Las Fallas resisten el temporal, pero los hoteles rebajan la ocupación
La fiesta resucita tras dos años de pandemia pese a que la afluencia se reduce por la lluvia
Las Fallas de 2022 eran las de la vuelta a la normalidad después de dos años de pandemia. Pero llegaron los pronósticos meteorológicos, con el anuncio de una fuerte borrasca, que amenazaba la celebración y al final se han confirmado las peores previsiones: han sido las Fallas más lluviosas desde que existen registros hace 84 años, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Hoy es el último día y la Cremà de los más de 300 monumentos plantados en las calles de Valencia, pondrá fin a una fiesta que ha puesto buena cara al mal tiempo.
“Aquí, excepto la pandemia, nada ha podido con las Fallas”, dice rotunda Cristina Estévez, vicepresidenta de la Junta Central Fallera (JCF). Y eso que el azote del viento tumbó algún monumento, a horas de la plantà. Los organizadores han tenido que suspender tres mascletaes [que se dispararán más adelante], y la recogida de premios de las fallas grandes por el tiempo. “El tiempo está un poco loco, es lo que tiene la primavera”, advierte la vicepresidenta, que recuerda que durante la semana fallera siempre ha habido un día o dos de mal tiempo. La ofrenda a la Mare de Déu estuvo en el aire pero el viento y la lluvia dieron una tregua.
“Las ganas de fiesta se han impuesto, pero es verdad que se ha visto menos gente en las calles que antes de la pandemia. Hoy [por ayer], que ha salido un poquito el sol, ya se ve un poco más”, comenta Merche Puchades, fallera y presidenta de los vendedores de Mercat Central.
El mal tiempo ha afectado a la previsión de reservas hoteleras en la capital. “Las estimaciones para ayer y hoy eran de una ocupación del 90%. Finalmente, y debido al mal tiempo, en el conjunto de la semana fallera apenas llegaremos al 75%”, calcula Luis Martí, presidente del Gremio de Hoteles de Valencia. “Todo a falta de contrastar porque la demanda es tan volátil”, añade el empresario. “El tirón que tienen las Fallas es potentísimo”, reconoce el dirigente.
Hosbec, patronal hotelera, confía en que el temporal no afecte más a este fin de semana “que se podría considerar muy bueno. Después de todos los acontecimientos que afectan a la actividad turística como la covid-19 o la guerra de Ucrania”.
Emiliano García, concejal de Turismo de Valencia, se muestra optimista. “El que ha reservado puede anular a última hora, pero es más difícil. Otra cosa son los visitantes que improvisan y deciden a última hora, son a los que el mal tiempo les ha disuadido de venir”, observa el edil, quien recuerda que “venimos de una época tan dura, tan dura, que estamos contentos”. Es innegable que con sol, el consumo hubiera ido mejor pero aun así el resultado “no va a ser malo”, pronostica.
La cancelación de las mascletaes puede haber afectado a la hostelería más próxima porque los aperitivos se reducen significativamente o los clientes que se quedan a comer por el centro.
“Ha ido fatal por la lluvia”, dice Christine Olaechea, propietaria del céntrico restaurante con una amplia terraza de El Rall, especializado en arroces. También critica el catastrofismo previo con el tiempo y sugiere disparar las mascletaes entre el “esmorzar valencià” y la comida para evitar las aglomeraciones que se producen a partir de las 14.15.
Muy cerca, José Civera se mantiene al frente de la centenaria horchatería El Collado, que en Fallas dispensa sin parar buñuelos y (no tanto) chocolate. La cola es larga, pero inferior a la de otros años. “Hemos tenido que trabajar con una sola freidora porque la lluvia se metía en el aceite. En fin, estas Fallas hemos aguantado navegando”, comenta.
La lluvia no ha impedido escenas multitudinarias en verbenas como la de la plaza de Brujas, de gran valor patrimonial, en la que hubo que lamentar la muerte accidental (según la primera investigación) de un joven. Las barras de las verbenas y la cesión para comercios y churrerías temporales son fuentes de ingresos para las comisiones falleras.
De la estación de trenes València Nord salen cada día miles de personas de municipios de la provincia que visitan Valencia para disfrutar de las Fallas. Entre la una y las tres de la tarde, los servicios de Cercanías de Renfe —se programaron 62 trenes extra— transportan a unas 20.000 personas. “Notamos el descenso de viajeros los días en que se han cancelado las mascletaes”, señalan desde la compañía. En total, Renfe ofrecía la semana fallera 148.000 plazas en trenes de alta velocidad y larga distancia, 15.000 adicionales por las fiestas.
También ha habido aglomeraciones en las mascletaes, en las que el uso de las mascarillas era muy irregular, pero mayor que en las verbenas. No obstante, el epidemiólogo Salvador Peiró no espera un repunte fuerte del coronavirus por la alta inmunidad actual, debido a los contagios recientes, a la vacunación y a que la mayoría de actos son al aire libre. Teme más las comidas de hoy, día de Sant Josep, o las reuniones en casales al ser sitios cerrados.
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