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Los Xavales que influyen en la música urbana desde YouTube

Desde un trastero, se han convertido en una voz acreditada en la prescripción musical urbana

Eugenio Viñas
Tuti y Carlos, Los Xavales.
Tuti y Carlos, Los Xavales.KIKE TABERNER

El 17 de marzo de 2020, tres días después de que el Gobierno de España decretase el estado de alarma, Tuti y Carlos (Meliana y Almàssera, 22 años) abrieron un canal en YouTube. Habían pasado el fin de semana enviándose cosas por WhatsApp. Una les molaba mucho: “Había un pavo de Estados Unidos que tenía mucho rollo haciendo reaction videos”. Ese subgénero propio de la plataforma de Google se basa en reaccionar a algo sin haberlo visto o escuchado previamente, grabarlo y subirlo. “En inglés hay infinitos canales, pero aquí no hay tantos. Pensamos, va, lo hacemos”. Dos años y dos meses después, empotrados en el mismo trastero, su pasatiempo es el oscuro objeto de deseo de managers y agencias de representación. “Nos llegan muchos correos al día, muchas propuestas. Es imposible que podamos escuchar todo lo que nos envían, pero está bien que no nos deje de sorprender”, comentan.

Habían conseguido una audiencia inesperada —unas pocas miles de personas— cuando hicieron algo, de nuevo, por primera vez: “No contactamos a artistas, pero nos había llegado buen rollo del entorno de C Tangana por nuestros videos y lo hicimos. La persona que llevaba el lanzamiento del disco (El madrileño) nos dijo que, al día siguiente, nos esperaban a mediodía para entrevistarle. No sabían ni que éramos de Valencia, así que hicimos un esfuerzo y nos plantamos en el hotel. El resto es historia”. El día anterior al lanzamiento del que quizá haya sido el disco más popular en España de los últimos años, el intérprete hizo una de las típicas jornadas promocionales: habitación de hotel, 30 minutos por medio y, al día siguiente, todos publicando su correspondiente entrevista. Sin embargo, sucedió algo distinto en este canon que lleva décadas reproduciéndose: Tangana le propuso a estos chavales que se quedaran a comer con él. La charla duró una hora y las redes de este dúo explotaron. “Seguramente, bajó un poco la guardia después de horas siendo políticamente correcto. Por eso, fue todo tan natural. Ser morboso no le gusta a nadie, a nosotros tampoco, y él sabía que estábamos hablando tal y como lo haríamos en la calle”. En la charla hablaron de música, referentes, del sentido de este álbum lleno de homenajes y que suponía una inflexión evidente para el artista, pero también se habló de tipos impositivos, youtubers, derechos sociales o Vox. Dio tanto de sí el momento que acabaron haciendo un cameo en el polémico videoclip de Ateo.

La comunidad de Los Xavales, su capacidad de fidelizar a sus seguidores, esa voz autorizada en la que se han convertido, se hubiera desbaratado de haber pasado el filtro de un libro de estilo. “Barras”, “gordo”, “palo” o “datas” son parte de la jerga que sube de la calle hasta el estudio de grabación. “Es fundamental mantener el lenguaje propio de la calle en los videos. La gente nos dice que es como si estuvieran con su mejor amigo. De haber querido ser más correctos o tener cierto estilo distinto, nada de esto hubiera pasado”. Sigue siendo algo no impostado, ya que continúan viviendo en el pueblo, tienen poco más de 20 años y su principal preocupación en este momento es acabar el trabajo final de Grado de Comercio Internacional y Magisterio, respectivamente. No obstante, sueñan con “vivir de esto”. No es sencillo, ya que su canal de YouTube no puede monetizar la mayoría de sus vídeos, basados en música original con derechos de terceros. ”El dinero viene de lo que podamos hacer en medios [tienen un podcast en Radio Primavera Sound] y la relación con las marcas”. Las líneas rojas pasan por mantenerse en YouTube pese a no poder explotarlo comercialmente y no aceptar “reacciones promocionales”: ”Seguimos hablando de la música que nos apetece, en eso no nos vamos a vender. Se nos notaría al instante que no ha sido cosa nuestra, la gente no es tonta y no tenemos intención de tratarla como tal”.

Lo que sí ha roto esa barrera de prescripción son las entrevistas, cada vez más habituales. Las oficinas de mercadotecnia de las marcas más importantes de la industria les sitúan en su estrategia de promoción, conocedores de cuánto puede influir una buena reacción a alguno de los sencillos. Mientras, su presencia en vivo crece, como maestros de ceremonias o junto a artistas en presentaciones o espectáculos. Han sido invitados a un buen número de festivales y cubrirán de manera oficial el próximo Primavera Sound. “De todo lo que está pasando, lo mejor sigue siendo conocer a la gente que escuchamos desde críos. Como Yung Beef, cuya entrevista nos impactó mucho, por su aura de genio, de artista”. Tratan a Rosalía como un fenómeno global cuatro años después de que lo sea. Para ellos, redes y plataformas como TikTok o Twitch les proporcionan el espacio para comunicarse entre iguales que los medios no atisban. Mientras, su comunidad crece y su sueño de vivir cerca de la industria musical, dada su influencia, no parece descabellado.

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Sobre la firma

Eugenio Viñas
Es periodista y creador de contenidos. Crea formatos de audio en Podium Podcast, es colaborador de La Ventana de la SER y publica entrevistas y perfiles en EL PAÍS.

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