Mazón pide el auxilio del Gobierno tras cuatro días de crisis por el desastre de la dana
El presidente de la Generalitat solicita incorporar a siete ministros en el dispositivo de emergencia ante la magnitud de la tragedia. Este domingo se restringe el paso de personas en 11 de las localidades más afectadas
El presidente valenciano dio ayer el primer paso para implicar al Gobierno central de forma más visible en la gestión del desastre por la trágica gota fría, que se ha cobrado de momento 211 vidas. Cuando más arreciaban las críticas por la sensación de abandono en las zonas más afectadas, Carlos Mazón solicitó la inclusión de siete ministros en los equipos encargados de coordinar la respuesta a la emergencia. El jefe del Ejecutivo valenciano respondía así a la oferta formulada por el presidente del Ejecutivo, quien lo había emplazado previamente a pedir “toda la ayuda que necesite” al tiempo que anunciaba el envío de 5.000 soldados más para sumar a los 2.000 ya desplegados en la comunidad. Mazón no renuncia al control de la crisis, una opción que está en su mano si decidiese elevar la alerta hasta el nivel 3, que implica la cesión del mando a la Administración central. Fuentes gubernamentales, de hecho, minimizan el alcance de su gesto y subrayan que los ministros ya están desde hace días en contacto permanente con los respectivos consejeros valencianos. Pero el movimiento de Mazón transmite la imagen de una cogestión entre las dos administraciones, cuando además su partido, el PP, estaba pidiendo la declaración de emergencia nacional.
El presidente valenciano respondió al ofrecimiento de Sánchez cuatro días después de la gota fría que descargó en la provincia de Valencia y cuando más arreciaban las críticas contra él por la descoordinación ante la catástrofe. Mazón, que tuvo ayer el organismo de emergencias (Cecopi) bloqueado durante siete horas, compareció finalmente para leer una declaración institucional en la que pidió la creación de cinco grupos de respuesta inmediata que “actuarán por delegación” suya, tal como ha dicho. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, hasta ahora el único integrado en el operativo en Valencia, afirmó después que los integrantes de esos grupos deberán ir precisándose. De forma inmediata, fuentes del Gobierno central precisaron que su participación en los gabinetes de crisis será a través de “ministros, secretarios de Estado o demás técnicos, en función de las necesidades”. Ante la petición de Mazón de incorporar al operativo al jefe del Estado Mayor de la Defensa, el Gobierno replicó que la responsabilidad es del general jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Francisco Javier Marcos.
Sánchez, en otra declaración institucional leída por la mañana en La Moncloa, le había dicho a Mazón que pidiera lo que necesitara. Y este expuso unas demandas que responden, según dijo, a la magnitud de “la mayor tragedia de España”. Las peticiones no se limitan al trabajo de los miembros del Gobierno, sino que incluyen la implantación de un sinfín de medidas, la mayoría de ellas de competencia estatal y, en muchos casos, ya anunciadas por el Ejecutivo de Sánchez. Cada uno de los grupos estará encabezado por un consejero valenciano y contará entre sus integrantes con un ministro. Uno se centrará en el ámbito sanitario, con la ministra Mónica García. En el de infraestructuras estará Óscar Puente. En el de servicios sociales y vivienda, con la vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, incorporará a los titulares de ambas carteras en el Gobierno central, Pablo Bustinduy e Isabel Rodríguez. Para el de empleo y empresa, Mazón quiere contar con la vicepresidenta Yolanda Díaz y el responsable de Economía, Carlos Cuervo. Y Marlaska participará en el de Interior.
Con este operativo, Mazón no pierde el mando, pero acepta la intervención del Gobierno en las áreas más destacadas, después de cuatro días encadenando errores y vaivenes. Caos es, después de desastre, la palabra más utilizada en Valencia desde el miércoles, cuando la luz del día dejó ver la catástrofe que había dejado la dana. Antes de ese momento, la gestión de Mazón ya había comenzado sumar críticas incluso desde dentro de su partido.
La primera fue el retraso con el que se envió la alerta masiva a los móviles de los ciudadanos, ocho horas después de que se produjeran los primeros desbordamientos. El jefe del Consell trató de justificar la tardanza en el cumplimiento de unos protocolos que no le impedían haber lanzado el aviso, cuando desde esa misma mañana existía una alerta roja de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Mazón no calibró y se pasó la jornada, pese a que los avisos de la Aemet venían de días atrás, cumpliendo con su agenda, algo que ha sido criticado incluso por medios internacionales. Cuando comenzó a darse cuenta de la magnitud de la catástrofe, borró un mensaje en redes sociales en el que hablaba de que las tormentas cesarían a las seis de la tarde. Al presidente de la Generalitat se le achaca no haber sabido gestionar los recursos y estar falto de un equipo técnico.
El jueves, las columnas hacia los pueblos embarrados eran ya descomunales mientras la ayuda oficial no llegaba. Mazón, con vehemencia, mandó a los voluntarios a casa, a los que iban en coche y a los peatones. Horas después matizó el mensaje: “Sois un grandísimo ejemplo, una referencia, os seguimos necesitando”. Y decidió canalizar esos ríos de gente convocándolos a las siete de la mañana de ayer en la Ciudad de las Artes. Muchos pasaron cinco horas esperando o, incluso, se quedaron a las puertas de los municipios y no pudieron ayudar porque nadie sabía de su llegada. El viernes, Mazón había pedido el envío de 500 militares y horas después lo elevó a 5.000.
