Urbanismo insiste en que el tráfico atraviese el Corredor Verde del sur de Valencia

El grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia ha desplegado este martes una pancarta en el balcón de su sede municipal —bajo el lema El PP te roba el corredor verde— para denunciar la decisión de la alcaldesa María José Catalá de reconsiderar el proyecto de vía verde diseñada en el anterior mandato para coser los barrios del sur de Valencia, divididos durante décadas por las vías del tren que ahora irán soterradas por el canal de acceso. Su portavoz, Borja Sanjuán, ha criticado que el concejal de Urbanismo, Juan Giner, del PP, haya encargado un informe a los servicios municipales sobre el futuro de este Corredor Verde, un gran parque lineal, con la premisa de que por su interior haya viales para el tráfico motorizado que faciliten la conectividad entre barrios y con el área metropolitana.

“Es curioso que el lunes pasado el concejal de Urbanismo encargara un informe a los servicios que justificara que tienen que pasar coches por dentro del Corredor. Es decir, no iban a esperar ni siquiera la conclusión del pleno ni a hablar con los vecinos porque ellos han tomado una decisión que va en contra de lo que quiere la ciudadanía”, ha criticado Sanjuán.

El encargo del informe al Servicio de Planeamiento tiene su origen en una moción municipal en la quedijo que se iba a solicitar a los técnicos municipales que revisen el proyecto ganador del concurso de ideas para esta zona de la capital, fallado a principios de 2023 y cuyo nombre era Green Leaf, y se estudie qué elementos se pueden reaprovechar y cuáles rechaza de la propuesta que elaboró el despacho de arquitectura y paisajismo Omgeving. En ese mismo documento se apunta la importancia de mantener la conexión de la CV-400, que comunica la capital con los municipios de l’Horta Sud.

El responsable socialista ha indicado que esta decisión de transformar una gran zona verde “en una autovía urbana no es lo que se merecen los barrios del sur, que han sido tratados durante muchos años como el trastero de Valencia. Catalá está haciendo oídos sordos a la reivindicaciones vecinales, está actuando de forma directa contra los intereses de los barrios del sur y nosotros, como Partido Socialista, llevaremos tantas mociones como hagan falta hasta que rectifiquen”, ha finalizado.

Sanjuán ha comparado esta movilización vecinal con la que se produjo hace décadas para conseguir el actual río verde. “Hace décadas esta ciudad tuvo que elegir entre Jardín del Turia o autovía y ahora debe elegir entre el Corredor Verde del sur o una autovía”, ha manifestado.

“Lamentablemente, tenemos un Ayuntamiento que va 50 años por detrás de lo que quieren sus vecinos y vecinas. La gran movilización ciudadana que estamos viendo estos días está demostrando que la ciudad no se va a dejar robar el Corredor Verde.

Varias asociaciones de vecinos de los barrios del sur de la capital lanzaron días atrás a través de la plataforma Change.org una campaña de recogida de firmas en defensa del corredor verde frente a la posibilidad de recuperar la construcción de cuatro carriles (dos por sentido) para los vehículos privados y para el autobús municipal donde ahora todavía están las vías del tren, que se van a soterrar. En cuatro días han recogido unas 16.000 firmas favorables a crear lo que podría ser un segundo jardín del Turia por su longitud.

La entidades vecinales habían pedido antes del verano una reunión con la alcaldesa de la ciudad, una vez se enteraron de que el proyecto de vía verde podía cambiarse, con el propósito de defenderlo. Poco antes del Debate del Estado de la Ciudad convocaron el encuentro para el 2 de octubre pero este mismo martes la corporación ha aplazado el encuentro para el 17 de octubre.

El Consell de la Joventut de València (CJV) se ha sumado a la recogida de firmas para defender el proyecto. Desde la plataforma de asociaciones juveniles rechazan la propuesta “unilateral” de imponer una vía de cuatro carriles donde estaba proyectado un gran parque público. El presidente del consejo, Pablo Bottero, considera incompatible el plan con un modelo de ciudad moderna y Capital Verde Europea, al “vulnerar la voluntad de los colectivos y asociaciones del sur de la ciudad que llevan años reivindicando el soterramiento de las vías del tren”.