Se rifa una plaza en el balcón
El Ayuntamiento de Valencia sortea 200 plazas entre ciudadanos para que vean la ‘mascletà’ en primera fila
Marta Lluesma, de 37 años, y su padre, Vicente, llegan los primeros. Ella, profesora de infantil, ha ganado una entrada doble para asistir a la mascletà de Fallas desde el balcón municipal en un sorteo organizado por el Ayuntamiento entre ciudadanos de la capital. Es 1 de marzo, segunda disparà del programa oficial —la primera fue el domingo 27 de febrero por la crida— y la curiosidad de vivir en directo el disparo de 120 kilos de pólvora desde el balcón añadido al edificio consistorial en 1967, es obvia.
La mujer ha participado en el sorteo todos los años desde que se creó la rifa en 2016 pero es la primera vez que le toca. Marta no conocía el mirador desde el que se han asomado presidentes del Gobierno, artistas o deportistas de élite; siempre veía el espectáculo pirotécnico a ras de suelo. “Me hace mucha ilusión porque después de todo lo que hemos pasado...”, explica esta maestra que, casualidades de la vida, ha podido saludar a Nerea López, la fallera mayor infantil de Valencia de este año, a la que conoce del colegio. También es la primera vez para su padre, al que le gusta presenciar los fuegos “cuanto más cerca mejor”.
El espectáculo pirotécnico, a cargo de la pirotécnia Peñarrocha, arranca con tres principios aéreos, acompañados de pitos, serpentinas, truenos, zumbadoras, craquers y xiuladors. Y sigue con las retenciones terrestres, rodeadas de fuego aéreo hasta llegar el terremoto, el bombardeo aéreo y el remate final. Seis minutos de ruido sin tregua y un aplauso cerrado cuando explota la última carcasa. Las bocas, tapadas con mascarillas, se cierran, rompe el aplauso y solo queda el humo y el olor a pólvora quemada.
“Ha sido espectacular. El ruido nos gusta”, afirma entusiasmada Marta cuando sale del balcón, del que se colgó la bandera de Ucrania con el rechazo a la invasión rusa. “Ha sido cañera, mucho, se nota que ha puesto final. Peñarrocha nunca defrauda”, apostilla porque la mascletà también tiene su partitura. Lo único que les ha sorprendido del balcón es que no estaba repleto de gente, como se aprecia en las imágenes de televisión los últimos días de Fallas. “Repetiríamos sin duda”, se despiden Marta y Vicente.
Poco después abandona el balcón Lorena, de 41 años, otra de las afortunadas con la entrada doble. Es valenciana, ha sido fallera muchos años y lo vivido ha sido una experiencia única: “Es especial, se me ha puesto la carne de gallina”. Ella y su madre han aguantado bien el estruendo y eso que a veces puede resultar intimidante. “Hay ganas de fiesta después de la covid”, concluye.
El Ayuntamiento había sorteado unos días antes entre las más de 20.000 personas inscritas 100 invitaciones dobles —10 por día— y un algoritmo seleccionó a los afortunados. La mayoría de solicitantes fueron mujeres (61,4%), siguiendo la tendencia de las pasadas ediciones, y los distritos más activos los de Quatre Carreres, Patraix y Camins al Grau, todos ellos alejados del centro de la capital. Es “una oportunidad de ver la mascletà desde un lugar especial y diferente, al lado de las Falleras Mayores y las Cortes de Honor”, explica el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana.
Ese día están como invitados institucionales el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, que se muestra encantado y dice que repetirá; o la diputada de la Asamblea de Madrid Hanna Jallou.
“A pesar de que este año hemos tenido un poquito menos de tiempo \[menos días para inscribirse\] por las circunstancias sanitarias la cifra de participantes no solo se ha igualado sino que incluso ha llegado a superar los datos de años anteriores”, ha apuntado el edil de Agenda Digital, Pere Fuset.
Había plazas hasta el 10 de marzo porque a partir del 11 se acercan al mirador los ganadores del sorteo de 2020 que no pudieron disfrutar de las mascletaes por el aplazamiento de la fiesta.
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