Muere Miguel Valor: el político que navegaba en mar en calma
El exconcejal y diputado popular alcoyano ocupó la alcaldía de Alicante durante cinco meses de 2015 tras la dimisión de Sonia Castedo
Miguel Valor, concejal y diputado de Cultura de Alicante a lo largo de varias legislaturas y exalcalde de la capital provincial durante cinco meses en 2015, ha muerto este en Alicante a los 79 años. Valor llegó a la alcaldía tras la dimisión de una Sonia Castedo acorralada por los escándalos que la relacionaban con el presunto amaño del PGOU de Alicante en favor del empresario Enrique Ortiz. Único superviviente de dos naufragios políticos al final de su carrera, el del PP de Alicante y el de la Caja Mediterráneo, cuya fundación cultural pasó a dirigir tras dejar su última acta de concejal, conseguida en ese mismo 2015, su trayectoria se caracterizó, sin embargo, por ser capar de navegar en aguas encalmadas y sin viento, como el protagonista de La línea de sombra de Joseph Conrad. De carácter afable y dialogante, Valor desarrollaba proyectos de la cultura que le resultaba más cercana y asumía propuestas que se alejaban de su ideología política. Sin estridencias, sin censuras, sin escándalos.
Su funeral se celebra este lunes a las 11 horas en la Concatedral de San Nicolás. El Ayuntamiento de Alicante ha decretado este lunes luto oficial por el fallecimiento del político, e izará la bandera en el balcón de la casa consistorial y en el resto de edificios municipales en señal de duelo y recuerdo.
Valor, nacido en Alcoy en 1945, mantuvo a flote el PP alicantino, cuyos restos llevó a puerto tras eliminar el plan urbanístico en el que estaban enredados sus dos predecesores, Luis Díaz Alperi y Castedo. En su día se dejó entrever que fue el sucesor de consenso que eligieron la alcaldesa saliente y el entonces presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para tramitar los meses que quedaban hasta las siguientes elecciones municipales, fijadas para el 28 de mayo. Sin embargo, a ras de suelo, Valor parecía ser el único candidato posible, al menos, el único que había acompañado la larga travesía de 20 años ininterrumpidos de gobiernos municipales del PP en Alicante sin que le salpicara una sola gota del barro que había enfangado al partido, con dos alcaldes y un presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, como cabezas de cartel en los pinchazos telefónicos con los que los investigadores iban zurciendo el caso Brugal, una metástasis de corrupción masiva.
Precisamente su cercanía con Ripoll, abanderado del zaplanismo en el sur de la Comunidad Valenciana, fue la que impidió que el entonces gerente de la Cámara de Comercio, Carlos Mazón, liderara el nuevo grupo municipal popular los comicios de 2015, que finalmente comandó la concejal Asunción Sánchez Zaplana. El PP tuvo que entregar la Alcaldía, lo hizo Valor, al candidato socialista Gabriel Echávarri, que se puso al frente de un tripartito formado por PSOE, Guanyar y Compromís. Miguel Valor sacó acta de concejal, pero dimitió a los 12 días para aprovechar su jubilación como agente de seguros. Poco después, lo acomodaron en el despacho de la presidencia de la Fundación Caja Mediterráneo, otra entidad que también había sucumbido ante los tejemanejes contables de sus dirigentes y que acababa de ser comprada por el Banco de Sabadell por un euro. Volvía así el político alcoyano a su especialidad, navegar con mar en calma, capear los vendavales. Abrigar en el puerto a la cultura con sus herramientas de vendedor de seguros: un tipo simpático, capaz de convencer a cualquiera, capaz de amoldarse a los gustos de cualquier cliente.
La carrera política de Valor había comenzado más de tres décadas antes de los vaivenes de 2015, como concejal de Deportes de Alcoy por la UCD, en 1979. Dejó el partido fundado por Adolfo Suárez en 1983, para alistarse en Alianza Popular (AP), pero no su carácter centrista. Sucesivamente, antes, durante y después de la transición de AP hacia el actual Partido Popular, ocupó los cargos de diputado provincial, concejal de Alicante, diputado autonómico y secretario provincial del partido entre 1990 y 2002. Casi toda su trayectoria se desarrolló en el ámbito cultural, en el que sacaba adelante proyectos muy distantes unos de otros, con los que reflejaba su singular manera de evitar la controversia en la política, de entender que no solo gobernaba para quienes le votaban. El Ayuntamiento de Alicante ha declarado hoy, lunes, día de luto en su memoria. El alcalde, Luis Barcala, destacó ayer en la red social X su figura como “gran hombre, de aquella vieja escuela donde el respeto de los demás se ganaba a pulso y se mantenía con el ejemplo”. El jefe del Consell, Carlos Mazón, escribió también en X que Valor fue un “gran alcoyano y defensor de la cultura de su provincia”. Su funeral se celebrará hoy a las 11.00 en la Concatedral de San Nicolás y será enterrado a las 13.30 en el cementerio de su Alcoy natal.
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