Salvador Illa tras ganar las elecciones: “Los catalanes han decidido abrir una nueva etapa y que el PSC la lidere”

El PSC ha cumplido el guion a rajatabla y ha ganado este 12-M acariciando una noche perfecta. Con el 98% del escrutinio, los socialistas catalanes suman 42 escaños, nueve más de los que alcanzaron en los comicios de 2021 (33). De la mano de Salvador Illa, su candidato, el PSC ha cosechado el tercer mejor resultado de toda su historia en unas elecciones autonómicas tras los registros que firmó Pasqual Maragall en 1999 (52 diputados) y en 2003 (43). Los socialistas han cumplido sobradamente su doble objetivo de vencer y de dejar al independentismo muy lejos de la mayoría absoluta cerrando ya el libro del procés. “Los catalanes han decidido abrir una nueva etapa y que el PSC la lidere”, ha exclamado Illa que ha anunciado que presentará su candidatura a la investidura tras la constitución de la Mesa del Parlament. Illa necesitará los votos de ERC y por tanto, el rompecabezas sigue abierto pendiente de encajar las piezas.

Al grito de “¡President, president!” y de “¡Visca, visca, visca Catalunya socialista!”, unos 200 afiliados eufóricos se han agolpado en la sede con el móvil en mano para retratar la llegada de Illa, que ha seguido el escrutinio en la segunda planta de la sede. El candidato ha esperado a comparecer paran pronunciar su discurso a que lo hicieran tanto Carles Puigdemont y Pere Aragonès. Illa pidió en la campaña votos para tener fuerza para gobernar y evitar el bloqueo y ahora depende de los republicanos, que ya han avisado que se quedan en la oposición. “Después de 45 años, el PSC ha ganado unas elecciones autonómicas en votos y escaños”, ha exclamado Illa feliz. “Los partidos independentistas suman 62 escaños y el 43% de votos. Los catalanes han decidido abrir una nueva etapa. Han influido muchos factores y seguro que algunos de ellos han sido las políticas seguidas por el Gobierno de España y Pedro Sánchez”.

Arropado por la dirección de su partido y tras el lema “Gracias, Catalunya, el PSC, primer partido de Catalunya”, Illa ha expuesto que han concentrado el 28% de los votos y 850.000 sufragios y ha recuperado una idea de su campaña de que esta nueva etapa ningún catalán va a quedar excluido, “piensen lo que piensen, vivan donde vivan y hablen la lengua que hablen”. “Cataluña se pone en marcha”, ha afirmado exponiendo su voluntad de querer abrir y liderar esta nueva etapa centrada en los servicios públicos.

Han influido muchos factores y seguro que algunos han sido las políticas del Gobierno de España y Pedro Sánchez”.

Asentados en la centralidad, los socialistas han firmado el mejor de los escenarios porque pueden coger el volante y mirar a su izquierda o su derecha para pactar: pueden volver a reeditar un tripartito con ERC y los comunes, como el que formaron a principios de esta década. O también otra posibilidad que Illa ya ha rechazado abiertamente: formar un govern con Junts y rescatar la idea de la vieja sociovergencia al acusar al partido de Carles Puigdemont de generar inestabilidad. Y queda otra mayoría fuera de cualquier ecuación: la que formaría con PP y Vox. Esas tres variables consolida de forma abrumadora al PSC como primera fuerza en Cataluña tras ganar por cuarta vez en tres años unas elecciones: las autonómicas de 2021; las municipales, con la más que simbólica conquista de la alcaldía de Barcelona y la de las generales, cuando aportó más de un millón de votos para que Pedro Sánchez siguiera en La Moncloa.

Su nuevo éxito electoral supone un espaldarazo a su decidida apuesta por la amnistía —de la que apenas se ha hablado en campaña— y a las políticas de diálogo. El perdón a los líderes del procés desde luego no le ha penalizado como sostenía la derecha. Con todo, la participación no ha sido la esperada y el partido ha tenido la sensación de que no ha conseguido movilizar tanto a su electorado como preveía. Fue esa, al menos, la intención de Pedro Sánchez al participar en mítines en Barcelona y el área metropolitana. Pero Illa ha transmitido a las primeras de cambio un mensaje optimista. Justo antes de entrar en la sede, cerca de las siete de la tarde, ha afirmado que tenía “buenas sensaciones” y la certeza de que Cataluña iba a pasar página y abrir una nueva etapa. Esa ha sido la impresión que ha transmitido en toda la campaña cuando sostenía que la ciudadanía estaba cansada y que necesitaba un cambio.

Bajo el lema Força per gobernar y con fotografías de Illa president, el candidato y su equipo han seguido la noche electoral en la segunda planta de la sede del PSC, en la calle de Pallars, en el Poble Nou, donde se han acreditado este domingo más de 150 periodistas, récord en la historia del partido. Pese a la prudencia, el partido ha querido mostrar un momento de cómo el núcleo duro seguía en el despacho de Illa el escrutinio. Allí estaban Lluisa Moret, la jefa de campaña; Collboni; la portavoz del partido, Núria Parlón y alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, así como la alcaldesa de Hospitalet, Nuria Marín y la expresidenta del Congreso Meritxell Batet. Y una presencia cuanto menos llamativa: la de Manuel Castells, exministro de Universidades, a propuesta de los comunes en el penúltimo Gobierno de Sánchez. El viernes, estuvo en el mitin final de campaña. “Queríamos poner el 4 (en alusión a romper la barrera de los 40 escaños) y lo hemos conseguido”, han sostenido miembros de la dirección.