Sánchez, en su declaración por la mañana en La Moncloa, ya había evidenciado que no tenía intención de desplazar a la Generalitat en el control de la crisis, como le reclamaban desde distintos sectores. “No se trata de que la Administración central reemplace a la autonómica. Hay que ayudarla con recursos”, explicó. Lo que resaltó Sánchez es que enviará todo lo que pida Mazón, con el que habló poco antes de su comparecencia, de nuevo sin opción a preguntas de los periodistas. El presidente ordenó el envío de 5.000 militares más y el despliegue de otros 5.000 policías nacionales y guardias civiles en lo que denominó como el mayor despliegue “en tiempos de paz”. Y animó a Mazón a pedir todo lo que necesite.
Sánchez dejó claro en todo momento que va a respetar el Estado autonómico y, por tanto, que la Generalitat dirija la gestión. “Si necesitan más recursos, que los pidan. No tiene que pasar que falten medios, no es el caso. Lo que tiene que hacer es pedirlo y se lo suministraremos inmediatamente. Las autoridades valencianas conocen el terreno mejor que nadie. Esa forma de proceder que combina la capilaridad de la Administración autonómica y la fuerza colectiva del poder central ha permitido superar crisis anteriores y lo va a volver a hacer de nuevo”, insistió.
El presidente sí admitió que hay cosas no se están haciendo bien y apuntó que habrá un análisis de los errores cometidos, pero pidió dejar para más adelante esas polémicas para concentrarse en resolver la crisis y retomar una cierta normalidad. También reconoció que la ayuda enviada hasta ahora es claramente insuficiente, y por eso decidió multiplicar el número de militares. “La situación es trágica. Sé que la respuesta no es suficiente, que hay problemas y carencias severas, hogares destrozados, sé que tenemos que mejorar y darlo todo. Pero tenemos que hacerlo juntos”, aseguró. Era la primera vez que Sánchez hablaba de errores graves, aunque remarcó la idea de que no es el momento de centrarse en eso. “Lo único que nos debería ocupar ahora es la emergencia. Ya habrá tiempo de analizar negligencias, reflexionar sobre cómo mejorar competencias, hablar de la importancia de los servicios públicos y su refuerzo, y adaptarnos a las necesidades del cambio climático. Habrá tiempo de mirar hacia atrás, de depurar responsabilidad y aprender a ser mejores”.
El Consejo de Ministros aprobará la declaración de zona gravemente afectada para los lugares de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón y Cataluña más golpeados. Hacienda autorizará al Gobierno valenciano todos los gastos de urgencia que necesite.
Restricciones a la circulación de personas
El conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, ha anunciado también este sábado una nueva orden de la Comunidad Valenciana para “limitar el tránsito de personas en las zonas especialmente castigadas por la dana” que estará vigente a lo largo del domingo. La Generalitat restringe así la circulación de personas en las localidades de Aldaia, Alaquàs, Picanya, Sedaví, Paiporta, Benetússer, Alfafar, Massanassa, Catarroja, Albal y Beniparrell. Martínez ha señalado que esta decisión forma parte de las “medidas excepcionales que facilitan las labores de los cuerpos de seguridad”. “Además, a esta petición se suma una nueva circunstancia y es que mañana en las zonas afectadas está señalado un nivel de previsión de alerta por lluvias amarillas que podría complicar la situación”, ha afirmado el consejero. La orden también limita a 2.000 el número de voluntarios que pueden acercarse a lo largo de mañana a la Ciudad de las Artes y las Ciencias para que en las localidades que no mencionadas puedan organizar la ayuda.
Los objetivo de los grupos de respuesta inmediata
El objetivo del grupo sanitario será la elaboración de un plan urgente de evaluación de riesgos epidemiológicos, elaborado conjuntamente por miembros del Centro de Coordinación de Alerta y Emergencia Sanitaria junto con los mejores preventivistas de España y los miembros de salud pública de la Comunitat Valenciana y Centro de Coordinación de Alerta y Emergencia, dependiente del Gobierno de España, para actuar en los mecanismos de prevención ante riesgo epidemiológico.
En infraestructuras, el fin es la puesta en marcha de un plan integral urgente de recuperación de la red de transportes e infraestructuras a nivel nacional, autonómico, provincial y local en la provincia de Valencia.
Para Servicios Sociales y Vivienda, ha reclamado medidas urgentes para el realojo y reconstrucción de viviendas de afectados y asistencia social inmediata, entre las que se encuentran el otorgamiento de subvenciones directas sin burocracia para dependientes o vulnerables, la movilización de todo el parque público de vivienda estatal, y especialmente de la
Sareb, para los realojos, en condiciones de entrar a vivir, y el aplazamiento de las hipotecas o préstamos personales de los afectados.
En cuanto a Empleo y Empresa, ha pedido todos los instrumentos legales para poner en marcha ERTE por fuerza mayor, como se hizo en pandemia, y los mismos instrumentos para los autónomos y agricultores pero referidos a la prestación por cese de actividad. También pide al Gobierno la habilitación legal para poner en marcha, donde se pueda, el teletrabajo.
En el ámbito de Interior, el grupo actuará para el refuerzo de efectivos y control de seguridad y acceso a zonas afectadas para prevenir robos, pillajes y desvalijos porque, ha dicho, se necesitan más efectivos controlando y patrullando en las calles, más seguridad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y "así está siendo".
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