo normal es que ganemos, pero hay que trabajar”.